IAD (Internet Addiction Disorder) o desequilibrio de dependencia de Internet. Con este nombre se conoce la entidad patológica que describe Kimberly Young, prestigiosa psicóloga de la Universidad de Pittsburgh. Para algunos autores el IAD es un mal, mientras que para otros no llega a ese nivel. Sin embargo, hay estudios que indican que hay personas que olvidan sus tareas habituales y pasan horas y horas conectadas a Internet. En España ya son dos millones y medio de personas las que se conectan a la red (7,1% de la población). De ellas, el 21% se destina a estos chats con tareas de salas de reuniones gigantes. En el 14% de los casos estudiados entre los universitarios de los EEUU se observan síntomas de IAD "mal". Según el doctor Young, 400.000 estadounidenses dependen en general de la "internalidad". En consecuencia, se están publicando cada vez más artículos para informar a toda la sociedad de este riesgo o ayudar a las personas que ya dependen de la red. Escuchar hablar sobre este tema en revistas y congresos médicos también nos habla de la seriedad del problema.
Hoy en día tenemos ante nosotros nuevas vías de comunicación, una realidad mucho más compleja que la radio, el cine o la televisión. Nuestro familiar Martin puede ser amigo de Tomy de los EEUU. Puede que nunca se hayan visto, pero pueden estar en contacto todos los días. Sin embargo, esto lleva a Martin y a Tomy a estar muchas horas cada día delante de sus ordenadores, con más posibilidades de caer en la dependencia de Internet. Martin y los padres de Tomy no se darán cuenta de nada mientras no alcancen niveles preocupantes de IAD. Probablemente el aumento excesivo de la factura telefónica sea la primera señal que encienda la luz roja, o puede ocurrir que Tomy o Martín reconozcan que en muchos años han pasado una buena parte de su vida conectada a Internet. Mientras tanto, la "enfermedad" ha sido oculta para los demás.
Pero antes de llegar a esta situación, ¿cómo podemos saber si existe o no dependencia? Kimberly Young habla de ciertos síntomas: para poder estar conectado cada vez más tiempo se cambian los hábitos cotidianos, se duerme menos horas, se reducen las relaciones amistosas, se olvidan las tareas personales, se enfada que no se pueda conectar, se comprueba constantemente si hay mensajes en el correo electrónico y la conexión a Internet provoca un grito especial en la persona. El catedrático Enrike Etxeburua indica cuándo se inicia la dependencia, es decir, "cuando esa necesidad de estar conectado entra en la vida cotidiana de cada persona o se busca no pasarlo mal en lugar de buscar la diversión".
La situación es realmente preocupante: En un estudio realizado por Firefly por todo el mundo, el 50% de los encuestados afirmaba tener una necesidad de información evidente. Sin embargo, los padres usuarios mostraron una realidad más cruda. El 50% de ellos argumentó que sus hijos prefieren los PCs a los amigos. "Ganas amigos virtuales, pero los de la realidad se pierden, los que son verdaderamente importantes", dicen los webaholic, es decir, los que supuestamente tienen IAD.
Los expertos han comenzado a analizar las razones por las que se han evitado estos comportamientos. Para ello, han analizado las características de los ordenadores y de Internet y de este trabajo se han extraído las siguientes conclusiones:
Todas estas características pueden inducir a cualquier persona a quedarse atrapada por la fascinación de la red. Sin embargo, algunos autores señalan las características de los sujetos más proclives a esta dependencia. Para el canadiense Michael O´Reilly, el mayor riesgo de caer en la adicción lo tienen las personas que trabajan en casa, especialmente las mujeres de mediana edad, las que tienen un nivel educativo bajo y los estudiantes de cualquier edad y nivel socioeconómico. Por su parte, el profesor Alonso Fernández describe a la persona dependiente de Internet como: "hombre, joven, estudiante o profesional que utiliza la red para trabajar, con carácter inclusivo y que ha podido sufrir fracasos en la escuela".
Los psicólogos ponen los ojos sobre todo en aquellos que son tímidos. En este sentido, Anoria, a la que gusta el chat, dice: "Las personas cuentan en la red cosas que no se atreverían a decir cara a cara, porque es una manera de reducir su soledad o frustación".
En consecuencia, las causas de dependencia pueden ser múltiples: soledad, inseguridad, problemas laborales, depresión, hastío…
John Suler y otros autores hacen una distribución más científica de los afectados por el IAD. Dentro de esta hipotética dependencia, según Suler, se pueden distinguir dos tipos de sujetos:
a) Los que utilicen la red para la recogida de información, el juego, la obtención de nuevos programas o tareas similares (sin relación con otros usuarios).
b) Listados de correo electrónico con favoritos de mudas (Multi User Dimension) o chats que visitan frecuentemente.
