Hogares inteligentes

Leturia Azkarate, Igor

Informatikaria eta ikertzailea

Elhuyar Hizkuntza eta Teknologia

Si a un dispositivo digital se le añaden diferentes tipos de sensores, conexión a la red y software avanzado, se tiende a denominarlo Smart o “inteligente” (así decir, entre comas, denominación inteligente). Muchas cosas de nuestro día a día se han ido convirtiendo en “inteligentes” o se están convirtiendo en smartphones (teléfonos), smartwatches (relojes), smartTV (televisiones), coches realmente automóviles… ¿Cuál será el siguiente elemento de esta tendencia? Entremos en el mundo de las casas inteligentes.
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Ed. © macrovector/350RF

La idea o concepto de hogar inteligente no es de ayer por la mañana. Ha sido muy frecuente en ciencia ficción desde hace tiempo. Y los verdaderos intentos de construir casas inteligentes no son nuevos: si los fabricantes de electrodomésticos llevan décadas trabajando en el concepto de domótica o home automation.

Sin embargo, hasta hace poco los proyectos de domótica no han tenido mucho éxito, principalmente por dos razones: por un lado, cada productor trataba de desarrollar su sistema de domótica completo y propio, lo cual era costoso; por otro, la tecnología y los hogares no estaban preparados para cubrir determinadas necesidades de sistemas domóticos, sobre todo de interconectividad e interfaces de los dispositivos, que requerían un desarrollo e instalación expresa.

Los sistemas domóticos son complejos y requieren dispositivos o tecnologías adicionales como sensores (para la medición y detección de temperatura, movimiento, luz, humedad, etc.), actuadores (motores, interruptores, etc.), un controlador que permita la programación y las acciones a través de una interfaz (para la recepción y envío de señales desde dichos dispositivos), un bus de comunicaciones (controlador, sensores y actuadores) y una interfaz (controlador y órdenes de emisión).

Sistemas de comunicación entre dispositivos más adecuados

Cuando comenzaron los primeros intentos de domótica, uno de los mayores problemas era la comunicación entre dispositivos. Los sistemas de comunicaciones inalámbricas no estaban tan desarrollados y la comunicación entre dispositivos se hacía a través de sistemas PLC (Power-Line Communications). Estos sistemas utilizan cables de corriente y señales eléctricas (en otra frecuencia y con poca intensidad) para los mensajes entre dispositivos. Uno de los sistemas más antiguos y usados era el X10 y tenía muchos problemas: se necesitan filtros para evitar interferencias con los sistemas de los vecinos, el protocolo es lento, no está encriptado, a medida que se incrementa la distancia se puede ralentizar y perder la señal… Desde entonces han aparecido otros mejores sistemas PLC, como UPB (Universal Powerline Bus) y HomePlug, que no se han extendido. Otros sistemas, como el C-Bus, requieren de un cableado específico, por lo que son más costosos y complejos.

En la actualidad, sin embargo, existen tecnologías inalámbricas que no requieren cables o instalaciones especiales y las utilizamos diariamente: Wifi, Bluetooth… También se pueden utilizar (y se utilizan) en los sistemas de automatización domésticos actuales, ya que son más adecuados y fáciles para la domótica que los sistemas PLC u otros (si tienen encriptación, no necesitan instalación, etc.). Sin embargo, se han desarrollado sistemas de comunicación inalámbricos específicos para la domótica. De hecho, sistemas como el WiFi están pensados para el transporte rápido y masivo de datos, con altas frecuencias y un elevado consumo energético. Los sistemas desarrollados para la domótica están pensados para las características de este tipo de comunicaciones: poco ancho de banda, larga autonomía energética (algunos sistemas, como ZigBeek, tienen hasta dos años de vida de batería)… Ejemplos de ello son ZigBee, Z-Wave y EnOcean. Existen sistemas que pueden utilizar los cables de electricidad y las señales de radio, como Insteo. Y también otros que pueden utilizar cables de electricidad, cableado propio, señales de radio, infrarrojos y red Ethernet como KNX.

Dispositivos de todo tipo, controladores e interfaces

Actualmente existen diferentes tipos de sensores y actuadores para la domótica: termostatos, iluminación, persianas, apertura y cierre de ventanas, cerraduras, puertas de garaje, riego, detectores de presencia, alarmas, cámaras, sensores de puertas y ventanas, televisores, detectores de sonido, reproductores de música y vídeo… Cada uno de estos dispositivos utiliza alguno de los sistemas de comunicación mencionados. Por otro lado, es posible controlar cada vez más electrodomésticos (frigoríficos, lavadoras…) mediante alguno de estos sistemas de comunicación.

En cuanto a los controladores, existen en el mercado numerosos sistemas: InicioSeer, Control4, Crestron, SmartThings… y Insteon también lo tiene. Para comunicarse con sensores y actuadores pueden utilizar uno o varios de los sistemas de comunicación arriba mencionados. Cuantos más sistemas de comunicación sean compatibles, más posibilidades de elección de sensores y actuadores. Las funciones que ofrecen estos controladores son programar los dispositivos (para realizar acciones en función de lo que reciban de los sensores, la hora u otros parámetros) y dar órdenes a los dispositivos.

Por último, hay interfaces del controlador. Algunos controladores incluyen la interfaz en modo táctil o pantalla más teclado. Pero muchos de ellos también pueden ser controlados desde un PC o dispositivo móvil, a través de alguna aplicación, porque hoy en día todos lo tenemos y estamos acostumbrados a usarlos. De esta forma, los controladores son más baratos, podemos controlar el sistema cuando estamos lejos de casa... Por último, también hay interfaces de voz.

Por tanto, la compra de un controlador de domótica y otros dispositivos permite la automatización y control de la vivienda en la actualidad. Las posibilidades que ofrece son infinitas: poner la calefacción una hora antes de llegar a casa o levantarse de la cama; tener preparado el café caliente para la hora del desayuno; ver a los niños desde el trabajo mientras realizan las tareas domésticas; encender y apagar las luces durante las vacaciones y abrir y cerrar las persianas automáticamente para que parezca que están en casa; escuchar una alarma en casa y enviarnos un e-mail; apagar las luces de las habitaciones cuando no hay nadie…

Estos sistemas se irán ampliando en los próximos años, y en breve, este tipo de cosas nos parecerá algo habitual, muchas de las cosas que hacemos con el teléfono, antes impensables, como ahora nos son habituales. En cualquier caso, la seguridad de nuestro ordenador y de otros dispositivos deberá ser más seria que hasta ahora y olvidarse de las contraseñas “1234”, porque si no, ¡cualquier hacker nos hará un poltergeist!

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