Internet, desde su origen, ha sido muy similar al Far West, un nuevo territorio de exploración, sin fronteras geográficas ni jurisdicciones claras, donde las leyes han ido a menudo por las rápidas innovaciones y cambios... Y allí los colonos y todo tipo de aventureros y delincuentes, así han sido los gigantes tecnológicos, aprovechando los vacíos legales, en muchas actividades muy dudosas. Pero alguna vez llega la regulación. En los últimos meses se están poniendo en marcha o impulsando diversas leyes de regulación de la red, que están dando mucho que ver y que serán importantes para configurar la web del futuro. Veamos en qué consisten.
En el pasado también hemos conocido las leyes de regulación de la red. A modo de ejemplo, algunas siglas que quizá sean conocidas: Algunos estadounidenses como DMCA (Digital Millenium Copyright Act), CDA (Communications Decency Act), CAN-SPAM (Controlling the Assault of Non-Solicited Pornography Marketing) y el Reglamento General COPPA (Children’Privact Protective). Algunas de estas leyes se han realizado para regular comportamientos maliciosos de los usuarios particulares, como la piratería, el ciberacoso, el trolleado... Otros para apoyar los negocios de algunas empresas o sectores, como los que afectan a las cuentas de copyright, o para impulsar los intereses de los gobiernos, aunque sean dudosos, como por ejemplo permitir la censura.
Sin embargo, puede decirse que la mayoría de estas leyes van dirigidas a limitar las actividades de las empresas y a la defensa de los usuarios. De hecho, las empresas multinacionales de la red suelen estar trabajando con muy pocos escrúpulos (sin pedir permiso, utilizando protocolos cerrados...), obteniendo todo lo posible (clientes, nuestros datos, contenidos...), y así han conseguido ser las compañías más ricas del mundo. Y muchas empresas también utilizan la red para actividades ilegales en muchos países.
Es verdad que a posteriori se han hecho estas leyes, pero mejor tarde que nunca. Y, sin embargo, el impacto no ha sido suficiente, ya que los gigantes tecnológicos han seguido abusando y saqueando más dinero que nunca. Y es que, salvo las dos últimas leyes citadas, todas las demás tienen más de 20 años, y con la excepción de ambas, no ha habido otra ley de regulación de la red significativa en los últimos años. Sabemos cómo son las cosas del palaje y... Sin embargo, ahora están en vigor nuevas leyes de este tipo para las empresas.
En la Unión Europea se ha aprobado en julio de 2023 la denominada DSA (Digital Services Act) o Ley de Servicios Digitales. El objetivo de DSA es regular las prácticas de moderación de los contenidos de las plataformas de redes sociales y hacer frente a los contenidos ilegales. En esta Ley se responsabilizan de los contenidos ilícitos las empresas que alojen y publiquen información, datos o contenidos ajenos, siempre que sean advertidos y no hagan nada al respecto, así como los intermediarios de ventas que contengan información falsa. Justo en contra de lo que hace la equivalente ley americana, el CDA, que proporciona a estos intermediarios una gran inmunidad.
También impone a las plataformas nuevas obligaciones como la obligatoriedad de explicar a los reguladores cómo funcionan sus algoritmos y la transparencia en la toma de decisiones para eliminar contenido y en el alcance de los anunciantes hacia los usuarios. Asimismo, los usuarios deben poder ver el contenido sin mediación de ningún algoritmo, las solicitudes de autorización deben ser claras y dar acceso a los contenidos a los investigadores.
La Ley afecta únicamente a las grandes plataformas, en concreto a las que disponen de al menos 45 millones de usuarios activos en la UE al mes, pero incluye casi todas las redes sociales, plataformas de contenidos y servicios web conocidos: Aliexpress, Amazon, Booking, Google Shopping, Zalando, AppStore, Google Play, Facebook, Instagram, LinkedIn, Pinterest, Snapchat, Tik Tok, X, YouTube, Google Maps, Bing, Google Search y Wikipedia.
La importancia de esta ley se refleja en los esfuerzos de lobby realizados por las empresas de Big Tech para ablandarla. Y está afectando: en septiembre la UE advirtió a X de que tendría que hacer cambios, después de ver que es la red social con mayor tasa de desinformación, y en octubre volvió a llamar la atención sobre el abundante contenido ilegal y odioso de los ataques en Gaza en Israel. Esto amenaza a X con salir de Europa. Por lo tanto, está claro que la ley tiene un potencial de efectos positivos, si puede llevar a la desaparición de esta red tóxica y dar lugar al impulso de redes sociales descentralizadas como Mastodón. Pero es cierto que también tiene riesgo de censura, qué contenido se considera ilegal...
En mayo entró en vigor también en la UE la DMA (Digital Markets Act) o la Ley de Mercados Digitales. Su objetivo es garantizar la competitividad en los mercados digitales europeos, impidiendo a las grandes empresas abusar de su posición de poder para dificultar la entrada de nuevos actores en el mercado. Así, la ley denomina “porteros” a las plataformas digitales más grandes y les impone una serie de obligaciones y prohibiciones. Estos “porteros” son 22 servicios propiedad de 6 empresas que operan en 8 sectores (en la tabla inferior).
En cuanto a las obligaciones y prohibiciones, las más significativas son la prohibición de combinar datos recogidos en dos servicios de la misma empresa, como Facebook y WhatsApp; las disposiciones para proteger a los usuarios de las plataformas, incluidos anunciantes y editores; la prohibición de que las plataformas prioricen sus productos propios (por ejemplo, el buscador Google priorice sus productos); las disposiciones sobre la preinstalación de ciertos servicios en los sistemas operativos; y la interoperabilidad, la portabilidad y el acceso a los usuarios y a las empresas. Deben cumplir estas instrucciones para marzo de 2024.
Y está claro que esta ley también tendrá consecuencias muy positivas. Por ejemplo, al imponer la obligatoriedad de interoperabilidad a las aplicaciones de mensajería instantánea, Whatsapp y Facebook Messenger deberán permitir la comunicación con otras aplicaciones (Telegram, Signal, Snapchat...) y así poder acercarse a la descentralización de las comunicaciones, como venimos reclamando desde hace tiempo. Por desgracia, parece que de momento no van a favorecer la interoperabilidad entre las redes sociales... pero al menos sí la portabilidad, y que todos nuestros datos puedan ser trasladados de una red social a otra no es una victoria lenta.
Por el contrario, parece que el ACCESS (Augmenting Compatibility and Competition by Enabling Service Switching) de EEUU obligará a las redes sociales y otras plataformas a ser interoperables, además de ofrecer portabilidad. Sin embargo, aunque la ley fue aprobada por el Congreso y el Senado en 2021, su entrada en vigor está sujeta a nuevas fases de concreción y de legalidad, por lo que queda por ver en qué se va a materializar y en qué van a obligar. Las leyes AICO (American Innovation and Choice Online) y OAMA (Open App Markets Act) se encuentran en la misma situación, aceptadas pero en especificaciones y estudios de legalidad. La primera pretende prohibir que las tiendas y buscadores online prioricen sus productos o dificulten los de competencia, y la segunda quiere hacer lo mismo en las tiendas de aplicaciones (Google Play y App Store).
Como se ve, en el Atlántico se están regulando cosas similares. A ver si finalmente se consigue frenar a las grandes multinacionales de la red y tener en el futuro una web mejor, con servicios descentralizados que no son monopolios de unas pocas empresas, que respetan la privacidad y que no se dedican a todo tipo de trampas.