La facilidad de nadar de las grandes ballenas se debe a una peculiaridad anatómica. Según los científicos, los antepasados de las ballenas eran terrestres y sólo se acercaban al mar para alimentarse. A medida que fueron perdiendo sus extremidades aprendieron a vivir por el océano. Pero el secreto de la adaptación al medio marino radica en su peculiar sistema intrauricular. Utilizan un sistema semicircular de mamíferos terrestres que les da cierto equilibrio, y esa es la clave que les ha permitido nadar tan rápido en el océano.