Elhuyar Fundazioa
En una ocasión había un experto informático, que aún era un recién nacido Informática (Informática nació en la noche de ayer, a pesar de que muchos jóvenes creen que es una cosa vieja), que tenía que escribir grandes cantidades de bytes, y que se le ocurrió una idea ingeniosa: la información electrónica se escribe en código binario, con sólo dos dígitos: los ceros y uno. Pero el resto de los no informáticos -y los informáticos también después de apagar el ordenador– utilizamos un sistema métrico decimal de 10 dígitos. Pero vamos al hilo: aquel hábil informático se dio cuenta de que 2 10 = 1024, es decir, que era aproximadamente 1000, y así lo dijo: "en el Sistema Internacional de Unidades utilizan el prefijo "kg" para expresar 1000 (1 kilogramo = 1000 gramos). Por lo tanto, yo también podría usar el prefijo kilo para expresar 1024, ya que de 1000 a 1024 hay una pequeña diferencia. Hago un pecado pequeño y lo da bien, despacio:
2 10 bytes = 1024 bytes = 1 kilobyte".
Y así, trasladó la idea a muchos otros informáticos. Todos y todas ¡Bien! se dice y se empieza a utilizar el kilobyte. Pero los físicos, que lo supieron, pusieron el extremo negro: "¡Esos cotilleos informáticos son meramente ánimos! Hemos pasado muchos años utilizando el prefijo kilo para expresar 1000 y ahora esos mucosos no se han empezado a utilizar para expresar 1024. ¡Ni que pensar!"
Los informáticos, como habéis imaginado, no hicieron caso a los físicos resinas y siguieron utilizando el kilobyte para expresar 1024 bytes. En un principio, en los primeros 10 o 20 años, todo fue bien, ya que todos los que hablaban de kilobytes sabían hablar de 1024 bytes. Pero en los inicios del mundo de los ordenadores y de la informática aquel pequeño y cerrado se extendió a toda velocidad y los vendedores de ordenadores tuvieron que comunicarse también con físicos, ingenieros y gente de la calle. Y físicos, ingenieros y gente normal de la calle saben que el kilómetro tiene 1000 metros y el kilogramo 1000 gramos.
Los sistemas de acumulación de información se han desarrollado con gran rapidez y los megabytes y gigabytes -y, últimamente, también terabytes– son unidades muy corrientes. Pero los dispositivos de acumulación de información no se construyeron en función del sistema binario y, a efectos prácticos, la aritmética decimal es más adecuada que la aritmética binaria. En consecuencia, hoy en día, aunque parezca mentira, no sabemos cuántos bytes tiene el megabyte. Por ejemplo, hablando de la memoria de los ordenadores, la mayoría de los fabricantes utilizan la unidad de megabyte para representar 2 20 = 1 048 576 bytes, mientras que la mayoría de los fabricantes de dispositivos de almacenamiento de información (discos) utilizan la megabyte para representar 1 000 000 bytes. Para confundir más márgenes, algunos diseñadores de redes locales han utilizado la unidad “megabit por segundo” para representar 1 048 576 bit/s, pero todos los ingenieros de telecomunicaciones utilizan la unidad “megabit por segundo” para representar 1 000 000 bit/s. No sólo eso, al tratarse de dos pocas definiciones de megabyte, ha aparecido un tercero que tiene 1 024 000 bytes y que es el que se utiliza para formatear el disquete de 3 1/2 pulgadas (90 mm), disquete de 1,44 mb que todos utilizamos.
Si se quiere un revuelto, o un bytepil, no es un broma y se ha convertido en un verdadero obstáculo para la normalización y la estandarización de los sistemas. Por ello, los físicos resinas, el informático, el anarino y los ingenieros, unidos, han querido eliminar la confusión y han puesto remedio. En diciembre de 1998, el Comité Electrotécnico Internacional (CEI en francés y castellano, IEC en inglés, máximo organismo internacional encargado de la estandarización de la electrotecnología en todo el mundo), con la colaboración del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos y del Comité Internacional de Pesos y Medidas (SI Unidad Internacional), cuenta con el nombre de las decisiones multiples de los reversos para su uso en el procesamiento y la transmisión de la información.
Estos nuevos prefijos para múltiplos de dos no forman parte del Sistema Internacional Unidad SI, pero están basados en prefijos que se utilizan en el sistema SI para representar las potencias de 10. Como se puede observar en el cuadro, el nombre del nuevo prefijo SI deriva del nombre del prefijo correspondiente: Se han tomado las dos primeras letras del prefijo SI y se ha añadido el par de letras 'dos', que se han tomado de 'binary' (en inglés). Asimismo, el símbolo de cada nuevo prefijo proviene del símbolo del prefijo SI correspondiente y se le ha añadido la letra i, retomando la palabra 'binar' (para hacerla coincidir con los símbolos de los otros prefijos de los múltiplos de Birs, se ha aprobado el símbolo 'Ki' para representar 2 10, mayúsculas, en lugar del símbolo 'ki' correspondiente, basado en el sistema SI).
Algunos ejemplos ilustrativos de nuevos ahorros y prefijos SI son:
Las decisiones son relativamente nuevas, ya que se publicaron el año pasado, y pasarán unos años hasta que se utilicen completamente en cualquier lugar y en cualquier momento, como ocurre con todas las nuevas unidades. Se puede decir, por tanto, que el chandro que los informáticos han hecho a los físicos hace unos años se está recuperando. Pero no terminan ahí las polémicas entre informáticos y físicos. Por ejemplo, para los físicos el símbolo de la unidad de vela es B (en la mayoría de los casos se utiliza su submúltiplo: dB, decibelio), mientras que para los informáticos la letra B es el símbolo de la unidad byte. Ahí tienen otra vía de enfrentamiento que todavía no tiene solución.