El control de piezas fabricadas en composites mediante ensayos no destructivos siempre ha sido un problema. Normalmente se utilizan ultrasonidos, pero el método es laborioso porque las piezas deben ser analizadas punto a punto.
Para comprobar las piezas composites del avión de guerra Rafale, la planta de Dassault Aviation de Biarritz contará a finales de año con una instalación mucho más rápida. Las piezas de composite se verificarán con mayor precisión diez veces menos tiempo. Los ingenieros de Biarritz, en colaboración con la sociedad norteamericana Batelle, han preparado la máquina RTUIS (Real Time Ultrasonic Imaging Systems). La onda del ultrasonido atraviesa la pieza a controlar y se propaga en el líquido detector (freón).
Otra onda que sirve de referencia se dirige a este detector. La unión de ambas ondas da lugar a una red de interferencias que eleva la superficie del líquido. Estos levantamientos superficiales iluminan los rayos láser y la imagen se puede ver en la cámara de vídeo. De esta forma se pueden detectar todos los defectos de al menos 2 milímetros. En los últimos tres años se han realizado ensayos en una pequeña instalación en Biarritz y los resultados han permitido preparar una máquina más grande.