El hallazgo más sorprendente e importante que hemos hecho todavía es el yacimiento neolítico de San Juan ante Portam Latinam (Álava). Es el final del Neolítico, pero encontrar en él pistas de 300 personas todavía me emociona. Creo que fue un gran descubrimiento, sobre todo porque había un montón de hombres, mujeres y niños, más de cien niños. Tanto por su cronología como por el tamaño del conjunto me impresiona y nos sorprendió.
Ahora estamos pensando en volver a investigar para sacar el máximo de datos. Porque entonces no teníamos la tecnología que tenemos hoy, y creo que tenemos acceso a información valiosa. Ahora estamos en ello, con el objetivo de obtener más información.
Quizá sea un mito, pero a muchos arqueólogos o al menos a mí me gustaría encontrar un serrucho o sarcófago medieval completo sin tocarlo y estar allí, además del esqueleto, toda la ropa. Estar bien vestido, completamente documentado... Un descubrimiento así sería emocionante, muy especial. Quizás porque tenemos pocas oportunidades, el sueño sería para mí. Porque en esos casos siempre hay alguien que ha llegado antes que tú y lo ha encontrado. Eso es lo que me gustaría estar sin tocar.
Otros, allí o aquí, siempre encontrarás similares. Y hay muchas cosas, y puede haber cosas muy interesantes en otros lugares del mundo. Por ejemplo, hemos estado en el Sahara y ha sido increíble. ¡Quién diría que nosotros íbamos a investigar los yacimientos de allí, buscando fosas en el desierto! Pero eso ya lo hemos visto. Así que me gustaría encontrar algo que no se ha visto, que para nosotros es imposible. La Edad Media es además mitificada, porque era un mundo muy especial y tiene algo de fantasía... No sé, me gusta esa época.