Hayedos de Nafarroa Garaia: un tesoro que no puede escapar de las garras de la contaminación

En la década de los ochenta se detectó un empeoramiento generalizado que no era imputable a factores conocidos hasta el momento en el estado de salud de los bosques de Europa Occidental y Central y de América del Norte. Desde entonces, muchos expertos han discutido sobre la complejidad de este nuevo fenómeno y han llegado a la conclusión de que puede depender de factores de estrés.

Entre ellos, además de los estudiados tradicionalmente (sequía, temperatura, disponibilidad de alimentos, patógenos, etc.). ), los científicos están cada vez más atentos a los contaminantes del aire.

La importancia de los hayedos de Nafarroa Garaia

Entre los bosques de la Alta Navarra, los hayedos son los que más extensión ocupan. Los últimos estudios nos indican que el haya se está expandiendo. En la actualidad, el haya ocupa una superficie de 143.280 hectáreas en el Alto Navarra, lo que supone cerca del 25% de los hayedos de toda la Península Ibérica.

Los hayedos forman parte del paisaje de la zona cantábrica y pirenaica de Navarra, así como de las márgenes septentrionales de la merindad de Estella y Navarra Media. Estos bosques se encuentran tradicionalmente asociados a usos y costumbres en las comarcas citadas, con valores culturales añadidos, además de su utilidad económica.

Además de esta importancia general, en Nafarroa Garaia existen hayedos especiales de enorme valor. Uno de ellos es el Irático, uno de los bosques más importantes de toda Europa. Otro ejemplo lo podemos encontrar en el valle de Belagua: Bosque de Aztaparreta, considerado como el ejemplo de la Virgen del Hayedo.

Por las razones expuestas anteriormente, en el Departamento de Química y Edafología de la Universidad de Navarra se procedió a analizar la situación de los hayedos de Nafarroa Garaia. En particular, quisimos analizar su situación actual en materia de alimentación y contaminación. Para ello, se seleccionaron 30 plantaciones de hayedos dentro de la comarca conocida como Mendialdea, con el objetivo de sustituir al máximo los hayedos de Nafarroa Garaia (Figura 1). Por cada punto de muestreo se seleccionaron 6 árboles y se analizó el contenido macroalimentario y microalimentario de las hojas y se elaboró el denominado Inventario de daños forestales. Asimismo, se recogieron muestras superficiales del suelo en el entorno del tronco de las hayas para determinar contenidos completos de metales pesados, fracciones extraíbles, pH y contenido en materia orgánica.

A continuación se presentan las conclusiones más destacadas de los resultados obtenidos.

Estado de la hojaldre de hayas (defoliación)
Hojas de haya.
G. Amores

En cuanto al Inventario de Daños Forestales, los árboles analizados parecen estar más sanos que los hayedos de muchas regiones europeas, al menos en 1997 la cantidad de hayas dañadas se encuentra claramente por debajo de la media europea. Así, las plantaciones de hayas situadas en Auritz, Larra y Orbaitzeta son las únicas que podrían considerarse afectadas.

En cualquier caso, el análisis de resultados ha indicado que el estado de la hojaldre de las hayas con otras variables analizadas (edad de los árboles, pendiente de las plantaciones, temperatura, cantidad de lluvia, contenido alimentario de las hojas, etc.) a pesar de mostrar algún nivel de vinculación, no es consecuencia directa de ninguno de ellos. Estos resultados coinciden con la hipótesis adoptada actualmente, de que el estado de la hojaldre de los árboles de un bosque es resultado de una combinación de múltiples variables (climatológicas, de suelo, genéticas, contaminación, ataques de plagas, etc.). ).

Estado nutricional de los hayedos

Los resultados obtenidos sobre los contenidos macroalimentarios de las hojas de haya permiten concluir que:

El origen principal es la roca subterránea, sobre todo en lo que se refiere a los elementos de calcio, potasio, fósforo y azufre. Así, las características del suelo condicionan la distribución geográfica de los contenidos de estos cuatro alimentos. No obstante, en el caso del potasio existe otra variable principal que limita el contenido en las hojas: la cantidad de lluvia. La lluvia, además de transportar el potasio del suelo hasta las capas profundas, produce una pérdida directa de este alimento al contacto entre las hojas y el agua.

En la Montaña Alta Navarra la ganadería influye en el contenido de nitrógeno de las hojas.

