Flexibilidad como vía de competitividad

La economía actual se caracteriza, sin duda, por la incertidumbre y la variabilidad. Basta observar qué está pasando en nuestro entorno para darse cuenta de ello: las incidencias que se producen en los ciclos económicos, la evolución del evolución del paro, los cambios que se están produciendo por la tecnología, la corta duración de los productos, las oportunidades que ofrecen los nuevos mercados, los riesgos que suponen los competidores externos, etc. buena muestra de ello. Anexo

La economía de la Comunidad Autónoma del País Vasco, por supuesto, tiene sus propias características. Estas zonas poco estables se denominan áreas turbulentas.

Se puede analizar en función de los factores causantes de la turbulencia, distinguiendo los distintos tipos de turbulencias.

Solicitud de turbulencia

Se suele decir que hay turbulencia en la demanda cuando hay grandes variaciones en los productos solicitados y en su cantidad o cuando los mercados son muy variables.

La convergencia de la economía mundial aumenta la variabilidad de las ventas, provocada principalmente por la falta de estabilidad de la competitividad exterior y el tipo de cambio.

Cuando se abren los mercados, la competencia entre empresas se hace más dura y cada una tiene que diferenciar sus productos. Además, en los últimos años se ha producido un cambio de tendencia en relación al propio producto, pasando de la demanda de productos estandarizados que se podían producir en serie a la demanda de productos diferenciados a medida del cliente. Estos productos no se pueden producir en serie, por lo que se necesitan sistemas de producción más flexibles.

Si queremos analizar por qué ha cambiado la demanda, tendremos que tener en cuenta varios factores; por un lado, al mejorar nuestro nivel de calidad de vida, la jerarquía de nuestras necesidades ha ido evolucionando y los consumidores somos cada vez más exigentes; por otro lado, el nivel de educación de los consumidores hoy en día es mejor y, además, el desarrollo de las comunicaciones, la informática, la electrónica y las telecomunicaciones facilita el acceso a más información sobre los mercados; el cliente conoce los productos y sabe lo que conviene. Como consecuencia, las empresas se mueven en el mercado con competidores de todo el mundo.

Y, como es obvio, la empresa que aspira a perdurar en esta economía globalizada actual debe ir también en busca de mercados exteriores.

Turbulencia en oferta

Se suele decir que hay turbulencias en la oferta cuando se producen cambios en la tecnología, en la posición competitiva y en el mercado de cada uno.

La industria ha pasado de solicitar productos estandarizados que podían ser fabricados en serie a productos diferenciados a medida del cliente.

La turbulencia provocada por los cambios en las tecnologías es el resultado de una fuerte lucha por el acceso a nuevas tecnologías que pueden ser utilizadas para ser más competitivas. Estudios como el desarrollo de nuevas tecnologías (la sustitución de mecanismos electrónicos por mecánicos, la utilización de sistemas de control numérico, el diseño de CAD asistido por ordenador y la producción de CAM, etc.) han confirmado una disminución de las economías de escala asociadas al tamaño de las unidades económicas. En este sentido se puede analizar el estudio realizado por el grupo Acs Audretsch en 1990: la implantación de tecnologías flexibles ha permitido reducir los costes unitarios de las unidades de pequeño tamaño en mayor medida que los de mayor tamaño. Como consecuencia, las desventajas de los costes de las unidades económicas de pequeño tamaño respecto a las grandes han ido disminuyendo.

También se ha comentado que los cambios que se producen entre la competencia generan turbulencia; debido a los cambios que se producen en los productos solicitados, en la cantidad o en las tecnologías disponibles, las nuevas unidades económicas pueden tener la oportunidad de introducirse en un sector mediante la producción de un nuevo producto o la aplicación de nuevas tecnologías.

Como hemos visto, la turbulencia puede deberse a muchos factores; en un tiempo una empresa podía estar muy tranquila pensando que tenía los menores costes laborales del mercado, pero hoy en día esto no es posible. Muchos de los estudios de Economía Industrial son testigos de los profundos cambios que se están produciendo en la base de que para ser competitivos en un mercado globalizado como el actual, los objetivos principales de la empresa no son la calidad y deben pasar de ser un buen servicio a un objetivo de flexibilidad.

Hacia la flexibilidad

Tampoco es fácil dar una definición precisa de la flexibilidad. Stigler (1939) fue, en este contexto, el que por primera vez utilizó el concepto de flexibilidad en la literatura económica en relación al funcionamiento de las empresas. Si la relación entre los costes de la unidad y el output de la empresa tiene forma de U, cuanto más plana sea la parte inferior de esta curva (cuanto menos modifique los costes marginales frente al número de outputs) mayor será la flexibilidad de la empresa en los gastos de producción.

