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El polígrafo es un aparato que registra en papel o en pantalla los cambios de ciertos parámetros fisiológicos de la persona. Los datos se recogen mediante captadores en persona. Para medir la tensión se colocan los “cinturones” que rodean el pecho (para medir los movimientos respiratorios) y sobre todo los electrodos digitales (para medir el sudor) en el cuerpo de la persona a la que se desea realizar la prueba.
Lo que convierte al polígrafo en un aparato interesante es registrar las reacciones de la piel. Y es que la actividad eléctrica de la superficie, llamada electrodermal, es uno de los mejores exponentes de las emociones. Nuestro cuerpo está continuamente sometido a dos componentes del sistema nervioso, uno simpático y otro parasimpático, que no pueden ser dominados por la voluntad de la persona. Estos dos componentes opuestos regulan la mayor parte de nuestros órganos.
Cualquier ataque, miedo, emoción, etc., excita inmediatamente el sistema nervioso simpático. Por eso, entre otras cosas, el corazón da más latido, la respiración se acelera, etc. Este sistema provoca principalmente la descarga de las glándulas sudoríparas, aunque existen dos tipos de glándulas sudoríparas: las glándulas apocrinas y las glándulas ecrinas que intervienen en cualquier proceso de termorregulación. Estos últimos se encuentran bajo las manos y bajo los pies y sólo se activan con emociones. Por lo tanto, son muy interesantes para el polígrafo.
Existen varios métodos para medir la actividad de las glándulas ecrinas. Uno de ellos, desarrollado en Inglaterra, se basa en medir la producción de ttanttas en los canales nasales. El volumen de sudor es proporcional a la actividad de la glándula. Otro sistema es internacional y se conoce por conductividad midiendo actividad electrodermal. Se colocan dos electrodos en los dedos y se hace pasar el microcorriente eléctrico en la superficie. La corriente es más fácil cuando hay sudor en la superficie.
La conversación entre el manipulador del polígrafo y la persona que se analiza oscila entre dos y cuatro horas. La conversación completa se rueda y se graba. En la primera fase denominada Pretest, el examinador explica el procedimiento a la persona que dará las respuestas. Después le explica todas las preguntas que le va a hacer en el test. Todo lo que se hace o se dice en el test se hace y se dice antes.
Se preparan diez preguntas cerradas. Algunos son neutros y sirven para evaluar trazas fisiológicas (¿hoy es viernes?) y se pide que respondan o no a preguntas similares. Otras preguntas tienen como objetivo medir el valor de la persona ( “¿Teme que le voy a hacer alguna pregunta que todavía no he hecho?”, “¿piensa responder a todas las preguntas la verdad?”, etc. Estas son). Por último, otras cuestiones son las de denuncia (si o no). Una vez realizado el test, se analizan los datos y se comunican los resultados al interesado.
Aunque los resultados de los polígrafos no sirven de prueba en los juzgados, en Bélgica se ha utilizado recientemente. En Brabante murieron entre 1982 y 1985 28 personas y docenas de heridos, pero los jueces no tenían rastro de criminales. Quince años después han utilizado nuevas técnicas: Análisis de ADN, declaraciones bajo hipnosis y detector de mentiras o polígrafo.
18 sospechosos de los asesinatos en Brabante y 12 implicados en algunos casos han sido testados y los resultados han sido satisfactorios. Dos de los tres sospechosos positivos del test son declarados culpables. Pero otros tres detectores de mentiras, considerados culpables, no son ni esperan salir de la cárcel en libertad provisional.
Pero para ello hay un obstáculo: A diferencia del análisis ADN, los resultados ofrecidos por el polígrafo no pueden ser utilizados como prueba en los juzgados. No obstante, las declaraciones que se obtengan sobre el test una vez finalizado el test sí pueden ser utilizadas. En la experiencia belga se ha observado que el treinta por ciento de los testados mienten y después el ochenta y cinco por ciento de los mismos realiza declaraciones sobre los resultados.
La mayoría de los técnicos actuales capaces de utilizar el polígrafo se encuentran en Estados Unidos y Canadá. Son alrededor de mil doscientos en total y sobre todo asesinatos, secuestros, etc. tienen que aclarar o trabajar para aseguradoras. Todos los que ahora lo hacen han estudiado en Estados Unidos, pero han comenzado a preparar la nueva escuela de Québec.
Además de trabajar para los juzgados, también trabajan para empresas privadas, muchas veces para hacer tests a quienes tienen que contratar. Para ello, una ley del año 1988 estableció límites en Estados Unidos para evitar abusos. Por ello, al que se le realiza la prueba sobre el polígrafo no se le pueden hacer preguntas sobre sus ideas religiosas, sexuales o políticas.
Fuera de Norteamérica, el polígrafo también se utiliza con frecuencia en Rusia, Estados del este de Europa, Alemania, Reino Unido e Israel. En Rusia lo utilizan en la empresa Media-Most y lo utilizan legalmente. Dicen que el objetivo de utilizar el polígrafo es que las empresas concursantes sepan cuáles son las que demandan trabajo de forma confidencial.
Utilizan el polígrafo para comprobar que los funcionarios y los políticos de Israel son honestos. En el Reino Unido, sobre todo para el esclarecimiento de los asesinatos sexuales o en empresas privadas.