Exposición (I): Medidores de exposición
Elhuyar Fundazioa
En el apartado anterior dijimos que para lograr una exposición adecuada es necesario conocer la sensibilidad de la película y la claridad del sujeto. Analizamos el primero. El segundo lo abordaremos ahora mismo.
La luminosidad del sujeto o materia debe medirse para poder determinar a continuación el diafragma y la velocidad de obturación, sin olvidar que la medición o lectura debe ser acorde con la sensibilidad de la película.
Los aparatos de medida más precisos son los fotómetros o esposimetros. Además, existen tablas de exposición que los fabricantes ponen en las instrucciones de la película.
Estas tablas incorporan símbolos climatológicos. Cada símbolo corresponde a una situación luminosa (muy soleada, luminosa, bastante nublada, nublada o con cielo cubierto) y cada uno de ellos, con una velocidad y una sensibilidad determinada, indica qué diafragma debe colocarse, ya que un cambio de velocidad supondría un cambio proporcional del diafragma.
Estas instrucciones suelen ser para sacar fotos de temas convencionales en exteriores. Situaciones más especiales (baja uniformidad lumínica, trabajos con luz artificial en interiores o cambios de sensibilidad, p.ej. ), no proporcionan la información necesaria y es imprescindible el uso del fotómetro.
El fotómetro tiene una superficie sensible a la luz (tanto la célula fotoeléctrica como la fotoresistencia) para poder medir o leer la luz que refleja el sujeto. El fotómetro puede ser de dos tipos: portátil o con cámara.
Fotómetro portátil
Se aplica al fotómetro la sensibilidad de la película que estamos utilizando en la taquilla correspondiente. La superficie sensible se dirige hacia el sujeto y pulsando sobre el desprendimiento de la aguja, la intensidad lumínica que refleja se muestra en la escala de lectura. La lectura se coloca en la calculadora y gira hasta que la referencia del anillo de las aperturas coincida con ella. De este modo, se mostrarán las combinaciones de diafragmas y velocidades necesarias para lograr una exposición adecuada.
La superficie sensible del fotómetro puede estar formada por una célula de selenio que genera electricidad a través de la luz (y por lo tanto no necesita pilas) y por una fotorresistencia de sulfuro de cadmio (CdS) que es más sensible (pero necesita pilas).
En los primeros, si hay luz fuerte, se debe añadir un disfraz a la célula fotoeléctrica.
Fotómetro incorporado a la cámara
La mayoría de las cámaras actuales llevan en su interior un fotómetro. La superficie sensible puede ser la que lleva dentro y fuera de la cámara. La superficie sensible puede ser, además, de los dos tipos mencionados anteriormente: selenio o sulfuro de cadmio (también silicio más moderno). La segunda es la más utilizada.
Cuando la superficie sensible está fuera de la cámara, no mide la luz que atraviesa el objetivo, sino la que va directamente del sujeto. Esto, como veremos más adelante, puede provocar errores que se pueden evitar al ir dentro de la cámara. Las cámaras SLR utilizan habitualmente un medidor tipo CdS y sistema TTL.
TTL son las siglas en inglés de “through the lens”. Significa que al estar la superficie sensible dentro de la cámara, lee la intensidad de luz que pasa “por el objetivo”. De este modo, los cambios de diafragma y velocidad, tanto en el objetivo como en los filtros, no tendrán problemas, ya que el fotómetro tendrá en cuenta todo.
Estos fotómetros, además, están acoplados a los mandos de velocidad y apertura de la cámara y en ocasiones son automáticos. La información de la lectura suele aparecer en la pantalla de enfoque que se puede ver a través del visor, tanto con agujas como con indicadores de luz.
Estos medidores pueden controlar la exposición de forma totalmente automática, dando prioridad a la apertura, dando prioridad a la velocidad o manualmente.
Cuando el control de la exposición es totalmente automático, el propio sistema determina la apertura y la velocidad, según un programa preliminar (a menudo sin mostrar aviso alguno en el visor). Es muy cómodo para fotos de bapat o principiantes, pero no permite jugar, ya que las condiciones programadas no pueden cambiar.
Las dos siguientes opciones son semiautomáticas y la información suele aparecer en el visor. El primero da prioridad a la apertura. Esto significa que el fotógrafo elige el diafragma y la cámara selecciona automáticamente la velocidad adecuada. Control de profundidad de campo de este sistema en fotografías de importancia (paisaje, naturaleza muerta o de aproximación, p. ej.) Apto para su uso. Cuando se da prioridad a la velocidad, el fotógrafo elige la velocidad y la cámara decide automáticamente el diafragma adecuado. Es un sistema apropiado para fotos en movimiento.
Por lo general, estas dos preferencias suelen ser opcionales para las cámaras con control manual.
Con el control manual, según la propia palabra, todo depende del fotógrafo. La apertura y la velocidad serán las mismas, hasta que el fotómetro indique que la expulsión de luz es adecuada. Es el sistema más lento, pero el que menos pilas gasta y deja el camino más ancho a la creatividad.
Seguramente te parecerá que en pocas líneas se han acumulado muchas explicaciones técnicas y teóricas. La próxima vez explicaremos la lectura de la exposición de una manera mucho más práctica y no dudes en que todas estas líneas se te van a aliviar. Así bis.
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