Acinetobacter baumannii es una bacteria oportunista que produce graves infecciones hospitalarias, como la neumonía. Es oportunista porque ataca a pacientes con una salud debilitada. La mortalidad de estas infecciones es alta, tanto por estar afectado como por ser resistente a muchos antibióticos A. baumannii. Además, mediante la aplicación de un tratamiento, la bacteria es capaz de desarrollar su resistencia al mismo.
Ante este problema, es muy importante hacer un seguimiento de las nuevas resistencias que consigue la bacteria para saber con qué antibióticos deben ser tratados los pacientes. Para llevar a cabo este estudio es necesario, por un lado, localizar y resaltar el gen de la nueva resistencia y, por otro, saber si existen integrones o no.
Los integrones son cadenas de genes de resistencia en las que se almacenan gran parte de las nuevas resistencias que consigue A. baumannii. La bacteria tiene otras vías, pero la más integral es la vía más eficaz para captar y transmitir resistencias.
En Leioa se están desarrollando métodos para la separación genética de A. baumannia y para conocer sus resistencias. (Foto: A. Umaran).
Los integrones tienen una gran movilidad y viajan por el cromosoma de la bacteria A. baumannii. No sólo eso, sino que también pueden dar el salto de una bacteria a otra. Esto significa que todas las resistencias que consigue una A. baumannii se transmiten fácilmente a otras y, por tanto, la especie se renueva constantemente y se vuelve más resistente. Además, como los integrones tienen un promotor, la bacteria siempre expresa o activa todas estas resistencias.
El aislamiento y análisis de los diferentes tipos de A. baumannii en los hospitales ha mostrado que la mayoría de ellos tienen integrones. En consecuencia, en los próximos años es muy probable que A. baumannii de los hospitales se convierta en resistente a los mejores antibióticos del momento, extendiendo esta resistencia a los integrones. De hecho, ya han aparecido cepas resistentes a los antibióticos actuales.
Así pues, la mortalidad por infecciones causadas por A. baumannii puede aumentar considerablemente, ya que no habrá antibióticos que resistan la infección. Hay que tener en cuenta que el número de pacientes contaminados por A. baumannia en hospitales no es elevado, pero el problema es grave por mortalidad.
En la actualidad los investigadores de la UPV/EHU, entre otros, están tratando de detectar estos casos y encontrar la forma de hacer el seguimiento.
En la actualidad existen técnicas para separar genéticamente las cepas de A. baumannii, pero ahora se quiere saber si las resistencias epidémicas están integradas en integrones. Se trata de encontrar formas de detectar precozmente las características de las resistencias de estas cepas, así como de estandarizar y hacer prácticos estos métodos para su aplicación en clínicas.
Es decir, la opción actual es mejorar el control, ya que de momento no hay sustitutos de los antibióticos. Para conseguirlo es necesario detectar la infección a tiempo y conocer la cepa de A. baumannii que la ha producido. Además, es necesario conocer las resistencias de la cepa causante de la infección y si tiene integrones. A través de este camino se pretende implantar sistemas de control y controlar la mortalidad por A. baumannii.