Los investigadores de la UPV/EHU han analizado la frecuencia con la que se presentan las variaciones genéticas relacionadas con el alcoholismo en la población del País Vasco y España, encontrando en la población variantes que incrementan significativamente el riesgo asociado al consumo nocivo de alcohol. Además, por primera vez se ha realizado un enlace entre estas variantes genéticas y las mujeres con un alto consumo de alcohol. Algunos de los resultados han sido publicados en la revista Addiction.
Investigadores del grupo BIOMICS de la UPV han analizado los genes de dos familias. Por un lado, se han analizado los genes de las enzimas que intervienen en el proceso de metabolización del alcohol y, por otro, los receptores y enzimas relacionados con el sistema dopaminérgico que codifican. De hecho, se sabe que algunas variantes de los genes de las enzimas que metabolizan la molécula de alcohol están estrechamente relacionadas con un mayor consumo, ya que alteran la velocidad de metabolización hasta 30 veces mayor. Los investigadores han estudiado las variedades genéticas de enzimas que metabolizan el 70% del alcohol. En cuanto a la segunda familia de genes, los estudiados son los genes relacionados con toda la vida útil de la dopamina, relacionados con su producción, conducción, comportamiento hacia los receptores y destrucción. Según los investigadores, la etiología de la adicción es consecuencia de una mezcla del sistema que regula la dopamina, un neurotransmisor que modula el sistema de recompensa cerebral.
En todos los casos, se ha analizado la influencia de los polimorfismos mononucleótidos (SNP) –cambio de una sola “letra” en un punto concreto del género- en dos poblaciones: personas con alto consumo de alcohol y personas dependientes del alcohol.
Entre las personas que consumen en exceso se han detectado polimorfismos que aumentan significativamente el riesgo asociado al consumo nocivo de alcohol: ADH1B y DRD2 para hombres y mujeres y MAOA para mujeres exclusivamente. Analizando la relación de las variables ambientales con el consumo nocivo de alcohol, se ha podido observar un perfil de alto riesgo: hombres, fumadores, que comen mucha carne y poca fruta y verdura, que trabajan en profesiones que no tienen un alto nivel de instrucción y con poca actividad física.
Entre las personas dependientes del alcohol se observa una asociación significativa para: en un SNP del gen ADH1B, ambos sexos; en los SNPs de los genes TH, COMT, DRD2, sólo en hombres; y con DRD3, sólo en mujeres.
El hecho de que la investigación de los excesivos consumidores se haya llevado a cabo con una muestra muy grande de 1.533 personas (653 casos y 880 controles) del proyecto EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition), la mitad hombres y la otra mitad mujeres, ha permitido la estratificación por sexos y el ajuste por variables ambientales que inciden en el consumo de alcohol, lo que “confiere alta fiabilidad a los resultados” según el investigador David Celorrio. “Hasta la fecha, la población caucásoide en España ha sido analizada a través de muestras muy pequeñas y con muy pocas mujeres”, ha añadido. La muestra de pacientes dependientes fue mucho menor, por lo que los resultados son menos consistentes.