Farmazian doktorea. Biofarmazia, Farmakozinetika eta Farmazia-teknologiako irakasle kolaboratzailea
Farmazia Fakultatea UPV-EHU, Vitoria-Gasteiz
Desgraciadamente, todavía no existen fármacos adecuados para curar todo tipo de cáncer y, además, no todos los pacientes responden igual. Pero, al menos, los medicamentos de hoy tienen una gran especificidad, es decir, sólo matan células enfermas y no sanas. Los efectos secundarios son menos graves.
Hay razones para ser optimistas. Por un lado, los enfermos de cáncer viven cada vez más tiempo en general. Por ejemplo, en España el 50% de los afectados por cáncer no muere por ello, y en Francia ese porcentaje es aún mayor. Ambas son una de las más altas de Europa. Asimismo, en los últimos diez años la incidencia global del cáncer ha disminuido en un 0,5%, mientras que la mortalidad por cáncer ha disminuido en un 1,1%.
Además, los tratamientos para el tratamiento y curación de ciertos tipos de cáncer son cada vez más eficaces. Por ejemplo, en el caso de los linfomas, el cáncer de testículo o el cáncer de mama, el 90% de los pacientes no muere por ello. Todo ello ha sido posible gracias a los grandes avances en prevención y diagnóstico, y a tratamientos cada vez más eficaces y específicos.
Sin embargo, el optimismo debe ser moderado, ya que no debemos olvidar que si no se detecta a tiempo que el éxito de los tratamientos se reduce considerablemente y que aún mueren muchas personas con ciertos cánceres. Por ejemplo, sólo se curan el 10% de los pacientes con cáncer de área y pulmón.
Los 25.000 científicos que se reunieron en el congreso de la American Society of Clinical Cardiology (ASCO) presentaron interesantes resultados y reportaron noticias sobre tratamientos esperanzadores. Entre otras cosas, determinaron el riesgo de que cada sexo tenga un tipo u otro de cáncer. Por ejemplo, el cáncer de próstata es el más frecuente en los hombres, pero el de pulmón es el que más muertes provoca. En las mujeres, sin embargo, el cáncer de mama es el más extendido y el que más muertes provoca.
Al mismo tiempo, el riesgo de cáncer de pulmón es relativamente alto, tanto en hombres como en mujeres, siendo fumadores. Según los últimos datos, este tipo de cáncer, tan nocivo, puede convertirse en el más habitual en las mujeres en los próximos años, ya que cada vez son más jóvenes las que empiezan a fumar.
Conocer la media de vida del paciente con cada tipo de cáncer es muy interesante tanto para los pacientes como para los expertos. Por ello, en el congreso de ASCO se presentó una tabla explicativa del número de pacientes vivos a los cinco años del inicio del tratamiento. Según estos datos, el pronóstico de algunos tipos de cáncer es mucho mejor que el de otros.
Esto puede deberse a que, por un lado, la rapidez y agresividad de la propia enfermedad es diferente en los órganos y tejidos del cuerpo, y por otro, los diagnósticos y tratamientos presentan diferentes grados de progreso y eficacia en cada uno de los subgrupos de cáncer. Sin embargo, esta tabla nos deja un dato positivo: más del 60% de las personas con cáncer consiguen curar la enfermedad.
En cuanto a los tratamientos esperanzadores, en los ensayos clínicos se están probando muchos nuevos fármacos para combatir la enfermedad o al menos mejorar la vida y calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, en el caso del cáncer de pulmón, se está probando el fármaco erlotinib para inhibir algunos tipos específicos de receptores y así aumentar la vida del paciente. Alguien puede pensar que vivir unos meses más no es una victoria muy grande, pero es indudable que con el tipo de cáncer que mata a más pacientes se dé un paso de este tipo.
Los avances en el cáncer de próstata también han sido muy importantes. Es el cáncer más presente y ocupa el segundo lugar entre las causas de muerte. A pesar de su lenta evolución, produce metástasis y, pasados unos años, los tratamientos hormonales no son efectivos y pocos sobreviven. Con el empleo del fármaco Docetaxel se ha conseguido que al menos un año de vida se haya alcanzado las fases más graves de la enfermedad.
En los cánceres de cabeza y cuello los resultados son aún mejores con cetuximab anticuerpos. Con este nuevo medicamento se han reducido considerablemente los efectos secundarios tan habituales y los pacientes pueden vivir entre 28 y 54 meses más.
También son destacables los avances en cáncer de colon y mama. Por un lado, los científicos han descubierto que las estatinas farmacológicas empleadas contra el colesterol pueden tener una función preventiva en el cáncer de colon. Aunque todavía no se utilizan para ello, según los últimos datos, el cáncer de colon disminuye en un 51% si se toman estos fármacos.
Por otro lado, los avances en genética y biología están dando pasos importantes para evitar los efectos dolorosos del cáncer de mama. Por ejemplo, recientemente publicada en la prestigiosa revista Cancer Cell, se ha conseguido inhibir el gen Beta-1-integrin que utiliza el cuerpo humano para desarrollar los cánceres de mama. Con el bloqueo de este gen, los investigadores han descubierto que el cáncer pierde su capacidad de desarrollo y que la enfermedad no puede extenderse.
El cáncer es una enfermedad heterogénea y compleja. Muchos expertos creen que bajo esta denominación se agrupan muchas enfermedades, y bien visto, no les falta razón. De hecho, es extensible a muchos tejidos y órganos y cada tipo de cáncer tiene sus propias características. En todo el mundo son miles las personas que canalizan todos sus conocimientos y esfuerzos contra esta enfermedad y, aunque se avanza lentamente, empiezan a pensar que estamos llegando al final de esta enfermedad.