Bajo la dirección de la Universidad de Australia ANU, se ha realizado el mayor estudio genético realizado hasta la fecha por los habitantes originarios de Australia y sus islas adyacentes. En concreto, se ha analizado el ADN de 160 indígenas de diferentes procedencias: las cuatro comunidades más aborígenes del desierto, el extremo norte de Queensland y las dos islas del norte. Los resultados evidencian diferencias genéticas importantes según el origen.
Los resultados han sido publicados en la revista Nature. Según los investigadores, las diferencias entre las islas Tiwi y las del desierto australiano son tan grandes como las de Bangladesh y las que viven en el Reino Unido. Algunas de las variedades genéticas se han encontrado, además, sólo en comunidades indígenas concretas y pueden estar relacionadas con enfermedades genéticas. Así, la investigación servirá para adaptar la prevención, los diagnósticos y los tratamientos a las características genéticas de las comunidades.