La crisis energética ha sido una de las frases mágicas usadas por políticos y economistas en los últimos veinte años. Además, la crisis ha sido considerada como la fuente y causa de la mayoría de los males de nuestras sociedades avanzadas. En cualquier caso, el término crisis ha estado oculto en los últimos tiempos. Se trata de un concepto que se ha utilizado un poco menos y que ha sido utilizado en otros contextos y niveles sociales. Sin embargo, en 1973 las razones más profundas, como la gran dependencia de una sola fuente de energía, pusieron en serio la estructura económica de los trabajadores sociales.
Si se pregunta al público en general cuál fue la causa de la crisis energética de 1973, probablemente la respuesta más extendida fue la supuesta subida de los precios del petróleo. Sin embargo, el aumento de los precios del petróleo impulsado por el OPEP fue un detonante de la crisis. Otras causas más profundas provocaron la crisis energética.
Además, estos factores no son coyunturales sino estructurales. Y entre estas causas básicas hay una excesiva dependencia de una sola fuente de energía, creo que la más importante.
Sin embargo, este error no es exclusivo de nuestra sociedad tecnológica. A lo largo de la historia humana siempre ha sucedido así. Si nos fijamos en la historia, esta dependencia es evidente.
En la historia del ser humano, la madera ha sido la principal y habitual fuente de energía a lo largo de miles de años. Más o menos XVII desde los primitivos humanos. Hasta finales del siglo XX, la madera ha sido la única fuente de energía para cocinar alimentos, calentar casas o abastecer a la industria. La fuerza de los animales y los molinos de viento y agua desarrollados hace dos o tres mil años han desempeñado un papel secundario 1.
XVIII. Tras la invención de la máquina de vapor en el siglo XIX, la hulla adquirió cada vez mayor importancia, sobre todo en el ámbito industrial. En las sociedades occidentales avanzadas el carbón adquirió toda su primacía en el XIX. 2 para finales de siglo.
La dependencia del petróleo es nueva y en las sociedades occidentales avanzadas y a principios de este siglo el petróleo comenzó a imponerse 3. En este breve repaso a la historia hemos visto que la dependencia de una sola fuente de energía ha sido casi total. Por lo tanto, no es de extrañar que cuando la disponibilidad de una de estas fuentes de energía cambia, la sociedad se ponga en una situación crítica.
La dependencia se explica claramente si analizamos la distribución del suministro energético en España (datos de 1986).
PORCENTAJE | FUENTE DE ENERGÍA |
| petróleo hidroelectricidad carbón nuclear gas natural |
Por lo tanto, cualquier incidente en materia de petróleo tiene una gran incidencia en el estado de disponibilidad energética en España.
Por otra parte, la crisis del petróleo de 1973 fue de gran valor porque puso de manifiesto tres puntos principales y relevantes:
Según los datos que tenemos hoy en día, si seguimos consumiendo petróleo en la medida actual, las reservas y recursos conocidos para mediados del siglo próximo se agotarán. Las reservas que conocemos son suficientes para asegurar un consumo cercano a los 30 años y los recursos pueden alargar este periodo 4.
En consecuencia, el petróleo será cada vez más apreciado y caro, aunque por ejemplo, los precios actuales son más baratos que los de hace diez años. Además, el petróleo es el origen de muchas materias primas utilizadas en una industria química que hace posible el estatus de sociedades avanzadas. Los derivados del petróleo son la base de muchos plásticos, insecticidas, medicamentos y productos químicos. Por eso, quemar petróleo puede ser un lujo demasiado grande en el futuro.
Las reservas de carbón son mayores que las del petróleo y pueden durar otros trescientos años. El carbón y sus derivados pueden sustituir en gran medida al petróleo (también para la obtención de materias primas de la industria química), pero esta sustitución incrementará el consumo de carbón y reducirá la duración de las reservas.
