Desde su creación hasta fechas recientes, la web se ha utilizado principalmente en ordenadores convencionales, ya que para conectarse a Internet era necesaria una conexión por cable. Pero en los últimos años, desde que se han multiplicado las conexiones por WiFi o por telefonía móvil, se ha producido el fenómeno denominado Web Móvil, que consiste en navegar desde cualquier lugar utilizando un dispositivo móvil. Cada vez hay más dispositivos móviles de este tipo: portátiles, netbooks o ultraportátiles, teléfonos móviles o smartphones con capacidad de navegación, iPad de Apple y tablets que se están resucitando aprovechando su éxito... La propia movilidad y las características de estos dispositivos han creado nuevas oportunidades de navegación y los fabricantes de dispositivos y prestadores de servicios comienzan a ofrecer nuevas opciones de navegación. Pero como ocurre en los inicios de todas las cosas, cada cual lo hace a su manera, y por eso el W3C está intentando estandarizarlos para poder utilizar cualquier tipo de servicio en cualquier dispositivo.
Un dispositivo móvil tiene rutas para saber en qué coordenadas geográficas se encuentra. Algunos dispositivos incorporan un sistema GPS que permite conocer la ubicación con gran precisión. Las personas que se conecten a través de la red de telefonía móvil pueden conocer su posición mediante la triangulación de las antenas de telefonía móvil más cercanas. Los que se conectan vía WiFi pueden utilizar la dirección IP del proveedor y las bases de datos de Internet para conocer su ubicación aproximada. Esta capacidad se denomina geoposicionamiento.
Varias aplicaciones de dispositivos móviles ya utilizan la posición para proporcionar una mejor información. Por ejemplo, se trata de una información clave para aplicaciones de realidad añadida que aporta información adicional sobre lo que se está viendo (ver artículo diciembre 2009).
Pero esta información también puede ser de gran utilidad cuando navegamos por Internet: si nuestro navegador le indica a un servicio web dónde estamos, este servicio web podrá proporcionarnos información adaptada. Por ejemplo, la búsqueda de “restaurantes” en Google u otro buscador nos permitiría mostrar restaurantes cercanos a nosotros, si se quiere, ordenar los resultados en función de la distancia a ellos y cómo llegar. También podrían hacer la publicidad más enfocada y útil: tal y como nos muestran la publicidad relacionada con el tema de una página web que estamos viendo en la actualidad, en el futuro podrían mostrarnos la de las tiendas que tenemos a nuestro alrededor.
Además de en el móvil web, estos servicios se pueden utilizar en la navegación por un ordenador fijo convencional. El método de dirección IP permite conocer más o menos dónde estamos y que los resultados de una búsqueda o la publicidad sólo sean de nuestro país.
Para hacer realidad las citadas y otras muchas, existe un equipo en la organización W3C que tiene como objetivo “definir un interfaz para aplicaciones web que tengan en cuenta su ubicación, que tenga en cuenta la seguridad y la privacidad, para que el cliente pueda utilizar la información sobre la geolocalización”. Es decir, se está definiendo un estándar de geolocalización API para que los servicios web puedan conocer dónde estamos si queremos. El borrador final fue presentado en julio de 2009 y ahora se encuentra en proceso de recomendación.
Sin embargo, algunos navegadores ya tienen implementado el API de geoposicionamiento (Firefox 3.5 o superior, Google Chrome 5.0 o superior, iPhone 3.0 o superior y Android 2.0 o superior). Si tienes uno de ellos, ya puedes utilizar o probar algunos servicios web o demo que utilizan la geolocalización, como http://diveintohtml5.org/geolocation.html (en Google Maps te enseña dónde estás), http://www.beowulfe.com/oil/ (coloca la mancha del vertido de petróleo en un mapa para que puedas medir la distancia del territorio en el que vives).
Es previsible que en breve los servicios web existentes en la actualidad ofrezcan nuevas opciones muy interesantes a través de la geolocalización, así como la creación de nuevos servicios basados en ello.
En el siguiente número estaremos hablando de otra característica que se está trabajando en el W3C, que también se ha creado para la web móvil, pero que en el futuro será aplicable a cualquier tipo de navegación web: el acceso multimodal, es decir, la posibilidad de utilizar los servicios web a través de interfaces diferentes al teclado y el ratón (voz, gestos manuales, etc.).