Ríos: agua y sedimentos

Andonegi Beristain, Garazi

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

En el nacedero de los ríos principales hay varios arroyos. El agua de los más pequeños se une y, al final, se crea un gran río abajo. Pero el agua no va sola en su viaje, transporta sedimentos, piedras y otros. Estos materiales pueden ser transportados disueltos en agua, en suspensión o como carga de fondos.
Ríos: agua y sedimentos
01/02/2006 | Andonegi Beristain, Garazi | Elhuyar Zientzia Komunikazioa

En el Departamento de Geodinámica de la UPV/EHU se ha iniciado un estudio para analizar la cantidad de sedimentos que salen en suspensión de las tres cuencas principales de Gipuzkoa, las cuencas del Urola, Urumea y Deba. El objetivo de la investigación es analizar la influencia de diferentes factores ambientales, tanto naturales como humanos, en la salida y transporte de estos sedimentos.

(Foto: UPV-EHU) Para ello se han seleccionado las cuencas altas de estos tres ríos: En el caso del Añarbe erreka Urumea, el arroyo Barrendiola en el de Urola y el arroyo Aixola en la cuenca del río Deba. La selección se ha realizado tras el estudio del medio físico de las cuencas altas de Gipuzkoa (geología, geomorfología, vegetación, hidrología, suelos...). Además, al ser diferentes entre sí, son representativas de las cuencas existentes en Gipuzkoa.

Turbidez y concentración de sedimentos

Para el estudio de los sedimentos de estos ríos se mide el caudal, las precipitaciones y la turbidez del agua. Estas medidas se adoptan ininterrumpidamente desde hace dos años.

La turbidez depende de los sedimentos que se transportan en suspensión con agua. Este parámetro se mide mediante una sonda sumergida en el agua. Y para medir la concentración de sedimentos hay un muestreador en el río.

Cuando llueve, el agua sube y el receptor se pone en marcha hasta llenar de agua las botellas que contiene. Los investigadores recogen estas muestras y, una vez vaciado el muestreador, las vuelven a colocar en el río, lista para la siguiente crecida. A continuación estas muestras se trasladan al laboratorio, se filtran y se miden los sedimentos que contienen. De esta forma se conoce la concentración de sedimentos en ese momento.

Aunque están interrelacionados, la relación entre turbidez y concentración de sedimentos no es directamente proporcional. El tipo de sedimentos, tamaño, color... influyen en la turbidez, aunque la concentración sea la misma. Cuando se establece la relación entre estos dos parámetros, existe la posibilidad de conocer la concentración de sedimentos que sale en todo momento de las cuencas, recordando que la turbidez se mide ininterrumpidamente. Para cada cuenca esta relación es diferente.

La influencia humana

La concentración de sedimentos que transportan los ríos no sólo depende de la lluvia y del caudal, sino también de la naturaleza de la cuenca. Dado que las tres cuencas seleccionadas para este estudio presentan características diferentes, comparando los resultados, se observa que en cada caso los factores que más influyen en la salida y transporte de los sedimentos son diferentes.

Arista de río tras matarrasa.
A. Elosegi
El uso de la tierra y las actividades humanas también tienen una gran influencia. Por ejemplo, si en una cuenca se practica la deforestación, el suelo queda desprotegido de la vegetación y, cuando llueve, desde esta ladera se llega mucho más sedimento al río. Mediante la medición continua de la turbidez de este arroyo se analiza la influencia de este tipo de actuaciones en la cantidad de sedimentos. Además, el alargamiento de estas medidas permite conocer la duración de esta situación.

Otra acción humana que afecta a la concentración de los sedimentos transportados es el relleno en una ladera. El terreno de relleno es relativamente libre y además no cuenta con protección vegetal. Por tanto, hasta que esta tierra se compacte y se cubran las hierbas, más sedimentos llegarán a la boca de la cuenca.

Embalses llenos

Las aguas de las tres cuencas altas en estudio alimentan los embalses, por lo que otro de los objetivos del estudio es conocer la cantidad de sedimentos que reciben los embalses. De hecho, las partículas que transporta el agua a los embalses se sedimentan en el fondo y, poco a poco, los embalses se llenan de sedimentos. De este modo, se analiza el tiempo durante el cual los embalses pueden desempeñar su función. Por ejemplo, en la cuenca del Ebro hay embalses que se han llenado totalmente de sedimentos.

La situación de los embalses en Euskal Herria no es, en absoluto, tan grave. Aquí se liberan sedimentos, pero no como para llenar los embalses a corto plazo.

En el futuro, además de las mediciones que se están realizando en las cuencas altas de los arroyos, también se realizarán mediciones en los afluentes situados más arriba de las mismas, con el fin de mejorar la fijación de las fuentes sedimentarias. Además, pretende analizar las características químicas del agua.

Difusión del conocimiento
Biblioteca
Título
Continuación del sedimento que sale en suspensión de varias cuencas altas de Gipuzkoa.
Director
Iñaki Antigüedad.
Equipo de trabajo
A. Zabaleta, M. Martínez, J. A. Uriarte e I. •
Departamento
Geodinámica.
Facultad
Ciencia y Tecnología.
Financiación
Departamento de Desarrollo Sostenible de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Ministerio de Ciencia y Tecnología de España (REN2002-01705/HID) y Universidad del País Vasco.
Por la izquierda, Iñaki Antigüedad, Miren Martinez, Ane Zabaleta y Jesus Angel Uriarte.
(Foto: UPV)
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