Se ha escrito mucho sobre la gran Marie Curie. Se han publicado numerosas biografías. Entre ellos destaca la hija del prestigioso científico, Eve Curie, escrita en 1937. Esta biografía ha tenido un gran éxito desde su publicación. Se convirtió en un clásico de la divulgación científica y ahora, gracias a la asociación Klasikoak, el libro también está disponible en euskera traducido por la Fundación Elhuyar.
Los padres del autor, Marie y Pierre Curie, y su hermana, Irene Curie, fueron científicos de alto nivel, que recibieron el premio Nobel. Además, el marido de Eve, Henry Richardson Labouisse, jefe de UNICEF, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1965.
Eve era periodista y en este libro aborda el rigor del buen periodismo. "No he cambiado ninguna frase esencial ni inventado el color de un solo traje. Las cosas sucedieron como yo escribí y las palabras que he puesto se dijeron en boca de los personajes", dice en el prólogo.
El libro fue escrito tras la muerte de Madame Curie. Por un lado, Eve tenía una posición privilegiada para escribir la biografía, fue el protagonista y tuvo muchos otros protagonistas muy cerca. Realiza un retrato cercano y preciso de la madre, que refleja muy bien cómo cambia la vida del científico a lo largo de los años.
El relato comienza en Polonia y la primera parte del libro abarca el tiempo que transcurre hasta que Marie viaja a París. Era una época difícil para Polonia, y aunque Marie ha recibido una formación amplia, sus ojos están en París, en la Universidad de la Sorbona.
La segunda parte del libro transcurre en París y aparece una persona a la que Eve apenas conoció: Pierre Curie, marido de Marie y padre de Eve. El trabajo de la época trajo a los matrimonios el primer premio Nobel en 1903. El hito de esta segunda parte es una tragedia. Pierre Curie murió atrapado por un carro, cuando Eve tenía sólo un año. Completó un capítulo completo con lo sucedido el 19 de abril de 1906. La muerte de Pierre afectó mucho a Madame Curie.
En la parte final explica la vida a partir de ahí. Madame Curie estaba abatida por la muerte de Pierre, pero siguió trabajando duro. Y ganó un segundo premio Nobel en 1911. Era un científico muy famoso, aunque él no se sentía así. "No sabía ser famoso", dice Eve.
Para él Marie Curie no es un personaje famoso, sino alguien que conocía perfectamente.