No tener que parar para pagar el peaje en la autopista

A partir de principios de año en la autopista entre París y Normandía se podrá pagar el peaje sin parar el coche. El automovilista frena algo el vehículo porque el camino es más estrecho, pero en el resto no tendrá que meter la mano en el bolsillo y la alarma no comenzará por su velocidad.

Los conductores ordinarios deberán parar el coche y sacar dinero o tarjeta magnética bancaria. Allí esperan el turno, viendo que otros conductores privilegiados avanzan sin esperar a nadie en un txistu.

Los conductores privilegiados son 10.000 personas seleccionadas entre los abonados. Estos también pagarán su peaje, por supuesto, pero de otra manera. Cuando pasa su coche, una antena (en negro en la imagen) detecta una tarjeta magnética adherida al vidrio frontal (interior y a la izquierda). Cada tarjeta magnética contiene los datos de su vehículo y envía las antenas que detecta a la central informática desde donde se envía la factura al propietario.

Se trata de un sistema similar en Lyon. La tarjeta que tendrá el coche pegado será algo diferente. Al igual que en las tarjetas para el teléfono francés, en cada pasada se le descontará una cantidad que finalmente quedará agotada. Una vez agotada la tarjeta se podrá volver a cargar.

En este segundo sistema, el automovilista no se identifica y parece ser mejor para mantener oculta su vida privada.

El objetivo de estos sistemas de peaje sin detenerse en el automóvil es eliminar la congestión que se produce en las autopistas. Noruega, Holanda, etc. también están tratando de establecer estas formas de pago. Sin embargo, la Comisión Europea ha llevado a cabo un proyecto denominado Pamela para que sirva en toda Europa para 1992.

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