Medikuntza eta Erizaintzako irakaslea eta Neurozientziak Saileko ikertzailea, EHU
El medio enriquecido es una combinación de objetos, interacción social y ejercicio físico. En 1947 el psicólogo canadiense Donald Hebb describe por primera vez los beneficios de estos ambientes. Para ello, llevó a explorar las orillas de su residencia la mitad de una cría de rata que estaba creciendo en las habituales jaulas del laboratorio. Las ratas, como animales domésticos, viajaron libremente, de un lado a otro estudiando, explorando, excitando exponencialmente sus sentidos. Posteriormente, Hebb realizó pruebas de comportamiento en memoria, y se dio cuenta de que las ratas que vivían libres en su casa superaban de forma significativa y mejor los resultados de las pruebas de comportamiento de las ratas cultivadas en las jaulas del laboratorio tradicional. Comenzó entonces la revolución de la investigación en entornos enriquecidos.
Desde entonces se han realizado multitud de investigaciones. El uso de medios enriquecidos produce alteraciones anatómicas, entre las que se ha descrito un aumento del peso, grosor y tamaño de la corteza, así como un aumento del volumen de la zona anatómica relacionada con la capacidad de aprendizaje y los procesos de memoria, el hipocampo. Además de favorecer el desarrollo y excitación de los sentidos, promueve procesos creativos como la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de los ya existentes) la sinaptogénesis (formación de sinapsis), la neurogénesis (producción de neuronas) y la expresión y liberación de factores neurotróficos (figura 1). Además, se ha demostrado que reduce el proceso de apoptosis (muerte celular programada). Desde la constatación de todos estos procesos, los entornos enriquecidos se han convertido en una herramienta poderosa, valiosa y preciada, que se ha propuesto y utilizado como terapia multi-sensorial en diversas enfermedades para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Estudios de las últimas décadas han demostrado y confirmado que estos entornos singulares son muy beneficiosos y saludables. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, la terapia multi-sensorial provoca una importante disminución de la acumulación de amiloides (Abs), que se ha relacionado directamente con una mejora cognitiva expresiva de los ratones. Asimismo, esta terapia aumenta la resistencia al compuesto neurotóxico MPTP causante del Parkinson. En la enfermedad conocida como Hungtinton, el medio enriquecido restaura la escasez de proteínas que se produce a raíz de la enfermedad y alivia así la falta de coordinación motriz que la enfermedad provoca en los ratones. Pero los beneficios de esta terapia no sólo se han detectado en enfermedades neurodegenerativas. En el autismo, los accidentes cerebrovasculares, las lesiones cerebrales traumáticas, la epilepsia, la depresión y muchas enfermedades genéticas también se han notado efectos saludables.
Por otro lado, cabe destacar que estas condiciones especiales pueden tener efectos muy beneficiosos en los casos de dependencia de sustancias y en contra del uso abusivo de drogas. La novedad, el ejercicio físico y la interacción social que ofrece el medio enriquecido hacen que se activen repetidamente los circuitos cerebrales de recompensas y, en consecuencia, se reduzca la autogestión compulsiva de sustancias psicoestimulantes tan característica de la adicción a las drogas. Asimismo, se constata la disminución de la vulnerabilidad frente a las drogas de ratas. Por ello, la terapia multi-sensorial se ha ido convirtiendo en una actividad puntera para combatir la adicción a las drogas, tanto como medida preventiva y tratamiento (Figura 1).
Celebraciones, cenas de txokos, festivales, fiestas, comidas familiares… En la cultura vasca, el consumo de alcohol está muy arraigado, es una costumbre normalizada. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, el alcohol (por encima de la cocaína, los estimulantes sintéticos, los alucinógenos o los derivados del cannabis) es la droga más peligrosa para la salud física, psíquica y social de las personas. Por un lado, puede provocar riesgos a corto plazo, como accidentes de coche, estados de coma por intoxicaciones etílicas o muerte súbita. También tiene efectos orgánicos y psicológicos a largo plazo menos conocidos. De hecho, el riesgo de sufrir estos daños aumenta cuando el consumo se inicia en la adolescencia, donde se produce un continuo proceso de desarrollo y maduración cerebral.
Desde hace un par de años, investigadores del laboratorio de Neurociencias de la UPV-EHU comenzamos a investigar los efectos adversos a largo plazo que se producen por el consumo excesivo de alcohol en la adolescencia. En este proyecto de investigación llevado a cabo con los ratones, se utilizó un modelo equivalente a la bebida callejera que los jóvenes realizan cada fin de semana, es decir, un consumo de alcohol basado en los atracones a corto plazo.