Para ser competitivos en un mercado globalizado como el actual, los objetivos principales de la empresa no sólo deben ser la calidad y el buen servicio, sino también la flexibilidad.
IKERLAN

Sin embargo, la flexibilidad es algo más que adaptarse a los descensos de la demanda. La empresa debe saber adaptarse al cambio de conocimientos técnicos, a la moda, a las preferencias de los consumidores y al resto de factores que afectan a los costes. Así, tras la definición dada por Stigler, se pueden encontrar definiciones más amplias en obras de autores como Marschak et. al (1962), Jones Ostroy (1984), Gustavsson (1984) y Harrigan (1985), entre otros. De acuerdo con ello, consideramos que una empresa es flexible si en años posteriores es más fácil y barato pasar a la nueva situación.

En este sentido, merece la pena trasladar lo dicho por Harrigane a la capacidad de la empresa para reposicionarse en el mercado, adaptar sus planes y revolucionar estrategias poco atractivas para sus clientes.

En general, por tanto, y en pocas palabras, podemos definir la flexibilidad como la capacidad de afrontar los diferentes tipos de turbulencias que hemos previsto. La empresa debe poder hacer frente a cada tipo de turbulencia, por lo que los tipos de flexibilidad también pueden ser analizados en base a este criterio.

  • Flexibilidad de proceso. Dentro de ella podemos ver otros dos tipos de flexibilidad:
  1. flexibilidad en la cantidad solicitada: capacidad para responder a los cambios de demanda utilizando el mismo sistema de producción.
  2. flexibilidad técnica: capacidad de aplicación de nuevos procesos productivos.
  • Flexibilidad producto/mercado. Aquí también se pueden tener en cuenta otras dos características:
  1. Flexibilidad de producto: capacidad para elaborar nuevos productos.
  2. flexibilidad de mercado: capacidad de aproximación a nuevos mercados.

Tal y como se ha mencionado anteriormente, en la actualidad está plenamente asumida la importancia de la flexibilidad para ser competitiva, y en la siguiente afirmación coinciden prácticamente todos los investigadores actuales: siendo la flexibilidad capaz de afrontar diferentes tipos de turbulencias, su importancia es aún más evidente en sectores de alta turbulencia. En otras palabras, la flexibilidad de los productos que se demandan en sectores en los que las características, cantidades, tecnologías y mercados cambian sustancialmente es fundamental para la empresa que quiere ser competitiva, mientras que en sectores estables a la competencia no suele ser tan importante.

Situación en la CAPV

Con las fuentes de información disponibles, no es nada fácil medir los distintos tipos de turbulencias y, por supuesto, eso es lo que debemos hacer si queremos conocer cuáles son los sectores de alta turbulencia o baja estabilidad de la CAPV. En algunos sectores, como el primario, los servicios, etc., es aún más difícil obtener los datos necesarios, por lo que en este trabajo nos limitaremos a medir el grado de turbulencia existente en los sectores de la industria manufacturera.

Tampoco vamos a medir aquí todo tipo de turbulencias. A partir de la información proporcionada por las fuentes estadísticas, en nuestro caso los directorios de establecimiento de Eustat y las Encuestas Industriales, se trabajará sobre la turbulencia de los productos solicitados, la turbulencia de la cantidad de productos solicitados y la de la persona que realiza la oferta, recogiendo los sistemas y variables que hemos utilizado para ello en el anexo. Las conclusiones obtenidas al analizar la influencia de estos tres tipos de turbulencias en la industria manufacturera vasca se muestran en la Tabla 1. Una vez explicada esta tabla, hemos llegado a las siguientes conclusiones.

