Cloud computing: datos y aplicaciones en la niebla

Leturia Azkarate, Igor

Informatikaria eta ikertzailea

Elhuyar Hizkuntza eta Teknologia

Actualmente son muchos los servicios de la red que nos permiten almacenar y manejar nuestros datos. En algunos casos, además, tienen las mismas capacidades y posibilidades que los discos duros y aplicaciones de nuestro ordenador. El uso de este tipo de servicios web se denomina cloud computing, y la tendencia se está extendiendo cada vez más.
Cloud computing: datos y aplicaciones en la niebla
01/01/2010 | Leturia Azkarate, Igor | Informático e investigador
(Foto: ©iStockphoto.com/Andy Lin)

Los modernos navegadores de Internet, mediante técnicas como AJAX y CSS, ofrecen la posibilidad de construir webs con alto grado de interacción y las conexiones a Internet son cada vez más rápidas, por lo que el cloud computing es cada vez más utilizado: la ejecución y almacenamiento de aplicaciones y datos en la niebla, la red de internet.

Trabajar de esta manera tiene varias ventajas: trabajar con los mismos datos desde diferentes lugares (desde el trabajo y desde casa, por ejemplo), compartir documentos con otros, ahorrar en software... Pero también desventajas: la privacidad (muchas empresas, por ejemplo, no gustan sus datos, los que pueden ser confidenciales, ponerlos a disposición de otras personas), la lentitud con respecto a su ordenador, la imposibilidad de trabajar cuando hay problemas de conexión, la menor disponibilidad de aplicaciones, etc. Algunos servicios son totalmente gratuitos, otros de pago y otros limitados en versión gratuita pero mejorables con pago. El cloud computing es también una realidad con sus cosas buenas y sus problemas.

Múltiples usos

El ejemplo más conocido del cloud computing es el correo electrónico. De hecho, son muchas las personas que utilizamos servicios de correo web como Hotmail o Gmail. En ellos los mensajes no están en nuestro disco duro, sino en los servidores del proveedor, y la aplicación de gestión y envío de mensajes no es nada que tengamos que instalar en nuestro ordenador, sino el código HTML y Javascript del proveedor que se ejecuta en el navegador.

Otro uso habitual es el almacenamiento. Existen varios servicios en la web que nos permiten almacenar nuestros datos y documentos como Dropbox, Filebox o Skydrive. Además de ofrecer la posibilidad de compartir documentos entre varias personas, normalmente podemos sincronizar estos almacenes virtuales con el disco duro de nuestro ordenador, lo que permite trabajar desde diferentes lugares o ordenadores.

Otro tipo de cloud computing convencional es el de ofimática. Existen numerosas webs para almacenar, editar y compartir nuestros documentos, hojas de cálculo o presentaciones. A la hora de editar, puede que no tengan tantas opciones como aplicaciones que se instalen en el ordenador, pero son suficientes y sobrantes para muchos casos. Quizá el más conocido de estos servicios es Google Docs, pero hay otros muchos: Zoho, ThinkFree, etc.

Además de los ya mencionados, existen otro tipo de servicios: almacenamiento y edición de imágenes, copias de seguridad de nuestros datos on line, agendas de citas, tareas y contactos, etc. Se puede decir que tenemos versiones web de casi cualquier aplicación. De hecho, existen servicios que permiten sustituir a todo un ordenador --sistema operativo, disco duro y aplicaciones-- en línea, por ejemplo eye-OS.

¿Tendencia de futuro?

A la vista de las tendencias tecnológicas más recientes, es de esperar que en los próximos años se aumente el uso del cloud computing. Por ejemplo, cada vez se ven más pequeños ordenadores denominados netbook. Sus discos duros y capacidad no son grandes, pero están perfectamente preparados para la conectividad, es decir, para su uso en Internet. Por tanto, son ideales para el uso de aplicaciones on line.

Por otra parte, Google está haciendo una apuesta clara por el cloud computing, ya que, como es normal, tiene muchos servicios de este tipo (Gmail, Google Docs, Google Calendar, Google Wave...). En este contexto hay que entender los movimientos que ha realizado últimamente. Por ejemplo, ha lanzado el navegador de Internet Google Chrome, que hace más rápido la carga de páginas y la ejecución del código Javascript para ejecutar mejor las aplicaciones de niebla. Y recientemente ha presentado el sistema operativo Google Chrome OS: Se trata de un sistema operativo basado en Linux, cuya única aplicación es el navegador Google Chrome. En breve quieren poner a la venta los ordenadores que incorporan este sistema operativo, con los que sólo se podrán utilizar los servicios de niebla.

Seguramente el cloud computing nunca sustituirá totalmente a las aplicaciones y sistemas operativos de sobremesa convencional, pero parece que su uso aumentará. En los próximos años veremos convivir la computación tradicional con la nube, y en cada caso utilizaremos uno u otro.

Leturia Azkarate, Igor
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