Presas con patadas, trabajos de un autodidacta

Imaz Amiano, Eneko

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

En la vertiente cantábrica del País Vasco, los ríos y arroyos no son de gran caudal, pero sí persistentes, y XVII. En el siglo XVIII el agua era imprescindible para hacer presas y mover molinos o trabajar en las ferrerías. En 1694 el ingeniero arrasatearra Pedro Bernardo Villarreal comenzó a construir presas con patadas.
Presas con patadas, trabajos de un autodidacta
01/05/2006 | Imaz Amiano, Eneko | Elhuyar Zientzia Komunikazioa
(Foto: R. Azpiazu)

Antes de inventar motores, XVII. En el siglo XX, por ejemplo, la fuerza del agua movía las muelas y los martillos de las ferrerías. Esta agua se almacenaba en pequeños embalses con presas de gravedad no muy grandes. Su base era sólida y amplia con los terrenos y piedras que rodean a la presa, y la pared se apretaba hacia arriba. Las presas más trabajadas eran de piedra, más robustas, pero de un par de metros de altura.

Pedro Bernardo Villarreal de Berriz, sin embargo, comenzó a construir una variante de estas presas: se dedicó a la construcción de presas con patadas o contrafuertes. Es decir, presas con estribos en la parte inferior. El muro de la presa puede ser recto o abovedado.

La colocación de estribos en el muro de la presa permite hacer un muro más fino, reduciendo el uso de materiales, ahorrando material. O bien se puede dar más altura al muro y recoger más agua en el embalse. El agua hace fuerza a la presa, las presas dirigen esa fuerza hacia el suelo y las patadas.

Con estas prisas, Pedro Bernardo consiguió reunir más agua y, por tanto, ganó más fuerza en sus ferrerías para favorecer la producción.

En su reciente andadura a orillas del río Lea se pueden ver algunos de sus trabajos.

Cinco presas

Pedro Bernardo explicó en un libro escrito por él la urgencia con cinco patadas (lo veremos más adelante). Todas ellas son presas de unos 3,60 metros de altura.

Dos están en Markina, Antsotegi y Osillain (en el libro de Pedro Bernardo aparece como Barroeta). La presa de Antsotegi se encuentra en el río Urko, camino de Markina a Elgoibar. Se trata de una bóveda o arco de un solo arco, con un único estribo en el lado izquierdo. La de Osillain o Barroeta se encuentra en el camino de Ondarroa, en el río Artibai, con dos arcos y una patada en el centro, separando ambos arcos.

También menciona dos presas en la zona de Gizaburuaga. La de Laisota tiene dos arcos y una sola patada. La presa del molino Arentzibia tiene tres arcos. Según el libro, "los tres arcos son de distinta cuerda para aprovechar algunas rocas". Levantó la cama en las rocas y fijó en ellas los estribos.

XX de la presa de Bedia. Plano del siglo XX.
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En cualquier caso, la principal presa de Pedro Bernardo es la de Bedia, la de Ibaizabal. Fue construido en 1734 o 1735. Tiene cinco arcos y cuatro patadas que los separan. Parece ser que dos años antes se había construido la presa de un solo arco en el mismo lugar, pero fue arrastrada por el agua, debido a la excesiva anchura del arco.

Pedro Bernardo Villarreal de Berriz ha sido considerado en algún momento inventor de presas con patadas, pero en la zona de la Mérida en España hay presas con varios estribos romanos. En cualquier caso, Pedro Bernardo publicó una obra compuesta por tres volúmenes en la que se explica por primera vez cómo son las presas con patadas, cómo se deben hacer, medidas, materiales, etc.

Obra escrita de Pedro

Pedro Bernardo explica en su introducción el porqué de su obra. Dice que sus amigos le empujaron a escribir, pero desde que era joven también da cuenta de su afición por las matemáticas y la hidráulica. Maquinas Hydraulicas de Molinos, y Herrerías, y Govierno de los Arboles, y Montes de Vizcaya, es el nombre de la obra que publicó en 1736.

En el primer volumen, siempre con respecto a las presas, se indican las presas de gravedad. Dice que son presas de antaño y a continuación explica el sistema de patadas, más seguras, más contundentes y más baratas. También en los estribos explica cómo se deben realizar (medidas, materiales, etc.). En capítulos posteriores explica los molinos.

En el segundo volumen, dedicado principalmente a las ferrerías y ruedas hidráulicas y, por último, en el tercer volumen, se dan normas y observaciones para la gestión y gobierno de los montes de Bizkaia.

Pedro Bernardo Villarreal de Berriz
Nació en Arrasate el 26 de mayo de 1669. Era hijo de la familia de los señores. Pasó sus primeros años en Arrasate. Posteriormente estudió en Bergara y Pamplona, desde donde se trasladó a la Universidad de Salamanca. Parece ser que dedicó sus estudios a la secretaría de autoridades, ya que para las autoridades de Madrid los villarrealtarras trabajaron como secretarios y asesores. Sin embargo, en Salamanca abandonó sus estudios e inició la investigación en temas de ingeniería. Parece que fue autodidacta.
(Foto: M.A. Nuño)
El 3 de enero de 1694 contrajo matrimonio con la lekeitiarra María Rosa Bengolea. Los Bengolea tampoco eran cualquiera. XII. En el siglo XIX eran descendientes de Pedro Ladrón de Gevara, cacique de Oñati, poseían varias casas torre, molino y ferrería. La boda permitió a Pedro Bernardo desarrollar sus investigaciones.
Murió el 19 de febrero de 1740 en Lekeitio. Era caballero de la Orden de Santiago, regidor de Lekeitio, pariente mayor y propietario de varios mayorías.
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