  • Los sectores con menor turbulencia en la CAPV son el tratamiento del vidrio, otros no metálicos, fundiciones, automóviles y repuestos, bebidas, artes gráficas y plásticos, no habiendo en todos ellos ninguna de las tres turbulencias que se están midiendo.
  • Entre los sectores con baja turbulencia se encuentran la química básica, los metales, el tratamiento del cuero y el calzado, el caucho y los neumáticos, aunque con importantes variaciones en cuanto a número de productos, no se han medido variaciones significativas en la competencia y en los productos.
  • En cuanto a la construcción metálica, naval, panadería, sector molinero, conservera de pescado, tratamiento de la madera y mueble, el grado de turbulencia es bajo, aunque se producen variaciones entre grandes competidores, no se han medido variaciones significativas en productos y cantidades.
  • Los minerales no metálicos, el cemento, la química final, los aparatos eléctricos, la industria láctea y la confección presentan un bajo grado de turbulencia si se tienen en cuenta los tres tipos que se están midiendo, sin embargo se producen grandes cambios de producto en estos sectores.
  • Se ha llegado a la conclusión de que existe un alto grado de turbulencia en los siguientes sectores, ya que de los tres modelos de turbulencia que se están midiendo, al menos dos han aparecido claramente:
  1. Minerales metálicos, metalurgia no férrea, ferrería y estampación, otras industrias alimentarias y otras manufacturas, en todas ellas destacan las variaciones entre competidores y las incidencias que se dan en la demanda.
  2. Química industrial, otra maquinaria, herramientas de oficina y precisión, otros materiales eléctricos y otros materiales de transporte, sectores en los que la variación entre competidores y la demanda de productos son importantes.
  3. En la máquina herramienta, el chocolate, la industria textil y el papel destacan las incidencias de productos y cantidades.
  • Por último, la siderurgia y la industria cárnica son los sectores de la CAPV con mayor grado de turbulencia, con cambios de la competencia y variaciones en productos y cantidades especialmente significativas en ambos sectores.

Sin duda, la flexibilidad es una vía de competitividad en todos los sectores. Sin embargo, la flexibilidad juega un papel fundamental en aquellos sectores con alto grado de turbulencia.

1. Turbulencia de los productos solicitados: Para medir este factor hemos partido del directorio de establecimientos del Eustat. En este directorio se recogen las tres actividades principales de cada establecimiento utilizando 4 dígitos de la clasificación de la CNAE-74. Conociendo la sectorización C del Eustat sabemos a qué sectores de cada actividad de la CNAE 4 dígitos se puede asignar. Para la medición se han utilizado directorios de 1990 a 1993. Para medir la turbulencia en el sector se ha utilizado como variable el porcentaje de establecimientos que han cambiado de producto en estos 4 años. Para el cálculo de esta variable se ha considerado que en un establecimiento se ha producido un cambio de producto de un año a otro y que la actividad principal (representada por los dígitos CNAE-74 4) se ha modificado por sectores (utilizando la sectorización C de Eustat).

donde: EPT = {IAEKs/BATKs} * 100 EPT: turbulencia de los productos solicitados. BATK s : Número medio de establecimientos del sector s en el periodo 1990-93. CECA : Número de establecimientos que entre 1990 y 93 modifican su actividad principal en el sector.

2. Turbulencia de la cantidad de productos solicitados: Desde la Encuesta Industrial de Eustat hemos analizado la producción entre 1985 y 1993. Conociendo esto, situando la producción de 1993 en función de la producción de años anteriores mediante una regresión múltiple, hemos calculado la inversa del coeficiente de determinación de la regresión directa (R2), mediante el cual hemos medido la turbulencia del número de productos solicitados.

3. Oferta turbulencia: Medido por cambios de establecimiento en un rango superior a 99 trabajadores. Esta turbulencia se ha medido en el porcentaje de establecimientos que entran y salen de este tramo respecto al número de establecimientos existentes en cada sector.

donde: ET: turbulencia de la oferta. E 99 : Ingresos intermedios superiores a 99 empleados. S 99 : Número medio de trabajadores en el tramo 1985-93 en el que la plantilla media es superior a 99 trabajadores.

MEDIA EPT STP 1,5. MEDIA ET

Minerales metálicos

X X

Siderurgia

X X X

Metalurgia no férrea

X X

Minerales no metálicos

X

Cementos

X

Vidrio

Otros no metálicos

Química básica

X

Química industrial

X X

Química final

X

Fundiciones

Forja y estampación

X X

Construcción metálica

X

Artículos metálicos

X

Máquinas herramientas

X X

Otra maquinaria

X X

Máquinas de oficina y doitas.

X X

Electrodomésticos

X

Otro material eléctrico

X X

Automóviles y piezas

Construcción naval

X

Otro material de transporte

X X

Industria cárnica

X X X

Industrias lácteas

X

Conservas de pescado

X

Panadería y molinería

X

Chocolate

X X

Otras industrias alimentarias

X X

Bebidas

Tabaco

Industria textil

X X

Confección

X

Cuero y calzado

X

Madera

X

Muebles de madera

X

Papel

X X

Artes gráficas

Caucho y neumáticos

X

Artículos de plástico

Otras manufacturas

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Babesleak
Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila