Yogur: comida funcional

Aunque hemos hablado mucho de los productos lácteos, hoy hablaremos del yogur. III
Muestra de Yogur realizado en Barcelona el pasado mes de abril. hemos tomado la excusa del congreso internacional. Y antes de nada, debemos adelantar que a la hora de confirmar que el yogur tiene carácter funcional, acudieron 300 expertos de todo el mundo que se reunieron allí.

Cada vez se habla más de alimentos funcionales y además quieren que el tipo de alimentación del próximo siglo sea una alimentación funcional.

Pero, ¿qué son los alimentos funcionales? Además de proporcionar los nutrientes necesarios para el cuerpo, los alimentos funcionales son alimentos que proporcionan componentes que protegen el cuerpo de ciertas enfermedades, sean nutrientes o no. El yogur, la fruta y las verduras son algunas de ellas.

En cuanto al yogur, además de aportar proteínas, grasas, vitaminas y sales minerales, debemos decir que este alimento contiene bacterias beneficiosas que nos ayudan a conseguir y mantener un estado sano de todo el intestino y el cuerpo. La
doctora Mary Ellen Sanders, asesora de Dairy and Food Culture Technologies en Littleton (EE.UU.) y la doctora Ascensión Marcos, directora del Instituto de Nutrición y Bromatología del CSIC de Madrid, coinciden en que el yogur contribuye al fortalecimiento del sistema inmunitario en este punto. El doctor Marcos llega a la conclusión de una investigación con pacientes anoréxicos, ya que la introducción del yogur al inicio de la terapia mejora notablemente el sistema inmunitario de estos pacientes.

El Dr. Sanders ha ido más allá y ha asignado al yogur los siguientes beneficios:

  • Protege del cáncer.
  • Es antipatogénico, es decir, sobre todo reduce las posibles bacterias intestinales nocivas y les impide atravesar las paredes del intestino, disminuyendo el riesgo de enfermedades como la salmonelosis.
  • Resiste la caída.
  • Aumenta el estado de salud del sistema urinario.
  • Mejora el estado del estómago.
  • Disminuye la hipertensión.
  • Disminución del colesterol.

Son numerosas las investigaciones que se han llevado a cabo para llegar a estas conclusiones, pero todavía queda por ver cómo CÓMO trabajan las bacterias para llegar a esos beneficios.

Cabe destacar que los yogures que no se deben guardar en el frigorífico (conocidos como postres lácteos) no se consideran alimentos funcionales, ya que no tienen bacterias vivas.

Por lo tanto, si a la hora de tomar la comida sólo nos preocupamos por los alimentos, los dos productos, yogures y postres lácteos, son adecuados, pero si además queremos combatir ciertas enfermedades, tenemos que apostar por el yogur.

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