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En las enciclopedias y libros en los que aparecen datos sobre la biografía de Einstein apenas se hace referencia a su primera mujer: Mileva Maric. Su mujer era matemática y física y, en los últimos tiempos, algunos lo han hecho público, y no lo es menos: matemático y físico que puede colaborar con su marido Albert en la creación de la teoría de la relatividad. La clave del problema reside en el alcance de esta colaboración.
Albert y Mileva Einstein trabajaron juntos y publicaron en nombre de ambos sus primeros artículos científicos. Esta es la afirmación que se esconde en la base de la tormenta surgida entre científicos como consecuencia de la publicación de cartas y escritos de Albert Einstein por la Universidad de Princeton. En las cartas de Albert a Mileva, al referirse al trabajo sobre la relatividad, utilizó la expresión “nuestro trabajo”.
Todos parece reconocer que en estos trabajos el papel de Mileva Maric fue más importante de lo que hasta ahora se ha sabido o reconocido. Pero las controversias surgen al valorar el alcance de esta importancia. ¡Y parece que no de broma! El “calor” que algunos investigadores han expuesto en los debates sobre el tema no es habitual dentro de la comunidad científica. Veamos lo que se conoce de esta historia.
Albert Einstein nació en 1879 en Ulm, Alemania. Siendo joven se trasladó con su familia a Munich, donde cursó sus primeros estudios en el Instituto Católico, aunque él era judío. En 1894 su familia tuvo que ir a Milano, pero el joven Albert se quedó en Alemania para terminar el bachillerato. Antes de terminar abandonó la escuela: como sólo le interesaba las matemáticas, siguió el consejo de un profesor y se fue a Italia a sus familiares.
Viajó de Italia a Zurich con la intención de estudiar en la Escuela Politécnica, pero no lo aceptaron y tuvo que esperar un año aprendiendo por su cuenta. Al año siguiente, en 1896, logró incorporarse a la Escuela Politécnica de Zurich, denominada Eidgenössische Technische Hochschule (ETH). Allí y ese mismo año conoció a Mileva. Ambos tenían los mismos cursos en ese primer año.
Mileva Maric era la hija de un funcionario serbio. Nació en Titel (entonces Hungría y ahora Yugoslavia). Su admisión en la ETH de Zurich pone de manifiesto el nivel intelectual de Mileva, ya que no era fácil aceptar a las mujeres para realizar estudios científicos de alto nivel en aquella época.
Albert se graduó, pero Mileva no consiguió superar el examen, aunque con notas muy similares. Ambos permanecieron en Zurich mientras Albert encontraba su labor docente. Pero no era una búsqueda fácil, porque además de ser judía, no tenía una ciudadanía suiza. En 1901 logró la ciudadanía suiza y empezó a trabajar en la oficina de patentes de Berna.
El trabajo de la Oficina de Patentes le dejaba suficiente tiempo libre y al no necesitar un laboratorio para su trabajo (ya tenía suficiente papel, pluma y su inteligencia), publicó su primer artículo científico ese mismo año. En 1902 Mileva tuvo una hija llamada Liserl. Mientras tanto, Mileva y Albert no estaban casados y aunque no sabemos si el motivo fue o no, lo que sabemos es que su madre llevó a su hija a Serbia para entregarla a un cuidador. No queda rastro de esta hija y no se habla nada más de ella en las biografías de Albert Einstein.
Al año siguiente, en 1903, Albert y Mileva se casaron y un año después surgió el niño Hans Albert al mundo. Aquellos años de comienzos de siglo fueron prolíficos en la vida de Albert Einstein. El año 1905 ha merecido la calificación de “annus mirabilis”. Ese año Albert Einstein publicó cinco artículos en los que cada uno tocaba un tema diferente. Tres de estos cinco han conseguido hueco entre los artículos más importantes de la historia de la física.
Vamos a seguir ahora la cronología en la que se publicaron estos artículos. En la primera se basó en la idea que Plank había lanzado cinco años antes, de que la energía, como la materia, estaba organizada en cuantos o unidades discretas. Relacionó la frecuencia de la energía electromecánica con la energía del cuántico.
Decir que la luz morada tiene una doble frecuencia de luz roja, por ejemplo, significaba que su energía cuántica era también doble. Esta teoría estaba olvidada y Einstein la retomó y la aplicó a fenómenos inexplicables por la física clásica, como el cuerpo negro. Einstein puso así las bases de la mecánica cuántica. Varios años después recibió el Premio Nobel por este trabajo, aunque éste no sea su obra más admirable (si es posible que así lo diga).
En su obra, publicada dos meses después, desarrolló el modelo matemático del movimiento browniano. Relacionó el movimiento de las partículas en suspensión en un líquido con el de las moléculas del líquido.
El tercero provocó la revolución más profunda en el mundo de la física: sentó las bases de la relatividad reducida. El tiempo y el espacio perdieron su independencia y su variabilidad hasta entonces y se convirtieron en términos relativos. Este nuevo esquema llevó a idear la relación entre masa y energía, proporcionada mediante la ecuación E = mc 2 hiperconocida. Esta nueva idea permitió explicar muchos fenómenos.
En las biografías escritas de estos prósperos años de Albert Einstein, sólo se han hecho breves referencias a su mujer. En la famosa biografía escrita por Ronald Clark en 1971 se habla de “encarcelamiento de la hija de un campesino esclavo” y de “reconocimiento de que los hombres y mujeres que Einstein encontró en su vida diaria les resultaba incomprensible la relatividad”. Así que según Clark, Mileva no entendía los trabajos de su marido.
