Retorno para superar los obstáculos de la clonación humana

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

En los últimos tiempos se han expuesto en diversas revistas científicas y congresos interesantes investigaciones relacionadas con la técnica de clonación. Por ejemplo, en el congreso celebrado por la Organización de Genoma Humano se ha propuesto el camino para superar algunos obstáculos de la clonación. En poco tiempo, otros investigadores han revelado que es más fácil de lo previsto.

La clonación humana para la reproducción tiene muchos obstáculos. Desde el punto de vista ético, la mayoría no acepta la idea de crear un ser con la misma información genética que alguien, que en principio le parece totalmente rechazable y que no ve ninguna razón para justificar la clonación humana. Además, la ley no permite las investigaciones que se realizan con el objetivo de crear un ser humano por clonación.

Sin embargo, los límites y los obstáculos de la clonación humana para la reproducción no son sólo éticos y legales: la propia técnica de clonación todavía presenta serios inconvenientes. La técnica más utilizada es la transferencia nuclear, que consiste en la captura de una célula del ser que se quiere clonar, la extracción del núcleo y su colocación en un óvulo, al que se le ha quitado su núcleo. Al concentrarse la información genética del ser en el núcleo, el óvulo que lo ha sustituido contiene información genética de la otra célula.

Tras la excitación de este óculo, se inicia el desdoblamiento y se traslada a la fase embrionaria, donde el embrión se desarrolla completamente en un útero y termina por nacer un ser clónico. Todo ello en teoría. En realidad, las cosas no son tan fáciles.

Un cigoto vulgar, un óvulo recién fecundado, recoge en el núcleo la información genética del óvulo y del espermatozoide. Dentro de esto, está escrito qué genes hay que activar y desactivar para empezar a desarrollar el embrión y en función de ello se empieza a dividir el cigoto para darle el embrión.

Clave en reprogramación

Sin embargo, cuando se sustituye el núcleo del óvulo, la información genética pertenece a una célula adulta de la que el embrión debe ser ‘rejuvenecida’. Esto es lo que se conoce como reprogramación, proceso que permite dotar a la célula de las características necesarias para iniciar el desarrollo del embrión.

Los investigadores atribuyen a los errores que se producen en la reprogramación la culpa de que el grado de éxito de la clonación sea tan bajo.

Sin embargo, los científicos no conocen suficientemente bien el proceso de reprogramación y creen que se producen errores. Precisamente a estos errores se les atribuye la culpa de que el grado de éxito de la clonación sea tan bajo. De hecho, muchos de los clones que nacen se pierden por el camino y los que viven también sufren graves problemas de salud. Por ejemplo, la famosa oveja Dolly perdió 277 corderos clónicos al nacer y el propio Dolly sufrió los síntomas del envejecimiento prematuramente. Es comprensible, por tanto, que este tipo de experimentos estén prohibidos en el ser humano, ya que no se cumplen los requisitos mínimos de viabilidad.

Una ronda para solucionar el problema

Precisamente, en el congreso de la Organización de Genoma Humano se ha presentado una solución a este problema: los investigadores del Instituto Whitehead de Cambridge de EE.UU han propuesto utilizar los óvulos y espermatozoides en lugar de permitir el avance del embrión clonado. ¿Por qué? Pues porque en el proceso de creación de óvulos y espermatozoides la reprogramación es espontánea. Y en ese proceso natural, se cree que se eliminan errores que se han producido anteriormente.

A partir de ahí, el camino no es muy difícil: sólo queda una fecundación in vitro con el óvulo o espermatozoide obtenido del embrión clónico. Se trata de una técnica conocida y segura que aumenta considerablemente las posibilidades de conseguir un niño sano. Además, consideran que también se superarán los inconvenientes éticos de algunos, ya que el niño que se produce no es un clon, ya que, como en la fecundación normal, tiene información genética de dos.

Sin embargo, todavía no lo tienen todo claro. La obtención de óvulos y espermatozoides del embrión se basa en una característica fundamental de las células del embrión inicial. Estas células se denominan células madre y todas son poderosas, es decir, tienen la capacidad de transformarlas en cualquier tipo de célula y, por tanto, en óvulos y espermatozoides. Sin embargo, todavía no saben qué señales necesitan las células madre para convertirse en óvulos y espermatozoides.

Sorpresa esperanzadora

El retorno propuesto supone superar los inconvenientes éticos de algunos, ya que el niño que se produce tiene información genética de dos, al igual que en la fecundación normal.

Poco después de presentar esta propuesta, publicaron en Science un trabajo de la Universidad de Pennsylvania (EEUU). Según este artículo, quizá no sea tan difícil obtener óvulos de células madre como se cree.

En este estudio han demostrado que las células madre de los embriones de los ratones pueden convertirse, por sí mismas, en óvulos sin factores externos. De hecho, los investigadores tenían células madre de ratones en un medio de cría en el que han identificado los óvulos. Según han explicado, el proceso es realmente sencillo, se produce espontáneamente, se trata de detectar estos óvulos. Para ello han utilizado un marcador fluorescente.

Eso sí, los investigadores reconocen que no saben si esos óvulos identificados son normales o no, si pueden fecundarse o si los ebriones desarrollados por ellos podían ser viables. Sin embargo, parece que en la clonación reproductiva se ha abierto una rendija.

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