Arlanpe: cuatro ventanas para entender la prehistoria vizcaína

Rios Garaizar, Joseba

Burgosko Giza Eboluzioari buruzko Ikerketa Zentroa - CENIEH

Garate Maidagan, Diego

Bilboko Arkeologi Museoa

Gómez Olivencia, Asier

Parisko Historia Naturalaren Museoa

La Diputación Foral de Bizkaia ha publicado recientemente en la serie BAI (Excavaciones Arqueológicas de Bizkaia) un libro sobre el yacimiento de Arlanpe, en el que se presentan los principales resultados de las excavaciones e investigaciones llevadas a cabo durante el periodo 2006-2012. La cueva de Arlanpe se encuentra en Lemoa, en la margen derecha final del río Arratia, al oeste del Atxa de Arlanpe. Actualmente, la boca de la cueva se abre al noreste. A pesar de no ser fácil de llegar, los "tesoros" arqueopaleontológicos encontrados en el lugar han merecido la pena. En las excavaciones participaron cerca de 20 arqueólogos voluntarios, y los trabajos de investigación han sido realizados por otros 20 investigadores de diferentes centros de investigación. La coordinación de los trabajos ha recaído en los siguientes miembros: Joseba Ríos Garaizar, del Centro de Investigación sobre Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Diego Garate del Museo de Arqueología de Bilbao, y Asier Gómez Olivencia, del Museo de Historia Natural de París.
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Ubicación de Arlanpe con respecto a otros yacimientos de la zona y ubicación de la cueva en Atxa de Arlanpe. Ed. Joseba Ríos

El yacimiento de Arlanpe está situado en el valle de Arratia, en el término municipal de Lemoa. Aunque el yacimiento fue descubierto en 1961, su verdadero potencial arqueológico se puso de manifiesto con los primeros sondeos realizados en 2006. En general, podemos decir que la cueva de Arlanpe ha sido utilizada tanto por humanos como por otros animales en los últimos 150.000 años. Fue utilizado como refugio por dos especies humanas: los neandertales, a lo largo del antiguo Paleolítico Medio, y nuestras especies, especialmente en el Paleolítico Superior y en la Edad del Bronce. En los estratos paleolíticos se encuentran restos de animales cazados, los más comunes son la cabra montés ( Capra pyrenaica ) y el sarrio ( Rupicapra pyrenaica ), coincidiendo con la zona montañosa de la zona. Sin embargo, también se encuentran otras especies de carnívoros (ver tabla superior) y ungulados, entre los que destacan la ciervo, el corzo, la reno de nieve, el caballo o el oro, como indicadores de otros ecosistemas próximos.

En la limpieza de sedimentos también se han encontrado huesos de microvertebrados. Así, en Arlanpe se han identificado 34 taxones, 23 mamíferos, seis reptiles y cinco anfibios. Debido a la estrecha relación existente entre estas especies y el medio, los cambios en los taxones y en el número de individuos reflejan los cambios en el entorno. Lo mismo ocurre con el polen de los árboles y otras plantas que hemos encontrado en el sedimento. Finalmente, podemos describir la excavación de los yacimientos como un proceso de destrucción controlada, ya que la información no recogida se pierde para siempre. Como se ha visto, los yacimientos ofrecen información variada, por lo que es imprescindible el trabajo coordinado de investigadores de diferentes campos para obtener el máximo de datos.

Si representáramos el pasado como una biblioteca, los yacimientos arqueológicos y paleontológicos serían sus párrafos, páginas o folletos. En el yacimiento de Arlanpe hemos separado cuatro páginas que no van consecutivamente. El primero, y el más importante, son los niveles correspondientes al Paleolítico Medio Antiguo, que se sitúan al final del Pleistoceno Medio, es decir, hace 200-115 mil años. Además de la escasez de yacimientos de esta cronología, los de Arlanpe podrían ser uno de los más antiguos de la vertiente cantábrica. En estos niveles se han encontrado herramientas de piedra neandertales y se ha obtenido información sobre el entorno. Estos grupos de neandertales fabricaron y utilizaron distintos útiles de roca, principalmente en los ARPEGIOS a base de lutita o puntas y rascadores a base de rocas (ver tabla de la página 48). Estos grupos controlaban amplias zonas desde Urbasa y Treviño hasta la costa vizcaína. Desde el punto de vista ambiental, parece que el clima final de esta época fue bastante bueno, y que los bosques se desarrollaron mucho, señal de una época interglacial.

