¿En qué está la Facultad de Químicas?
La Facultad cuenta con aproximadamente 80 profesores y 900 alumnos. Se ofrece la posibilidad de cursar la carrera de Química en cinco niveles. En los dos últimos se imparten enseñanzas especializadas. Los alumnos pueden elegir entre dos especialidades: química básica y química macromolecular. La primera especialidad está basada en múltiples asignaturas optativas. De este modo, el alumno puede elegir el espacio que desea seguir para aprender.
La segunda especialidad es la química de polímeros. A lo largo de los años la facultad se ha caracterizado por su gran singularidad. De hecho, la síntesis de estas moléculas se realiza en muchas ocasiones a partir de sustancias aisladas del petróleo, por lo que antiguamente se denominó "petroquímica" para referirse tanto a la especialidad como a la propia facultad.
Las principales acciones de la facultad actual son la docencia, la investigación y las relaciones externas. Merece la pena explicar lo más destacado de cada acción.
Enseñanza: polímeros
En los tres primeros cursos de la carrera los alumnos reciben las asignaturas básicas. Además de la Química, en estos cursos se imparten también Física, Matemáticas, Biología y Geología. Una vez recogidos los conceptos básicos de la química en tres años, los alumnos deben elegir. Como se ha indicado, la especialidad más destacada de la facultad son los polímeros. De hecho, era la especialidad del fundador Gonzalo Martín Guzmán y puso en marcha la facultad para trabajar este ámbito. Por tanto, en la especialización de los dos últimos cursos se puede aprender las características más importantes de los polímeros desde el punto de vista de la producción, el análisis, el análisis de propiedades mecánicas y químicas y las aplicaciones.
Esta asignatura la convierte en una Facultad especial de Química de San Sebastián, ya que en el Estado no hay ninguna otra que ofrezca esta especialidad. Además, en la industria química actual los polímeros tienen una gran importancia. En muchos casos han ocupado espacio a metales y aleaciones.
Muchos de los nuevos materiales son polímeros o se crean mediante la transformación de polímeros.
¿Pero qué son los polímeros? Las moléculas pequeñas (monómeros) son moléculas gigantes formadas por enlaces entre sí (polímeros). De esta forma se pueden formar cadenas o redes moleculares. Estas formaciones singulares presentan unas características físicas y químicas muy peculiares. Con la misma composición química, las características mecánicas varían mucho en función de la longitud de las moléculas. Además del estado sólido y líquido, algunos también se encuentran en estado “gel”. Por otro lado, si se mezclan algunos aditivos se convierten en plásticos.
Pero además de los plásticos, muchos de los materiales habituales en nuestra vida son polímeros. Resinas, adhesivos y pinturas son las más comunes. Tienen aplicaciones tanto en medicina como en ingeniería. Prácticamente se puede decir que cada característica física y química tiene su propio polímero. Los polímeros requieren de unos estudios extraordinarios, ya que en general no actúan como otras moléculas.
Investigación: grupos de alto rendimiento
El Gobierno Vasco designa anualmente a los grupos universitarios de investigación de alto rendimiento. Para ello, elige un jurado secreto formado por investigadores del Estado. La función de este jurado es analizar la labor de los grupos universitarios de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Es una medida de calidad de la investigación.
El criterio de evaluación de la investigación se basa en el número de artículos científicos publicados por cada grupo de trabajo y en el índice de impacto de estas publicaciones. Si se supera el número de artículos y la calidad mínima, este grupo se considera "grupo de alto rendimiento". Su aprobación otorga al grupo varias prioridades a la hora de solicitar dinero para nuevos proyectos.
El número de grupos de alto rendimiento varía según la investigación realizada. En cuanto al año 1999, en la Comunidad Autónoma del País Vasco fueron dieciocho los grupos que recibieron esta distinción. De esos dieciocho, siete pertenecían a la Facultad de Química de San Sebastián, es decir, el 39% eran de una sola facultad. Este dato es representativo del nivel de investigación realizado en el mismo.
Los directores de los grupos designados fueron: J. M. Asua (Ingeniería Química), P. M. Etxenike (Física Teórica), J. Colmenero (Física de los Sólidos), C. Palomo (Química Orgánica), T. Fernández (Electroquímica), J. M. Ugalde (Química Cuántica) y F. P. Cossío (Química Orgánica).
Relaciones externas: Donostia International Physics Center
El Departamento de Física de la facultad goza de gran prestigio. De hecho, los dos jefes de departamento, Pedro Miguel Etxenike y Juan Colmenero, son investigadores de gran relevancia.
Etxenike ha recibido, entre otros, los premios del Príncipe de España y del Instituto Max Plank de Alemania. El señor Colmenero recibió el premio Munibe que otorga la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País el año pasado. A propuesta de Etxenike, entre ellos se ha puesto en marcha el proyecto Donostia International Physics Center (DIPC). La inauguración del centro tuvo lugar el pasado 27 de abril. Fue entonces cuando Heinrich Rohrer, premio Nobel de Física de 1986, ofreció una conferencia.
Los patrocinadores económicos son el Departamento de Educación e Industria del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de San Sebastián, Kutxa y la Universidad del País Vasco. El presupuesto inicial es de 60 millones, pero con el paso de los años se espera que la entidad crezca.
Se trata de un proyecto basado en la Escuela de Trieste y otros similares. El objetivo principal es fomentar las relaciones internacionales entre físicos. De este modo, pondrá a disposición de los investigadores de aquí ayudas para salir al exterior y venir de fuera. De la mano, los científicos locales que investigan en el exterior podrán volver.
La creación del centro ha sido alabada. Tiene grandes ventajas. Por ejemplo, la sede está situada en el campus de Donostia. De esta manera tendrá relación directa con la universidad. Esto puede resultar adecuado a la hora de organizar conferencias y congresos. El DIPC podrá utilizar la infraestructura universitaria. Todavía está en fase de crecimiento y están pendientes de ver los resultados. Sin embargo, hay que considerarlo un proyecto muy valiente.
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