El objetivo del segundo grupo es conseguir la estima humana. Los del primer grupo necesitan control y evitan las relaciones humanas.
Hay autores que equiparan el IAD con el alcoholismo, la ludopatía y la drogodependencia. Otros, como el psicólogo Juan Alberto Estallo Marti, son mucho más prudentes y no se atreven a hablar del "desequilibrio de la dependencia". Según Estallo, los estudios indican que hay personas que han sufrido cambios importantes en su vida como consecuencia del uso de la red. Sin embargo, de ahí a hablar de "desequilibrio de dependencia" hay mucho camino.
Las MUDs son mundos creados por la imaginación, juegos de rol. En la MUD primero hay que crear la propia identidad, es decir, un seudónimo para que los demás participantes nos conozcan. A continuación se informa de las características del personaje que hemos creado. De este modo se crea un escenario con identidades y roles diferentes.
Las MUDs son lugares muy atractivos, pero al mismo tiempo las enormes horas que pasan los amantes de los MUDs frente al ordenador les hacen temibles. La Universidad de Amherst, en Australia, en 1992 prohibió las MUDs alegando que generaban dependencia entre los universitarios.
IRC o Internet Relay Chat es un protocolo que permite intercambiar mensajes entre usuarios. Para poder conectarse al IRC es necesario disponer de un programa que sirva para ello. Cada IRC incluye cuatro tipos de canales de debate: canales públicos, canales secretos, canales ocultos y canales comprimidos.
Una vez conectado al IRC, si se quiere proteger la propia identidad, se debe seleccionar un alias (nickname en inglés). A partir de ese momento lo que uno escribe a través del teclado lo ven el resto de participantes del canal, pero incluso con uno o varios participantes concretos, pueden ser entrevistas privadas.
Muchos autores expertos en la materia consideran el chat como la causa más importante de la dependencia de Internet. En este sentido, el usuario del IRC Nico indica: "entrar al chat es como ir al psicólogo, se crea una comunicación muy especial".
La prevención es la forma más eficaz de hacer frente a la dependencia de Internet. Los expertos aseguran que es necesario informar previamente a los profesionales de la educación y la salud y a la sociedad en general. Otros consejos son la reducción del tiempo de conexión, la adecuada organización de las tareas a realizar en la red y la inclusión en Internet de mensajes que informen sobre el daño que puede causar el uso excesivo de este medio de comunicación. En cuanto a los niños, los expertos mencionan las siguientes medidas preventivas: organizar su tiempo libre y animarles a participar en actividades sociales deportivas o similares.
Sin embargo, tras caer en las garras de la red, cada uno es el que tiene que intentar salir de la dependencia, aceptando la situación y aprovechando el tiempo que antes se dedicaba a navegar por Internet para otras tareas. Es muy importante que cada uno reduzca sus tiempos de conexión y para ello hay que estar realmente motivado. En este sentido serían de gran ayuda los programas que sirvan para controlar los tiempos de conexión. No obstante, en caso de fracaso reiterado, se debe acudir al psicólogo o psiquiatra. No hay que olvidar que los sujetos con mayor riesgo de sufrir problemas de dependencia son aquellos con problemas de comunicación y relaciones humanas en la vida cotidiana. De este modo, cuando estos sujetos satisfacen sus necesidades de comunicación a lo largo de la vida real, obtendrán una mejora apreciable en relación al DEA.
En cualquier caso, como bien subraya Estallo, hay algo irónico en: "La mayor parte de los recursos para hacer frente al DEA se encuentran en la propia red". Un ejemplo es el foro electrónico Internet Addiction Support Group, que reúne a más de 300 participantes de todo el mundo.
A pesar de que los que hasta ahora se han centrado en este tema han sido los psicólogos, todavía no está claro cuál es el elemento relacionado con el abuso de Internet, si es un componente social o técnico, si es una enfermedad real o una tendencia. Tal y como ha ocurrido con los videojuegos, es posible que este fenómeno sufra un desarrollo natural y, por lo tanto, reduzca la dependencia a la que nos referimos a continuación a porcentajes apenas destacables. Hay que tener en cuenta que está en el momento de abrir Internet y que muchos usuarios se quedan fascinados por las posibilidades que ofrece esta nueva herramienta. Sin embargo, mientras las cosas se aclaren, lo mejor es estar informado de las circunstancias de esta nueva tecnología como prevención y siempre con Internet prudente.