Maxilar de un hombre de la Edad del Bronce en Arlanpe. Ed. Joseba Ríos

Otro hito importante en el uso de la cueva fue hace 17.000 años. En aquella época, los cazadores-recolectores de Solutrense utilizaron para preparar la cueva para la caza. Estas cortas estancias y su interpretación viene dada por la cantidad y morfología de los utensilios de piedra, siendo especialmente importantes los útiles de caza. Otros utensilios son de hueso y también se han encontrado adornos, principalmente dientes de animales perforados. Estos niveles arqueológicos son especialmente importantes porque, a pesar de estar dentro del Solutrense, se percibe el inicio de la Magdaleniense.

Durante la magdaleniense, hace unos 14.000 años, la cueva fue utilizada simbólicamente. Los cazadores-recolectores de la época grabaron las figuras esquemáticas de las mujeres en una gran caliza situada en el centro de la cueva. Estos grabados se parecen a los encontrados en Francia y Alemania y son muy escasos en la península ibérica. Además, los de Arlanpe podrían ser uno de los más antiguos descubiertos en Europa. La ampliación de estas representaciones probablemente esté relacionada con los movimientos hacia el norte de los grupos humanos que ocurrieron en el momento en que finalizaba la última glaciación, en un momento en el que el centro de Europa era un lugar habitable de nuevo.

En la última ventana del pasado que nos ofrece Arlanpe (hace unos 3.500 años, en la Edad del Bronce), la cueva se utilizó como tumba. Los huesos humanos de esta cronología se han encontrado en diferentes zonas de la cueva. Además, una colina central puede estar relacionada con los ritos realizados en este contexto.

Una quinta ventana, esta vez fuera de la prehistoria, debe situarse en la época romana, IV de la época. En el siglo XX. La cueva se volvió a utilizar de forma simbólica, se construyeron las fosas y se dejaron las ofertas junto con los huesos animales.

Está claro que Arlanpe es uno de los lugares más importantes para conocer la vida de los primeros habitantes de Bizkaia y, además, nos proporciona información útil sobre otros momentos del Paleolítico. Junto a los estudios que se están llevando a cabo en otros yacimientos (Santa Catalina, Lezetxiki, Bolinkoba, Balzola, etc.) y en los que estamos trabajando (Aranbaltza, Punta Lucero, Atxurra) para seguir completando la biblioteca de los ecosistemas y la prehistoria del Cuaternario del País Vasco, será un buen grano de arena.

