Devolviendo el propio maíz mediante transformación genética
A pesar de que las nuevas variedades de maíz son más fértiles que las antiguas, se centran en los vulnerables a los insectos y otros patógenos, que han perdido la capacidad de combatirlos. Ahora, utilizando técnicas de transformación genética, los investigadores de la Universidad de Neuchâtel (Suiza) han conseguido devolver esta facultad.
En concreto, han devuelto al maíz la capacidad de producir E-beta-cariofileno. Según los investigadores, esta molécula era originada por los antepasados del maíz actual en sus raíces. Esta molécula atrae a los buenos nematodos del suelo, que matan a un gusano (Diabrotica virgifera virgifera), uno de los mayores enemigos del maíz.
Sin embargo, las variedades actuales no tienen la capacidad de generar el E-beta-cariofileno, lo que provoca enormes pérdidas en la cosecha de maíz, especialmente en Estados Unidos y Canadá. Así, para potenciar el maíz, se le ha introducido el gen del E-beta-cariofileno, tomado del orégano. Y han demostrado que es eficaz: el maíz transgénico produce continuamente E-beta-cariofileno y el gusano no le perjudica tanto.
Los investigadores han afirmado que el ancestro salvaje del maíz, el teosinte, está siendo investigado para saber qué otros protectores se han perdido en el camino de la domesticación del maíz y, en definitiva, para devolverla mediante una transformación genética.
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Zientzia aldizkaria
