Cada vez se habla más de alimentos funcionales y además quieren que el tipo de alimentación del próximo siglo sea una alimentación funcional.
Pero, ¿qué son los alimentos funcionales? Además de proporcionar los nutrientes necesarios para el cuerpo, los alimentos funcionales son alimentos que proporcionan componentes que protegen el cuerpo de ciertas enfermedades, sean nutrientes o no. El yogur, la fruta y las verduras son algunas de ellas.
En cuanto al yogur, además de aportar proteínas, grasas, vitaminas y sales minerales, debemos decir que este alimento contiene bacterias beneficiosas que nos ayudan a conseguir y mantener un estado sano de todo el intestino y el cuerpo. La
doctora Mary Ellen Sanders, asesora de Dairy and Food Culture Technologies en Littleton (EE.UU.) y la doctora Ascensión Marcos, directora del Instituto de Nutrición y Bromatología del CSIC de Madrid, coinciden en que el yogur contribuye al fortalecimiento del sistema inmunitario en este punto. El doctor Marcos llega a la conclusión de una investigación con pacientes anoréxicos, ya que la introducción del yogur al inicio de la terapia mejora notablemente el sistema inmunitario de estos pacientes.
El Dr. Sanders ha ido más allá y ha asignado al yogur los siguientes beneficios:
Son numerosas las investigaciones que se han llevado a cabo para llegar a estas conclusiones, pero todavía queda por ver cómo CÓMO trabajan las bacterias para llegar a esos beneficios.
Cabe destacar que los yogures que no se deben guardar en el frigorífico (conocidos como postres lácteos) no se consideran alimentos funcionales, ya que no tienen bacterias vivas.
Por lo tanto, si a la hora de tomar la comida sólo nos preocupamos por los alimentos, los dos productos, yogures y postres lácteos, son adecuados, pero si además queremos combatir ciertas enfermedades, tenemos que apostar por el yogur.