La mayoría de la sociedad escucha el término dietética y lo limita a los productos que se venden en herbáceas (ginseng, comida real…) y a los consejos que allí se dan, aunque sea un concepto mucho más amplio y profundo. La dietética está relacionada principalmente con las ciencias que estudian la comida y los procesos que tienen lugar en el cuerpo humano, como la bromatología, la nutrición o la fisiología.
Por ejemplo, la bromatología explora los pormenores de los alimentos, es decir, los diferentes pasos que deben seguir los productos obtenidos de la agricultura, ganadería y pesca hasta llegar a nuestra mesa; por tanto, dentro de este campo podríamos encuadrar la gastronomía.
La nutrición, por su parte, se centra en los ingredientes de los alimentos y en las partes de su dirección en nuestro cuerpo: digestión, absorción, metabolismo, etc. Basándose en los conocimientos anteriores, la dietética investiga qué alimentos y en qué proporción necesita el cuerpo en diferentes situaciones (crianza, embarazo, deportistas) para mantener la salud y evitar enfermedades.
Y por último, la alimentación es poner en práctica todos estos conocimientos. Una vez conocida la situación de salud o enfermedad de cada persona, muestra qué hacer y los pasos a seguir para llevar a cabo o poner en práctica una dieta concreta. Una alimentación adecuada es, por tanto, la que satisface todas las necesidades de cada uno, saliendo así la salud óptima. De la misma manera, se trata de una alimentación inadecuada que impide mantener un estado de salud adecuado por exceso o defecto.
¿Y cómo se da eso en nuestra sociedad? Como es sabido, uno de los problemas más graves de las sociedades “avanzadas” de hoy en día es que consumimos alimentos superfluos, lo que provoca sobrepeso o obesidad. Por otra parte, los alimentos realmente necesarios se consumen menos de lo suficiente y de ahí se derivan enfermedades como la anemia, la descalcificación, que hoy en día son tan habituales.
Del mismo modo que la medicina se ocupa de la vida, podemos decir que ayuda a vivir más tiempo cuidando la salud dietética.