En cuanto al magnesio, cabe destacar que además de la roca bajo el suelo, el origen de su contenido es el mar Cantábrico. En cuanto al nitrógeno, la complejidad de su ciclo biogeoquímico hace prácticamente imposible encontrar variables concretas que condicionen el contenido de este alimento en las hojas. No obstante, es muy probable que la contaminación transfronteriza que llega desde las regiones situadas tanto al norte como al noroeste de la zona estudiada presente (tampoco en el caso del azufre se puede descartar esta posibilidad). Por otra parte, teniendo en cuenta la importancia de la ganadería en la Montaña Navarra Alta, se puede afirmar que la cantidad de NH3/NH4+ emitida como consecuencia de esta actividad afecta al contenido de nitrógeno de las hojas.

Aunque hasta ahora hemos hablado de los contenidos de los alimentos, las relaciones entre ellos son mucho mejores indicadores del estado de alimentación de un árbol. Entre todos ellos, la más adecuada es la relación N/P, ya que tanto el nitrógeno como el fósforo están especialmente mezclados en funciones fisiológicas. Pues bien, teniendo en cuenta este parámetro, podemos afirmar que la inmensa mayoría de los hayedos analizados se encuentran en buen estado nutricional.

La otra principal conclusión que se extrae del análisis de las relaciones entre los alimentos es: A diferencia de muchos bosques templados de Europa y América del Norte, los hayedos de Nafarroa Garaia aún no están ocupados por la N-ase, y el nitrógeno es el alimento que sigue limitando el crecimiento de los hayedos, ayudado por los altos contenidos del resto. Este dato coincide con el hecho de que en la actualidad, en el área analizada, los niveles de sedimentos de nitrógeno no superan los valores críticos calculados para los ecosistemas forestales.

Estado de contaminación de los hayedos
Figura . Distribución geográfica de las plantaciones de hayedo estudiadas en la Sierra de Navarra.

El análisis de los contenidos metálicos de las muestras de suelos y hojas permite llegar a las siguientes conclusiones:

En cuanto a los terrenos, la contaminación por plomo y cobre se ha localizado en los terrenos de todas las plantaciones de hayedos analizadas, y la contaminación por cinc se ha comprobado a medias o con toda seguridad. Sin embargo, la contaminación por plomo es la más elevada de todas. La importancia extraordinaria de este descubrimiento radica en el valor del plomo como indicador de contaminación atmosférica, es decir, la detección de la contaminación por plomo nos muestra un indicio de contaminación general, ya que las fuentes contaminantes no expulsan de forma aislada una especie nociva.

De hecho, el contenido total de plomo de las muestras de suelo analizadas está totalmente condicionado por la llegada de plomo a través de la contaminación. Algo parecido podría decirse del zinc y cobre, pero sólo en parte. Las fracciones removibles de los contenidos de estos tres elementos están condicionadas por las mismas razones. El resto de metales analizados (Cd, Cr y Ni), tanto en su contenido total como en su fracción extraíble, dependen de la roca o de alguna característica intrínseca del suelo. En cualquier caso, no podemos olvidar que los hayedos de Nafarroa Garaia reciben pequeños aportes de cadmio y cromo procedentes del oeste y noroeste.

Las aportaciones antrópicas de plomo y zinc tienen su origen en zonas industrializadas situadas al oeste y noroeste de la zona estudiada. No obstante, y a pesar de que el procedimiento seguido en este trabajo no permite su demostración, no se puede obviar la importante influencia que el tráfico debe tener en la contaminación por plomo detectada, sabiendo que es la principal fuente de plomo a nivel mundial. En el caso del cobre, sin embargo, es posible que el principal manantial se encuentre en regiones industrializadas europeas más alejadas hacia el norte.

Sin embargo, los contenidos de plomo, zinc y cobre de las tierras de hayedo de Alto Navarra no han alcanzado por el momento niveles que puedan perjudicar el desarrollo de la microfauna y el mesofauna que habita en el suelo, salvo excepciones (como los contenidos de plomo de las tierras de algunos bosques situados en el cuadrante noroccidental), pero sí los contenidos de cadmio y cromo hallados, aunque de origen natural. Hay que tener en cuenta que estos seres vivos son los más sensibles del ecosistema respecto a los metales pesados.