Según los resultados observados en este estudio, los efectos nocivos del alcohol se mantienen a largo plazo. Esto se percibe especialmente cuando se realizan pruebas de comportamiento en memoria. Los ratones inmersos en el modelo de la bebida callejera en la adolescencia han mostrado peores memorias de reconocimiento y asociación al compararlas con los grupos de control. En este sentido, también ha sido evidente la pérdida de memoria espacial, lo que refleja un significativo deterioro cognitivo. Además, los ratones que beben alcohol en la adolescencia tienen una coordinación motriz y un peor equilibrio.
A la vista de estos resultados, nuestro grupo propuso dar un paso más: analizar los efectos beneficiosos que la terapia en medio enriquecido podía tener sobre la recuperación de las lesiones cerebrales ocurridas en los ratones como consecuencia del consumo excesivo de alcohol.
Los ratones inmersos en el modelo de la bebida callejera se introdujeron durante dos semanas en jaulas de medio enriquecido. Son más grandes que las jaulas de laboratorio convencionales, con ruedas de correr, cuestas, túneles y objetos de diferentes colores, tamaños y texturas para excitar los sentidos de los animales y fomentar el ejercicio físico y la interacción social, garantizando así los cambios moleculares, anatómicos y funcionales del proceso de desarrollo cerebral.
Los resultados obtenidos fueron muy ilustrativos, ya que evidenciaron que se podía mejorar la calidad de vida de las personas que viven o han vivido bajo la bebida. Por un lado, estas especiales condiciones restituyeron completamente el deterioro cognitivo, al restablecer completamente la memoria espacial, los recuerdos de conocimiento y asociación, y a la vez estimular la coordinación motriz y conformar el equilibrio (Figura 2).
Desde el momento en que nacemos somos seres vivos mortales y, como si estuviéramos jugando en el interior de una ruleta rusa gigante, esperamos a nuestro lipar para predecir qué “bala” o enfermedad nos ha tocado cuando pulsamos el gato a la altura del local. Enfermedad neurodegenerativa, cáncer, infarto, apika?
El medio enriquecido actúa como cierre de seguridad de esta pistola retrasando los síntomas de esta enfermedad o “bala”. Ya se conoce las consecuencias sanitarias inmediatas de la terapia de Snoezel, una terapia multi-sensorial basada en la relajación y el bienestar personal, creada en los Países Bajos en los años 70. Con el paso de los años, los beneficios de este nuevo concepto fueron plenamente aceptados en países del norte de Europa como Canadá, Australia o Estados Unidos. Sin embargo, hasta la década de los 90 no se mostró el uso terapéutico de esta técnica, especialmente entre las personas con discapacidad psíquica y demencia.
Hoy por hoy, sin embargo, tenemos más acceso a la terapia en medio enriquecido, que ya se ha puesto en marcha en Euskal Herria, ya que el primer centro de atención se abrió en Donostia en 2011. El objetivo de este centro es comprobar si la novedad que ofrece este modelo de terapia se ajusta a las necesidades de la población, ofreciendo terapias cognitivo-sensoriales a niños y adultos con discapacidad, entre otras.
Se percibe así una perspectiva optimista para mejorar la calidad de vida de las personas que han vivido bajo el alcoholismo. De hecho, teniendo en cuenta la tasa de prevalencia del consumo excesivo de alcohol en menores y los perjuicios que este consumo excesivo ocasiona especialmente en la adolescencia, tanto el sistema sanitario como la ciudadanía han solicitado por unanimidad la investigación de proyectos de prevención o nuevos tratamientos. Sin embargo, a menudo se dificulta la consecución del objetivo de estos programas de prevención. En la cultura vasca en particular, en la que se considera deporte olímpico la elevación y la rigidez del codo.
El hecho de que el consumo de alcohol esté normalizado socialmente y, sobre todo, históricamente, esté arraigado a la cultura del ocio, nos obliga a mantener el equilibrio entre el ocio y el consumo de alcohol. Y el camino es sencillo, es factible. Vivimos en un entorno enriquecido natural, sostenible e inconsciente. El aprovechamiento y aprovechamiento de este recurso, que está en su poder. Gusto, tacto, vista, olfato y oído. Cinco sentidos. Un tesoro.
Gracias a Izaskun Elezgarai, profesora que sabe sacar lo mejor de los investigadores.
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