El arbolado puede contribuir a la conservación del medio ambiente. En la isla de Sumatra se han plantado árboles llamados damares, ya que genera una resina muy valiosa para la industria, y los trabajos realizados por el investigador Hubert de Foresta demuestran que en ella hay una gran biodiversidad.
Entre 100 y 150 variedades diferentes de plantas crecen en la damardía y 250 en la selva natural de la isla. Sin embargo, hoy en día prefieren cambiar la palma de aceite o la arquacia, que admiten un máximo de diez especies diferentes en la zona para su explotación industrial, frente al damarra.