Relatividad

Aunque no creemos, Einstein expuso la teoría de la relatividad.

Aunque no creemos, cuando Einstein expuso la teoría de la relatividad no sólo puso patas arriba las estructuras de la ciencia, sino también las del pensamiento.

El sistema espacio-tiempo es completamente diferente para una persona inmóvil o para otra que se mueve con la velocidad de la luz, para esta última el tiempo pasa más despacio que para la otra.

Vamos a explicar con un ejemplo qué es la relatividad. Desde nuestra casa vemos un tren que pasa a 80 km/h. Un pasajero que viaja lanza una pelota en la misma dirección del tren a 20 km/h. Para nosotros la velocidad de esta pelota será de 100 km/h y para el viajero será de 20 km/h. Pero, en definitiva, ¿cuánto es la velocidad de la pelota? La respuesta dependerá siempre del estado de cada observador.

Constando este suceso y reconociendo que no es posible alcanzar velocidades superiores a la del vacío (299793 km/s), se obtuvieron, entre otras, las siguientes conclusiones:

    Si una masa con respecto a un observador se mueve a la velocidad de la luz, ésta se hace infinita para este observador.
  • El tiempo transcurrido en un cuerpo que se mueve a una velocidad alrededor de la luz es menor que el tiempo transcurrido en el observador (el movimiento de la luz paralizaría el tiempo).

Esta relatividad superior se debe únicamente a las relatividades más simples que se observan en nuestra vida. Por lo tanto, esta ocasión es perfecta para decir que la ciencia se hace trabajando.

Como colofón a este articulito, mezclamos un poco más la cabeza.

Algunas estrellas están a varios años de luz, es decir, están situadas a varios kilómetros de luz. Por lo tanto, la luz que vemos es la emitida hace unos años, pero puede que esa estrella haya desaparecido. La pregunta que hay que hacer es ¿existe esa estrella? (Pensando en términos relativos, puede dar una respuesta relativa).

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