Para lograr movimientos lo más rápidos y precisos posibles durante la construcción de los robots, los científicos analizan las características de los cuerpos de los animales. En esta ocasión, el atún ha sido un animal que investigadores de la Universidad de California en San Diego han tomado como modelo.
Según un estudio realizado mediante técnicas de ultrasonidos, los músculos de los atunes están especialmente diseñados para conseguir una alta velocidad en el agua. De hecho, la mayor parte de los músculos del atún se concentran en el centro del cuerpo, proyectando la fuerza muscular desde el centro hacia la cola. La cola, por su parte, funciona como una hélice propulsora que mueve el cuerpo hacia delante.
Otros peces, sin embargo, tienen los músculos repartidos por todo el cuerpo y, al contraerlos, el cuerpo se asusta. En los atunes, al estar los músculos más cerca de la columna y por tanto más alejados de la piel, se contraen mucho más y trabajan más y producen más energía. La ondulación de las partes centrales del cuerpo aumentaría la fricción. Estos resultados servirán para construir mejores vehículos de exploración marina e intentar comprender mejor la evolución.