Figura . Riesgo potencial de fitotoxicidad en las plantaciones de hayedo analizadas (en el caso de Orbaitzeta, debido a la variabilidad de los resultados obtenidos, no se podrían extraer conclusiones generales). (Foto: G. Amores).

La última gran conclusión que nos deja el estudio de las muestras de tierra es que nuestros hayedos no han sufrido fenómenos de acidificación.

Los resultados obtenidos a partir del análisis de muestras foliares confirman, en general, lo deducido por el estudio del suelo, poniendo de manifiesto la influencia de las áreas industriales próximas al litoral cantábrico.

Tanto por agravamiento de la situación de contaminación como por un cambio brusco del ecosistema, si analizamos desde una perspectiva global el riesgo que los contenidos metálicos de cada serie de hayedos pueden suponer para la vegetación, podemos observar una tendencia hacia el noroeste (Figura 2).

Estudio permanente de una serie de hayedos

También realizamos un estudio intensivo de un hayedo representativo de Nafarroa Garaia para completar la investigación. En concreto, durante casi tres años, cada 15 días se analizaron muestras de lluvia tanto dentro como fuera de una serie de hayedos situados en Auritz (figura 3), llegando a las siguientes conclusiones:

Los hayedos de Nafarroa Garaia se ven afectados por la contaminación.

En cuanto a la posible acidificación del ecosistema a largo plazo, los resultados obtenidos son preocupantes, ya que aunque la totalidad de la deposición de los cationes básicos, así como la de campo abierto, son uno de los mayores de Europa, supera a los compuestos acidificantes (nitrógeno y azufre), al igual que sucede en todo el continente. En este sentido, cabe destacar que las tasas de sedimentación de nitrógeno son bastante superiores a las del azufre, en consonancia con la tendencia observada en la zona europea en las dos últimas décadas.

Sin embargo, la pérdida de cationes básicos en la vegetación, especialmente de potasio y calcio, debida a la lluvia, desvirtúa tanto la capacidad de acidificación como la propia acidez del agua vertida en el interior del bosque.

Por otro lado, los resultados sugieren que en determinadas épocas del año las plantas absorben el nitrato que la lluvia provoca, lo que podría ser un indicador de que el hayedo analizado no se encuentra en la N-ase.

En cuanto al origen de las especies químicas estudiadas, la mayor parte del sodio, cloruro, magnesio y potasio recogido en campo abierto proviene del Mar Cantábrico, transportado por los vientos dominantes del noroeste. La cantidad de sodio, cloruro y magnesio recogidos en el interior del bosque está condicionada principalmente por la deposición húmeda, y los procesos de intercambio con la vegetación son prácticamente irrelevantes, a diferencia del potasio.

La mayor parte de la cantidad de protones y nitratos recogidos, procedente de la oxidación de los óxidos de nitrógeno emitidos por los vehículos, es transportada por la lluvia que llega con los vientos del norte a la sección de hayedos de Auritz. No obstante, durante el periodo de estudio se han producido una serie de episodios relacionados con la contaminación local, con especial incidencia en la deposición seca de los iones mencionados y una disminución del pH de la lluvia hasta valores de 4’3.

Los resultados sugieren que en determinadas épocas del año las plantas absorben el nitrato de lluvia, lo que podría ser un indicador de que el hayedo analizado no se encuentra en la N-ase.

En cuanto al calcio y el sulfato, proceden principalmente de los vertidos de las fábricas de la Comarca de Pamplona, sin olvidar la aportación de aerosoles que pueden provenir de tierras ricas en yeso situadas al sur de Navarra.

Mirando al futuro

Es cierto que desde el declive de la industria pesada de las regiones situadas al oeste y noroeste de la Sierra de Navarra Alta se han podido reducir las emisiones de metales pesados, así como que desde la implantación de la gasolina sin plomo la cantidad de plomo emitida por los vehículos es menor. Sin embargo, sería conveniente seguir analizando periódicamente los contenidos de metales pesados de nuestros hayedos, ya que con este trabajo no podemos determinar si la contaminación encontrada es antigua o reciente.

Frente al aumento generalizado de las emisiones de compuestos nitrogenados, el control del estado de alimentación de los hayedos y el análisis de la lluvia tampoco deberían verse interrumpidos, ya que este aumento puede provocar, además de la saturación del N de los ecosistemas, una acidificación que movilizaría algunos de los metales pesados del suelo.

Figura . Representación de la situación del hayedo en Auritz.

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