Por otra parte, la tendencia de la enfermedad es creciente, ya que al mismo tiempo que aumenta la esperanza de vida, también aumenta el número de personas osteoporosis: así, en menos de diez años, la mitad de las mujeres que han pasado la menopausia y el 50% de las personas mayores de 75 años estarán afectadas por la osteoporosis. Sin embargo, una buena alimentación y, sobre todo, rica en calcio, puede cambiar radicalmente la situación.
La osteoporosis es la enfermedad metabólica más frecuente en las sociedades occidentales, derivada de un desequilibrio entre los procesos de resorción y formación en el hueso. Este desequilibrio produce una pérdida de masa en el hueso. En la primera fase de la vida, el calcio ayuda a completar y aumentar el hueso. Posteriormente, en la madurez de la persona, el calcio mantiene e impulsa el equilibrio óseo y, por último, en la vejez, cuando son más activas que las que forman las células que resucitan el hueso, el calcio representa la pérdida másica del hueso. El hueso es una estructura viva formada por una matriz orgánica sobre la que se depositan el calcio, los fosfatos y algunos minerales. La pérdida de masa ósea no sólo implica el debilitamiento del sistema de retención corporal, sino la pérdida de minerales tan necesarios.
En la actualidad, se considera que el 50% de las mujeres postmenopáusicas y la mitad de las personas mayores de 75 años (hombres y mujeres) están afectadas por osteoporosis.
Y la osteoporosis se divide en dos grandes grupos:
Los factores individuales que facilitan la aparición de la osteoporosis son muchos: la raza blanca, la edad, el sexo (más en mujeres), los relacionados con la nutrición, las alteraciones hormonales, así como los relacionados con el medio ambiente (baja exposición solar o falta de ejercicio físico). Otros factores de riesgo son la intermitencia (en las mujeres, por supuesto), la menopausia temprana o la falta de estrógenos, los antecedentes familiares de osteoporosis, el bajo peso corporal, el tabaquismo o el alcoholismo.
Si el panorama hasta ahora era oscuro, existen en la actualidad medidas sencillas y sencillas que nos pueden ayudar a mantener la salud del hueso y a evitar la osteoporosis. Estas medidas de prevención deberían empezar en la infancia o juventud para continuar a lo largo de toda la vida. La alimentación rica en calcio y la práctica regular del ejercicio físico son la clave de la prevención. Caminar, correr, jugar al tenis o bailar son muy importantes para construir una estructura ósea adecuada en la juventud y mantener la salud ósea a lo largo de toda la vida. El consumo moderado de alcohol y tabaco también es importante en la prevención.
El tratamiento con estrógenos puede ser provechoso en mujeres post-menopáusicas en riesgo de osteoporosis. Y si los estrógenos están contraacondicionados otros fármacos, como la calcitomina, son útiles para combatir la pérdida de masa ósea y también para tratar la osteoporosis en funcionamiento.
En el caso de las personas de la tercera edad es conveniente adoptar una serie de medidas para evitar posibles caídas que puedan provocar fracturas. Hay que hacer la casa más segura, quitando las alfombras de la vía y colocando caminos para que no se resbalen o resbalen: colocar asideros en escaleras y bañeras, mejorar el sistema de argicontra, etc. El control periódico de la vista y del oído también es importante para evitar caídas.
Pero sin menospreciar todas las medidas anteriores, la medida alimentaria ocupa un lugar fundamental en la prevención. Y en general se puede decir que una persona necesita cada día un gramo de calcio, medio gramo para bebés sin haber cumplido un año y 1.500 miligramos para mayores de 60 años. Pero los adolescentes, las mujeres embarazadas y los lactantes deben tomar diariamente más de 1.200 miligramos.
La dieta rica en lácteos, incluidos los helados, incluye algunos pescados, verduras y legumbres, y los frutos secos, son fuentes sencillas de calcio y no costosas.
Este gramo, antes mencionado, no es difícil de conseguir si tenemos en cuenta, por ejemplo, que la sardina 100 g aporta 300 mg de calcio (y 400 mg de aceite). Lo mismo nos aporta el dama (una ración de 100 gramos). El queso curado o semicurado también aporta mucho calcio (100 g de queso casi 800 mg de calcio) y tras el postre una taza de leche (más aún con un poco de miel o polvo de chocolate) aporta otros 300 mg de calcio. Están hechos (y de sobra) los 1.000 miligramos de todo el día.
Y los alimentos ricos en calcio (ver tabla) no están enfadados con estar ricos. Salvo el azeitun o la aceituna, todos los demás alimentos (incluido el cacao y los frutos secos) no tienen gran cantidad de calorías.
Para cubrir las necesidades diarias de calcio, siempre teniendo en cuenta la edad y la situación de cada persona, es necesario modificar ciertos hábitos tanto para prevenir la osteoporosis como para poder convivir con la osteoporosis.