Bajo la dirección de Antonio Gómez-Muñoz, el equipo trabaja en la investigación de alternativas a estos medicamentos creando análogos de la molécula de fosfato C1P --cerida 1 fosfato. Esta molécula fue descubierta por primera vez en 1990 en un caso de leucemia humana. Tras su síntesis en el laboratorio, vieron que es un importante agente mitogénico --que provoca el crecimiento de las células y bloquea su muerte natural-. Tras el estudio de la molécula se ha observado que el proceso inflamatorio tiende a verse afectado, es decir, cuando las células detectan esta molécula liberan las moléculas que producen la inflamación, como las prostaglandinas y los citoquinas.
Pero esto no ocurre con todo tipo de células. Aunque parezca contradictorio, una misma molécula produce un efecto antiinflamatorio en varios tipos celulares. De ahí ha partido este grupo de investigación: La eliminación de la capacidad de provocar procesos inflamatorios en la molécula de C1P permitiría su uso como antiinflamatorio en determinados tipos de células sin afectar al resto de las células.
Para ello han creado moléculas sintéticas con una estructura muy similar a la de la molécula C1P, en colaboración con otro grupo de investigación de Barcelona. Este grupo, dirigido por los doctores Josefina Casas del IBMB-CSIC de Barcelona y Gemma Fabriás del IIQAB-CSIC, está formado por el Dr. Antonio Delgado de la Universidad de Barcelona. Son farmacéuticos y químicos orgánicos que obtienen al equipo de la UPV moléculas a medida.
Hasta ahora han probado 50 análogos de C1P a medida. Tres de ellos han conseguido el resultado previsto por el grupo, es decir, que funcione como antiinflamatorio sin provocar procesos inflamatorios en otras células. Estos análogos no generan prostaglandinas --como lo hace la molécula C1P -, por lo que no se produce un proceso inflamatorio.
Los procesos inflamatorios pueden tener diversos orígenes, como una infección. Existen enfermedades inflamatorias crónicas que, por su inestabilidad celular, provocan en muchos casos procesos de neoplasia --es decir, la formación de nuevos tejidos de carácter tumoral -. Este tipo de enfermedades son la colitis ulcerosa y la esclerosis múltiple. Esto se debe a que el estado de inflamación continua tiene una influencia importante en las células. Esto puede inestabilizar las células y provocar un crecimiento incontrolado de las mismas, así como bloquear la programación de las células para matarlas por sí mismas.
En la actualidad son muy pocos los grupos que estudian las capacidades antiinflamatorias de la molécula de C1P --en Virginia (EEUU), en la empresa farmacéutica Novartis (Austria) y en determinados grupos de investigación-, siendo el grupo de Antonio Gómez-Muñoz el primero en estudiarlo en 1995. De momento, la investigación ha sido probada a nivel celular, es decir, está en la primera fase de la investigación. A partir de ahora tendrán que probarlo en tejidos y órganos.