La recuperación y protección de las poblaciones de algunas especies clave de control puede mejorar notablemente la captura de carbono y la acumulación natural, lo que contribuiría en gran medida a la emergencia del clima. Esta es la conclusión de un reciente estudio publicado en la revista Nature Climate Change.
De hecho, los animales salvajes inciden directamente en el ciclo del carbono de su ecosistema. Así, los investigadores han calculado la influencia de nueve animales o grupos de animales: peces marinos, ballenas, tiburones, lobos, ñus, nutrias marinas, bueyes mejillones, elefantes africanos y bisontes americanos. Y han visto que protegiendo y recuperando las poblaciones de estos animales se podrían conseguir capturas de 6,4 mil millones de toneladas de CO2 más al año.
Subrayan que, además de los ejemplos elegidos, hay un montón de candidatos apropos como búfalos, rinocerontes, pumas, primates, dingos, murciélagos frutícolas, focas, tortugas, etc. Además, debido al impacto de las actividades humanas sobre estos animales, ven la posibilidad de recuperarlos fácilmente si se establecen las condiciones adecuadas. De esta manera se conseguiría incidir en el ciclo del carbono y capturarlo mucho más.