Por otro lado, no puede negarse que la crisis energética ha traído consigo una reducción del despilfarro energético. Para hacer el mismo proceso, ahora se consume menos energía que hace quince años. El ejemplo más representativo puede ser el automóvil. A principios de los años 70 un automóvil normal consumía entre 10 y 12 litros de gasolina por cada cien kilómetros. En la actualidad, esta cifra se considera una barbaridad inaceptable. El consumo máximo admisible es de unos siete litros por cada cien kilómetros.
Antes de hablar de las fuentes de energía del futuro hay que hacer una observación muy importante. Entre nosotros, cuando se habla de crisis energética siempre se piensa de la crisis del petróleo, que, como en otros casos, es una visión muy eurocentrista 5. La crisis energética tiene otra cara para la mayoría de la población mundial. 2.000 millones de personas en el mundo, la mayor parte del Tercer Mundo, utilizan la madera como fuente de energía para cocinar los alimentos y para ellas la escasez de madera ha provocado la crisis energética.
1.500 millones de personas del Tercer Mundo tienen grandes dificultades para conseguir la madera que necesitan cada día para cocer alimentos o calentar su hogar. Además, el bosque está siendo sometido a fuertes presiones, aumentando todas las consecuencias ecológicas que ello puede acarrear. Una persona del Tercer Mundo sólo necesita 3,5 kilos de madera al día (unos cuantos bastones). Sin embargo, el ritmo de vertido de los árboles es superior al ritmo de crecimiento. Actualmente muchos Pueblos del Tercer Mundo están quemando recursos para su futuro.
A la hora de hablar de la energía del futuro, quizá la primera cuestión que habría que responder sea: ¿Cuál es la estrategia básica de la futura política energética?
Creo que esta estrategia energética debe seguir cinco ejes: la diversificación, la innovación, el ahorro, la limpieza y la local.
Diversificación.
Si algo ha destacado la crisis energética de 1973, la sociedad no puede basarse en una sola fuente de energía. La futura política energética debe considerar todas las fuentes de energía e integrarlas en una red adecuada. Así, si uno falla, la sociedad no fracasaría.
Renovable.
Se utilizarán preferentemente fuentes de energía en un plazo razonable o que nunca se agotarán. Esto no significa que no se puedan utilizar energías no renovables a medio plazo, sobre todo cuando un intervalo de transición es innegable. Está claro que todavía el petróleo, el carbón y la energía nuclear de fisión tendrán mucho peso.
Ahorro.
La energía es un recurso preciado que no se puede desaprovechar. Por ello, los sistemas de producción, transporte y uso de energía deberán optimizarse al máximo para evitar el despilfarro energético. Por ejemplo, en la década de 1960 los aparatos de televisión consumían cientos de vatios, los actuales necesitan 90 vatios y los de cristal líquido que se publicarán a mediados de esta década sólo consumían 5 vatios.
Limpieza.
Las fuentes de energía del futuro deben minimizar los impactos ambientales. Esta es una condición ineludible. Los desastres ecológicos acaecidos hasta ahora, como el efecto invernadero y la lluvia ácida, serán inaceptables en el futuro.
Local.
La estrategia de abastecimiento energético del futuro no puede quedarse sólo en respuestas globales y deberá adaptarse a las características locales. Se quiere decir que es oportuno plantear la energía solar como una importante fuente de energía en las regiones cálidas del mundo, pero en los países fríos tendrá un papel secundario o terciario.
Dentro de esta localidad también quiero destacar la importancia de pequeños esquemas de suministro energético. De hecho, un esquema basado en la energía hidroeléctrica, por ejemplo en azudes locales, puede ser en algunos casos más apropiado que el basado en una sola gran presa.
Inmersos en la esencia de las fuentes de energía del futuro, el siguiente esquema indica cuáles serán esas fuentes de energía.
ENERGÍAS RENOVABLES- Bioenergías
- Energías Naturales
- Otros
ENERGÍAS NO RENOVABLES- Energías fósiles
- Energía nuclear
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Vamos a analizarlos uno a uno.