Otros habitantes de Arlanpe
Algunos animales de Arlanpe: arriba, huesos de cabra encontrados en las gradas del Solutrense; abajo, la dentadura lechera de especies fermentadas desconocidas y el tejo de un oso de las cuevas. Ed. Joseba Ríos
El último oso de Bizkaia se cazó en 1871, hasta entonces se ha comprobado la presencia de las tres especies de osos.
Los restos más antiguos son restos de más de 300.000 años de Ursus deninge, encontrados en Santa Isabel de Ranero. Esta especie es precursora del oso rupestre Ursus spelaeus. Este último comía menos carne que -- spelaeus ak-- oso pardo ( Ursus ardun ). El oso pardo llegó a la península Ibérica al final del Pleistoceno Medio y parece que el oso de las cuevas caducó hace unos 28 mil años.
En Arlanpe se han encontrado restos tanto del oso de las cuevas como del oso pardo: dientes y huesos de manos y piernas. En este yacimiento, el oso es el animal carnívoro más común, y entre sus fósiles, la dentadura láctea es la huella más abundante encontrada. La cueva fue utilizada como lugar de hibernación o de escondite, y los críos perderían espontáneamente los dientes de leche tras la salida definitiva de los dientes.
En la cueva de Arlanpe se ha comprobado la presencia de otros grandes, medianos y pequeños carnívoros, especialmente en los niveles del antiguo Paleolítico Medio. En los niveles del Paleolítico Superior la cantidad y diversidad de especies es mucho menor. Se han identificado el leopardo, el zorro, el lobo, el cuón (canido que actualmente vive solo en Asia), el tejón y el hiena. Es más, a lo largo de las excavaciones tuvimos la visita de un zorro que comprueba su potencial como guarida.
Cuando las piedras hablan
Industria pétrea del antiguo Paleolítico Medio: Cantil 1-6, 7-8 lutitas. 1-6: puntas, rascadores y láminas afectadas. 7: Emotivo de príncipe. 8: plancha. Ed. Joseba Ríos
Las investigaciones sobre herramientas pétreas pueden aportar información útil. Se analiza la materia prima de los útiles de piedra para conocer su origen. En Arlanpe predominan dos materias primas: la lutita y el cantil. La primera se puede encontrar en la zona, en el río Arratia, a un kilómetro de la cueva. Por su parte, en la zona de Arlanpe se puede encontrar en la costa vizcaína (tipo flysch), en Treviño, Lozan y Urbasa, y en cada uno de los lugares se distinguen los distintos tipos de rocas. Por lo tanto, en muchos casos podemos conocer el origen de la materia prima, y así conocer el campo de influencia del equipo humano, bien sea por la recepción directa de la materia prima en esa zona o por su intercambio con otros grupos.
Ejemplos de la utilización de utensilios de piedra pueden ser el corte de carne y el cultivo de cuero o madera. El uso de diferentes materiales genera indicios diferentes y, a través de los ensayos actuales, somos capaces de ver para qué se utilizaban en el pasado los diferentes instrumentos.
La producción de los instrumentos estaba condicionada por la materia prima y por el tipo de herramientas que se pretenden obtener, por lo que se han utilizado diferentes técnicas en la fabricación de los útiles de piedra. Debido a la evolución en el tiempo de estas técnicas se han utilizado para subdividir el Paleolítico.
Por ejemplo, en lo que respecta a la producción en serie de instrumentos similares, podemos situar a la técnica Levallois como precursora del taylorismo, aparecida hace 300 mil años en la península ibérica.
Por último, la investigación holística de las piedras nos proporciona información sobre la actividad económica de los grupos humanos y la planificación de los mismos, es decir, qué tipo de materias primas se emplearon y a qué distancia del yacimiento se hallaban, el porcentaje de cada materia prima, el proceso técnico de fabricación de las piedras y su utilización. Los cambios que se han producido a lo largo del tiempo y las diferencias que podemos encontrar en los distintos lugares de cada época son útiles para comprender las sociedades de los cazadores.

Más información

www.bizkaia.net/archivos/04/patrimonio/Kobie/PDF/7/Kobie_bai_3_web.pdf
http://antiquity.ac.uk/projgall/rios-garaizar329/
Rios-Garaizar, J.; Garate, D.; Gómez-Olivencia, A.; Arceredillo, D.; Iriarte, E.; García, A.; San Pedro, Z.: "El final del Solutrense en el oriente cantábrico a través de las ocupaciones de la cueva de Arlanpe" (Lemoa, Bizkaia). Zephyrus LXXII, 15-38.
Gómez-Olivencia, A.; Arceredillo, D.; Rios-Garaizar, J.; Garate, D.; Iriarte, E.; Pedro, S.G. : 'Dental Anomalies in the Mandible of Capra pyrenaica: Presence of Two Permanent Fourth Premolars in a Pleistocene Wild Goat from Arlanpe Cave" (Bizkaia, Northern Spain). Int. J. Osteoarchaeol, 23 (2013), 737-745.

Agradecimiento

Para los trabajos realizados en Arlanpe ha sido imprescindible la colaboración de las personas que han participado en las excavaciones. El libro editado por la Diputación Foral de Bizkaia es fruto del trabajo de un equipo multidisciplinar que ha participado en el proyecto de investigación. Gracias al pueblo y al ayuntamiento de Lemoa, a la Diputación Foral de Bizkaia, al Gobierno Vasco, a la Fundación Barandiaran, a Eusko Ikaskuntza y a la Asociación Cultural Arpea por su colaboración en la excavación y la investigación.

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