Espacios naturales en el entorno de Zumaia

El territorio de nuestra costa es un territorio con un gran potencial ecológico, ya que los últimos espacios naturales que nos quedan así lo indican. Las zonas costeras son muy atractivas y confortables, por lo que se han colonizado de forma inmediata, destruyendo en la mayoría de los casos completamente a los seres humanos. Sin embargo, todavía se conservan algunos lugares singulares, cuyo testigo es el entorno de Zumaia.

Según se indica en el siguiente mapa orientativo, el entorno de Zumaia aparece dividido en tres zonas:

  1. Río Urola, Bedua, “S. Miguel Artadi” y Orrua.
  2. Playa de Santiago y marisma.
  3. Playas y acantilados de San Telmo, Aitzgorri y Aitzuri.

En función de la distribución realizada y por orden, trataremos de señalar las singularidades más interesantes de estas zonas.

El río Urola, en su afán por alcanzar la velocidad en el curso final, forma bonitos meandros que alteran diariamente su fisonomía debido al mar. Desde la antigüedad, numerosas embarcaciones han atravesado sus aguas saladas y brillantes. Por medio del comercio y la construcción naval, hace ya muchos años en esta zona había mucha gente. Posteriormente, el hombre, despreciando los fangos y las marismas de las orillas del río, emprendió un relleno que, a veces, no sabía para qué actuaba (quedándose avergonzado en algunas zonas) conformando terrenos como el desierto. Sin embargo, pese a la agresión de esta zona, mantiene su aspecto ecológico y sigue siendo muy adecuado para la recuperación ecológica. Pero los fantasmas siempre aparecen y se destruyen más de lo que se puede recuperar, haciéndolos irrecuperables.

Es hora de poner en práctica lo que dicen nuestros dirigentes políticos, porque nuestro territorio tiene mucha necesidad y el entorno de Bedua es un ejemplo claro.

En este interesante espacio natural, las riquezas ecológicas son muy diferentes. Podemos distinguir dos grupos botánicos: 1. Bosques situados en las laderas de los ríos, dominados por el encinar cantábrico. Año tras año su situación se está deteriorando, eliminando los pinares laterales que reciben grandes palizas. Se deberían tomar medidas para su conservación. También habría que realizar nuevas plantaciones con esta especie ( Quercus ilex subspilex ). Hay que tener en cuenta, además, que hay zonas en las que aparecen pendientes vacías y que la erosión puede ser elevada, por lo que sería muy beneficioso realizar plantaciones. 2. La vegetación presente en los cursos fluviales y isletas es también específica e importante en estos lugares. Hay especies muy interesantes como el Glaux maritima.

Pero sin duda la riqueza más importante en esta zona es la de las aves. Para definirlo en pocas palabras, en 1967 en la revista Munibe A. En el dossier “Estudio de la avifauna de Guipúzcoa”, escrito por Noval, decía textualmente: “San Miguel de Artadi (Zumaya), un verdadero paraíso de los pájaros, cruzado en Primavera y Otoño por las corrientes de migrantes”. Es cierto que el biotopo se ha ido degradando, destruyendo los bosques autóctonos. Por lo tanto, se puede entender la desaparición de las aves nidificantes mencionadas en la zona de Artadi, como el gavilán y la tórtola.

Sin embargo, como señalaba Noval, el paso de aves por encima de Zumaia es muy evidente, por lo que en estos largos viajes, las marismas, limos, riberas, bosquetes y bosques de la zona del Urola son lugares idóneos para descansar.

Aster tripolium subsp. tripolium y Halimione portulacoides (especies típicas de las marismas) aparecen en la Bedua.

Otra característica importante de Bedua es que es un lugar ideal para pasar el invierno. Por lo tanto, el número de aves marinas es muy elevado, sobre todo la de la gaviota reidora (89-XII-7, 400 ejemplares), pero también se observan otras especies, entre las que destacan la gaviota sombría, la gaviota argéntea, los cormoranes, la gaviota piña... y otras especies de aves acuáticas como las limícolas. Así pues, los castañuelas, los timbres, las kurlintas y los chorlitos son visitantes habituales en los paseos de pájaro, donde pequeños grupos invernan.

Los anátidos suelen ser bastante escasos, apareciendo de vez en cuando sólo algunos (ánsar común, ánsar txistulari, ánade basahate, cerceta común, pato cuchara...). También se ven distintos grupos de garzas: una garza real (9-XII-89, 12 unidades). Parece que se ha situado bastante bien en Bedua para pasar el invierno, destacando su silueta en las artes circundantes. Las pequeñas garzas invernan también en esta zona (90-I-3, una pareja). Esta especie puede estar en proceso de expansión en nuestras costas y el Bedua puede ser un lugar ideal para pasar el invierno.

Hay muchas otras referencias en esta zona, pero por su interés destacamos las siguientes: 1.- Realizada el 12 de julio de 1989. En el corazón de Bedua vimos al amiltxori común, que enseguida (como es habitual) se ocultó en la charadía. Quizás provenga de las colonias que hay en la zona de Atturri. 2.- El otro es el Martín pescador, antaño bastante común. Todavía tenemos la oportunidad de ver en Bedua su canto y vuelo. A pesar de haberlo visto el 4 de julio de 1989, no hemos confirmado si es nidificante o no.

Garza real. Garceta pequeña. Las diferentes garzas también utilizan la zona de Bedua para invernar.

Aunque a más de uno le parezca lo más normal conservar y mejorar este maravilloso lugar, no ocurre. Sorprendentemente, según un estudio realizado en 1981 (J. Elosegi y A. Bea) San Miguel de Artadi, si se proponía como zona protegida, no hace referencia a esta zona mediante la presentación en la actualidad por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa del informe de Zonas de Alto Valor. Puede tener sus “razones”, pero es sospechoso que durante la redacción de estas líneas haya cambios importantes en la zona de Bedua. Por lo tanto, cuando el relleno desértico antes mencionado se estaba empezando a disimular un poco, de un día para otro, se ha vuelto a desertizar al destruir toda la vegetación. No importa que lloren gaviotas, garzas, etc. La máquina continuará.

No queríamos terminar sin dar la última mirada a Bedua. La pérdida de los ecos históricos y de los valores ecológicos que nos provienen de ella nos daría una gran pena. Su entorno debería ser protegido y recuperado. Con pequeños cambios puede ser un lugar muy didáctico. También es ideal para realizar descansos y excursiones. El mapa orientativo anterior, en verde, pintado, no significa que toda la zona debiera ser objeto de protección específica, sino que, mediante la protección integral de determinadas zonas y la calificación diferenciada de su entorno (rural, ecológico y paisajístico), manteniendo en muchos casos lo que tiene en la actualidad, su ubicación dentro de este interesante espacio natural. Por ejemplo, la designación de refugio para la caza. No creemos que haya que utilizar los críticos minimalistas. Proteger sólo las islas de Bedua, sería una chapuzas. La propuesta queda ahí.

Quizás más de una se haya conformado en la zona de Zumaia por la propuesta de protección de dos de las 3 zonas mapeadas. Nosotros al menos no (gaviotas, garzas, Martín pescador, encinar, este naturalista, ... al menos no). No obstante, se mencionarán las particularidades de estas zonas en los siguientes ejemplares, si nos lo permiten.

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