En la actualidad la mayoría de los especialistas completan dietas o regímenes a partir de alimentos diferentes. Las actuales medidas de alimentación para el flacado se pueden convertir al final en costumbre, ya que ofrecen una gran variedad y variedad de alimentos. Dietas sofisticadas y difíciles, o medidas de comida dura y dura, no están de moda. Los expertos en nutrición observan la lógica y la forma de vida de las personas que tratan los planes de adelgazamiento.
Los alimentos que habitualmente no se recomiendan o recomiendan son: carne en salsa, conservas de pescado, verduras de lata, frutas de almíbar, frutos secos, pan de molde, galletas (tanto dulces como saladas), pasteles, cereales tipo corn-flakes que se toman en el desayuno, tocino, grasa, bebidas azucaradas, chocolate, mermeladas y azúcar (blanco o negro). Y en su lugar, la leche descremada, las carnes frescas o congeladas, el pescado fresco o congelado, las conservas de pescado al natural, proponen pan —parte, centeno e integral—, verduras frescas o congeladas, legumbres, copos de avena para el desayuno y aceites (en su justa medida). Agua potable, de grifo o botella y sabores naturales para cocinar (sal, pimiento, mostaza, huerta, hierbas aromáticas).
Cambiar los hábitos a la hora de comer no es fácil, siempre hay algo que le gusta (dulces, grasas en parte, pan, alcohol) y siempre hay que añadir algo que no le gusta (por ejemplo, ejercicio). Antes de iniciar cualquier dieta o régimen, a continuación se indican algunos consejos a tener muy en cuenta (y si es posible):
Después de ver algunos consejos o consideraciones generales, a continuación me gustaría batir algunas verdades “absolutas”, medias verdades, conceptos falsos y tópicos que se escuchan sobre nutrición y dietas o medidas de comer (ver tabla). ¿Es difícil mantener el peso ideal? ¿Engorda el vino? ¿Tiene calorías la sacarina? Luchar contra estos tópicos y la verdad o las mentiras es una de las mejores maneras de aprender a controlar los kilos.
Adelgazar es fácil. Lo difícil es mantenerlo Mantener el peso es posible mediante diferentes opciones. El ejercicio puede incrementarse comparándolo con el que se realizaba antes de perder peso (cuatro horas semanales, por ejemplo, serían suficientes para no volver a ganar peso, al tiempo que cuidamos ligeramente la alimentación). Una segunda opción sería alternar las comidas pesadas con otras más ligeras. Y estas comidas, a pesar de su ligereza, deberían ser ricas en fibratas (porque se quita el hambre) y ricas en proteínas porque se conservan los músculos. Comer fuera de casa es malo para hacer un régimen No obligatorio. En los menús de los restaurantes se pueden elegir ensaladas, sopas, carnes, ... Hay que descartar el alcohol y el pan. Y lo que se come al mediodía, preferiblemente por la tarde. Bajo consumo de proteínas Ni mucho menos. Creo que cualquier médico se opondrá a esta afirmación. Actualmente, en todos los regímenes de adelgazamiento aparecen casi proteínas y relativamente libres (carnes, pescados, lácteos, clara de huevo,...). Hacer una comida fuerte al día No. La mejor distribución de las comidas, según se cree en la actualidad, es la siguiente: desayuno fuerte, comida ligera y una cena relativamente fuerte y temprana, sobre todo en las personas que realizan un trabajo sedentario. Hacer una sola comida fuerte al día supone pasar todo el día comiendo “bocaditos” o beber alcohol para saciar y calmar el hambre. Medio bosque inocuo Ojo. El vino es lo primero que hay que quitar cuando se quiere perder peso. Las calorías que aporta 100 mililitros de vino en las tablas del libro del doctor Fricker son: vinos blancos (11º), 70 calorías; vinos tintos (11º) 63 calorías; cavas, 73 calorías; vinos dulces, 164 calorías. Sin embargo, es mejor beber vino que whisky o coñac, que nos aportan 252 y 285 calorías por cada 100 mililitros, respectivamente. La sacarina no tiene calorías Es cierto. Esta materia prima, que se elimina muy fácilmente en orina, contiene 0 calorías, siendo el mejor edulcorante para una dieta, ya que no tiene efectos secundarios. El azúcar refinado, por su parte, tiene muchas calorías: esa bolsa que nos dan en los bares con café, 12 gramos de azúcar, tiene las mismas calorías que tres pasteles pequeños. Y utilizar la miel como condimento es una barbaridad. Fumar ayuda a controlar el peso Fumar no adelgaza por sí mismo, pero calma. Casi cualquiera que abandona el tabaco engorda inmediatamente. Algunos centros nerviosos quedan libres de la nicotina y aumenta el apetito. En lugar del cigarrillo, estas personas van a comer chicles y/o caramelos sin parar, lo que supone un engorde. Hacer deporte, remedio contra los kilos Hay dos formas de adelgazar: comer menos, moverse por igual (es el régimen) o moverse más sin cambiar la alimentación (es decir, hacer ejercicio). En ambos casos, para asegurar sus necesidades energéticas, el cuerpo utiliza su grasa y disminuye el peso: la persona adelgaza. Acudir al médico garantiza la pérdida de peso No obligatorio. El médico no hace dietas. Una persona sin tendencia y voluntad de adelgazar, en lugar de perder kilos, perderá tiempo y dinero. La grasa corporal es la misma en hombres y mujeres No, es una diferencia de sexo. En un hombre de peso normal la grasa corporal representa el 12% del peso y en una mujer el 25%. La acumulación de grasa en el cuerpo también es diferente, siendo la frontera entre los sexos laxante. Así, el tejido adiposo se acumula en la mujer en la parte inferior del cuerpo, produciendo problemas estéticos (mayor volumen, celulitis) y se acumula más arriba en el hombre (según el experto Fricker, esta zona es más peligrosa, ya que el tejido adiposo se encuentra en profundidad alterando el metabolismo hepático). Cinco kilos se pierden en una semana Puede ocurrir con una dieta rápida, pero los resultados son inútiles. En estos casos se pierde agua y no grasa. Una dieta sana debe evitar el 10% del peso total de la persona junto con el ejercicio diario. La presa sólo tiene efectos o efectos de rebote: el peso se pierde rápidamente pero se recupera más rápidamente. |