Mitos sobre la cafeína

Agirre, Jabier

Medikua eta OEEko kidea

La cafeína es una sustancia natural compuesta por hojas, semillas y frutos de 63 especies vegetales repartidas por todo el mundo que se consume desde hace tiempo. Los productos que contienen cafeína (por ejemplo, cafés, tés o varios refrescos) tienen un gran éxito entre personas de todas las edades y de todo tipo de sociedades; y no hay que olvidar que recientemente han aparecido en el mercado bebidas con mayor cantidad de cafeína (denominadas bebidas ‘energéticas’).

La cafeína tiene capacidad de actuar como estimulante, retrasa temporalmente la fatiga, lo que puede provocar insomnio o insomnio en las personas sensibles. También se ha demostrado que la cafeína tiene un efecto diurético: aunque ligera estimula la eliminación de líquidos. Y a pesar de que se han realizado numerosos estudios que afirman no perjudicar de manera extrema, todavía hay ideas erróneas muy extendidas. Por eso, en este artículo voy a recoger los resultados de las investigaciones científicas sobre la cafeína y la salud, y voy a tratar de aclarar las dudas que hay al respecto.

Mito: la cafeína crea adicción.

La realidad: mucha gente dice que depende de la cafeína, de la misma manera que otros dependen de la compra, del trabajo o de la televisión. Según las definiciones vigentes, y según la mayoría de los expertos, la cafeína no produce adicción. Si el consumo de cafeína se interrumpe bruscamente, algunos presentan dolor de cabeza, fatiga y somnolencia, pero estos síntomas no duran más de un día y pueden prevenirse reduciendo progresivamente el consumo de cafeína.

Mito: la cafeína aumenta el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.

Realidad: numerosos estudios a gran escala han demostrado que el consumo de cafeína no aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, no eleva los niveles de colesterol y no provoca alteraciones del ritmo cardíaco. En las personas sensibles a la cafeína se observan subidas temporales ligeras de la tensión arterial, pero estas subidas son similares a las provocadas por otras actividades cotidianas como subir escaleras. No obstante, si la tensión es alta, consulte a un médico.

Mito: la cafeína causa cáncer.

La realidad es que hay estudios científicos que demuestran que la cafeína no aumenta el riesgo de sufrir cáncer. Los resultados de dos estudios realizados a gran escala en Noruega y Hawai, y de 13 estudios realizados con más de 20.000 personas, indican que no existe relación alguna entre el consumo de café (o té) y el riesgo de padecer cáncer.

Mito: la cafeína es el factor de riesgo de la osteoporosis.

Realidad: según algunos estudios, el consumo de cafeína provoca una mayor pérdida de calcio en la orina. Sin embargo, se ha demostrado que estas pérdidas son mínimas y que el consumo de cafeína a dosis normales no afecta ni al nivel de calcio ni a la densidad ósea. Estudios más recientes han revelado que el consumo de cafeína no es un factor de riesgo para las personas con osteoporosis, especialmente para las mujeres que consumen cantidades adecuadas de calcio.

Mito: las mujeres embarazadas o las que quieren quedarse embarazadas no deberían tomar cafeína.

La realidad es que en muchos estudios se han estudiado en profundidad los efectos de la reproducción producidos por las bebidas con cafeína, y los datos demuestran que el consumo moderado de cafeína no supone ningún daño para la mujer embarazada ni para el feto. Por otra parte, no hay ninguna prueba de que el consumo de cafeína reduce la probabilidad de tener hijos.

En dos grandes investigaciones llevadas a cabo en EEUU no se encontró correlación entre el consumo de cafeína y los problemas del embarazo o malformaciones del feto. Además, otros estudios han demostrado que no existe relación entre el consumo de cafeína y los abortos naturales. No obstante, no se ha analizado el efecto de altas dosis de cafeína. Por lo tanto, a las mujeres embarazadas se les recomienda tomar una cantidad moderada de cafeína (máximo 300 mg/día, esto es, 3-4 tazas de café).

Mito: la cafeína no tiene influencia positiva.

Todavía no se ha demostrado ninguna relación entre el consumo moderado de cafeína y los riesgos para la salud.

La realidad es que la cafeína ‘enciende’ y da más capacidad de atención. A menudo se recomienda tomar café o té para superar el sueño, por ejemplo para los conductores que viajen a realizar viajes largos, y mucha gente toma su café después de comer, antes de volver al trabajo. En este sentido, varios estudios han puesto de manifiesto que la cafeína fortalece la memoria y las capacidades mentales.

En las bebidas con cafeína (té, y recientemente también en café y chocolate) se han encontrado agentes antioxidantes. Estos agentes benefician especialmente la salud, el corazón y la prevención del cáncer.

Finalmente, la cafeína parece ser útil en el tratamiento de reacciones alérgicas, ya que reduce la concentración de histamina. Desde hace bastante tiempo, se sabe que la cafeína es beneficiosa para los asmáticos. No obstante, es necesario realizar más investigaciones en este campo para llegar a conclusiones definitivas.

Balance final

A pesar de los estudios realizados durante varios años (o décadas) sobre los efectos de la cafeína, la ciencia no ha demostrado aún que exista relación alguna entre el consumo moderado de cafeína y los riesgos para la salud. Por lo tanto, podemos seguir consumiendo bebidas con té, café u otra cafeína, siempre y cuando lo hagamos con moderación.

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