Mármol rojo de Ereño y Baztán

Andonegi Beristain, Garazi

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

El mármol es una piedra muy apreciada en construcción y decoración. También los mármoles rojos de Oko y Baztan, por ejemplo, se encuentran entre las piedras más preciadas de nuestro país.

Estos mármoles se caracterizan por su color, rojo, pero
también por su dureza y durabilidad.

Cretácico y rudistas

Los mármoles del Baztán y del Ere surgieron en el Cretácico, es decir, desde hace 120 millones de años hasta los 65 millones de años. En estas rocas, fosilizadas, se encuentran los bivalvos que habitan en el mar: los rudistas. Las formas o círculos blancos que se ven en el mármol rojo de Oko y Baztán son precisamente los fósiles de los rudistas.

Los rudistas vivían en el mar fosilizados en su posición, en el mármol rojo de Ere.

Los rudistas eran bivalvos en forma de cucurucho o copa que vivían entre corales y, desde el punto de vista geocronológico, desaparecieron en armonía con los dinosaurios. Por eso son tan interesantes porque pueden dar a conocer los acontecimientos y las características climáticas de la época.

Descubriendo la historia de Mármol

Bombardeando los fósiles de estos rudistas con los electrones, los investigadores hacen aparecer la proporción de elementos del mármol. Definen la composición mineralógica y geoquímica del mármol. Así, los procesos geológicos pueden conocer qué elementos fueron añadidos a los fósiles. De hecho, el calcio, el estroncio y el sodio se pueden considerar componentes propios de los rudistas, pero el resto, como el manganeso y el hierro, suelen ser añadidos externamente.

Además de estos estudios, los geólogos de Leioa utilizan la catodoluminiscencia. Mediante la catodoluminiscencia se ponen de manifiesto elementos que en su origen no eran de la concha, ya que las conchas de los bivalvos no emiten por sí mismas luminiscencia. Así, en los mármoles cortados en láminas finas, a la vista de la localización de la luminiscencia, se observa por dónde se dispersaron en la piedra elementos extraños.

Además, cuantificando el número de capas de la cáscara del rudista fosilizado, midiendo las distancias entre capas y realizando estudios con isótopos estables, obtienen otros datos: la cantidad de vida de los rudistas, la variación de la temperatura del mar, la influencia de las aguas salobres o dulces, su hundimiento en el subsuelo, su extensión, etc.

Pero hay algo que todavía no han aclarado. ¿De dónde viene el color rojo de los mármoles de Baztan y Ere oko? Esto es lo que los investigadores desearían estudiar a partir de ahora y ver si el vertido provenía de una capa de hierro situada debajo y cuándo ocurrió.

Con estas investigaciones se pretende crear la tarjeta de identidad de los mármoles rojos de Igualmente Oko y Baztán, ya que en el mercado de las piedras también abundan las falsificaciones. Para ello es necesario conocer todos los secretos que encierran estos mármoles.

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