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Humedales del País Vasco (IX): humedales creados en las proximidades de los ríos de la Llanada

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Las crecidas intermitentes en las márgenes de los ríos y en los terrenos anejos al río y la cercanía a la superficie del nivel freático permiten el desarrollo de diferentes ecosistemas húmedos asociados a la dinámica fluvial. En general, los humedales asociados a los ríos pueden ser de dos tipos: por un lado, los humedales originados por la afloramiento del nivel freático en las proximidades de los ríos de la llanada y, por otro, los bosques de ambos lados de los ríos.

Las zonas húmedas creadas en las proximidades de los ríos de la Llanada se concentran sobre todo en varios tramos de los cursos medios y bajos de los citados ríos (en zonas de movilidad lenta y con canales muy extensos en los meandros) y en llanuras de sedimentos aluviales.

Estos humedales tienen su origen en los materiales permeables del Cuaternario apilados sobre sustratos impermeables, materiales poco consolidados de gran porosidad, lo que les confiere una gran capacidad de acumulación de grandes cantidades de agua. Utilizando una metáfora se puede decir que estos medios son esponjas gigantes. En estas condiciones, estos aspectos suelen presentar durante todo el año una elevada humedad freática, lo que da lugar a pequeños pozos y estanques en zonas deprimidas en las que afloran turberas, prados húmedos, junco y nivel freático.

Vegetación

El alto nivel freático característico de los ríos de la Llanada y la topografía plana del terreno hacen que en torno a estos humedales se desarrollen diferentes cinturones de vegetación. En las zonas deprimidas, como consecuencia de la afloramiento del nivel freático, suelen aparecer pozos de escasa profundidad. En ellos habitan abundantes comunidades de plantas acuáticas de agua dulce. Entre las especies que forman estas comunidades destacan las plantas flotantes como las lentejas de agua, las plantas vasculares del género Najas que habitan bajo el agua o las algas del género Chara, los rebotes con varios órganos bajo el agua y otros sobre el agua, los nenufares y las cabeceras de agua, o las plantas de los géneros Myriophyllum y Utricularia que viven diluidas cerca del fondo.

Sin embargo, en las proximidades de los pozos, debido al alto nivel de la capa freática, normalmente se encuentran terrenos conflictivos o fangosos. En ella predominan los heliófitos del género Carex, junto con plantas como Athaea officinalis, Lysimachia vulgaris, Ranunculus repens... Por último, en las zonas más elevadas, a pesar de que el nivel freático está cerca de la superficie terrestre, en las que la presencia de agua no es evidente debido al predominio de los juncos de los géneros Juncus y Scirpus, se desarrolla una comunidad vegetal conocida como ihitza. En las zonas húmedas próximas al río Aturri también se encuentran las turberas del tipo descrito.

Fauna

Desde el punto de vista faunístico, cabe destacar la importancia que tienen estos espacios para la reproducción de anfibios, sobre todo en el sur del territorio, donde debido al estiaje estival, los anfibios tienen poco espacio para la extracción de huevos y renacuajos.

Entre los anfibios que se reproducen en estos humedales relacionados con los ríos destacan el sapo espolón, el sapo pintado ibérico, el sapo moteado, el sapo corredor, el txantxikua y el tritón marmolaire.

En estiaje estival, las aristas secas de estos humedales son también muy aptas para reptiles como la serpiente con corbatas o la serpiente de escalera, con unas condiciones ideales para la caza y calentamiento corporal.

En cuanto a las aves, la combinación de especies de campiña y de ribera alrededor de estos humedales singulares hace que la diversidad sea relativamente grande. En este sentido, cabe destacar el nido de especies relativamente escasas en el País Vasco como el porrón común, el amiltxo común, el gallo, el focha común, el junco y la alfarera.