Los documentos publicados tras la muerte de Einstein han desmentido esta afirmación de Clark. Hay quien opina que Mileva hizo algo más que comprender en estos trabajos: él participó directamente en el desarrollo de estos conceptos. Evan Harris Walker es uno de los defensores más apasionados de esta idea.
En su opinión, Albert y Mileva trabajaban juntos, aunque pasaban largas oleadas separadas entre sí. Prueba de ello es la carta de Albert a Mileva. En la carta del 27 de marzo de 1901, Albert dice: “Qué felices y orgullosos estaríamos, si juntos llevamos nuestro trabajo sobre el movimiento relativo (la relatividad) hasta un punto final de éxito”.
En otras cartas, Einstein también realiza comentarios que pueden suponer que colaboraban. La colaboración también llegaba a otros ámbitos no relativos. Los trabajos de Albert de los primeros años del siglo analizaron la termodinámica, las fuerzas moleculares y el movimiento browniano. Veamos otros ejemplos de estas cuestiones.
“Estoy trabajando con otro método en la investigación sobre el efecto Thomson, que tiene similitudes con la tuya para conocer la dependencia del T de k.” ... “He tenido una idea muy fructífera, que nos permita aplicar nuestra teoría sobre las fuerzas moleculares a los gases” ... “Le he dado nuestro artículo” “Piensa lo maravilloso que va a ser cuando podamos volver a trabajar juntos, me parece que no...... Entre los descubrimientos realizados por Walker hay otro dato interesante.
Walker se basa en datos escritos por el matemático y físico húngaro Desanka Trbuhovic-Ghuric en la biografía de Mileva Einstein. Esta biografía fue traducida al alemán y publicada en Suiza en 1988. Autor Abraham F. Recibió el testimonio del prestigioso físico ruso Joffe (1880-1960). El artículo sobre la relatividad de Joffe fue publicado en el año 1905 como vocal de la revista, Annalen der Physik.
Según Trbuhovic-Ghuric, Joff tuvo la oportunidad de ver el original del artículo en aquel año y recuerda la firma de Einstein-Marity. Marity es una variante húngara del nombre Maric. Es sorprendente que Marity sea la forma utilizada por Joffe. Eso era lo que aparecía en el cónyuge, pero los biógrafos de Albert nunca han utilizado ese nombre. Esto da más credibilidad al testimonio de Joff. Este manuscrito es perdido para siempre. Lo que actualmente se conserva es en 1943. La comisión de los EE.UU. pidió a Albert un escribo como ayuda a la guerra. Einstein copió manualmente el famoso artículo con el siguiente comentario: “Esta es la copia de mi primer artículo sobre la teoría de la relatividad. Copia realizada en noviembre de 1943. El manuscrito original no existe, porque yo lo tiré después de su publicación.”
En 1908 obtuvo un puesto de profesor en Berna y en 1909 en la Universidad de Zurich. En 1910 Mileva se dio a luz con otro chico al que llamaron Eduard. En 1911 obtuvo el puesto de profesor en la universidad alemana de Praga, pero tras un año volvió a Zurich. Para entonces el nombre de Einstein se había hecho famoso entre los físicos del mundo.
En 1913 se trasladó a Berlín tras aceptar con Mileva y sus dos hijos un puesto creado para él en el Instituto de Física. Por primera vez recibió el salario suficiente para dedicarse exclusivamente a la investigación. Eran los últimos meses juntos.
Al año siguiente Mileva volvió a Zurich para vacaciones con sus dos hijos. I. Comenzaron la Guerra Mundial y no pudieron volver a Berlín. No se reunieron más y años después se separaron legalmente. El documento amistoso de divorcio (1919) recogía un capítulo sorprendente: Albert Einstein entregaría a Mileva el premio del Premio Nobel en caso de ganar este premio. En 1922, Einstein recibió el Premio Nobel y, como prometió, viajó hasta Zurich para donar dinero a Mileva.
Lo que Walker deduce de todo esto es: Que el nombre de Mileva Maric podía aparecer junto con Einstein como coautoría o como colaborador, por lo que también recibió el Premio Nobel entre ambos, como ocurrió en el caso de las Curie.
Hay quien dice que la hipótesis de Walker no es un abuso: en aquella época era normal que las mujeres asumieran el trabajo de los hombres. Por lo tanto, Einstein no fue más que el comportamiento de cualquier hombre normal. Troemel-Ploetz añade otro ejemplo. Mileva de Zurich inventó un aparato para medir corrientes eléctricas débiles. El aparato fue patentado en nombre de Albert Einstein y su amigo físico Johann Conrad Habicht. Según Trbuhovic-Ghuric, cuando un amigo le preguntó a Mileva por qué su nombre no aparecía en la patente, su respuesta fue: “¿y para qué? ambos formamos una piedra” ein Stein = una piedra con un juego de palabras.
Troemel-ploetz también menciona una carta de Mileva a su padre: “Hace muy poco hemos terminado un trabajo importante que hará de mi marido famosa en todo el mundo”.
John J. Según Stachel, miembro del Seminario sobre Einstein de la Universidad de Boston y director de la publicación de cartas y escritos de Einstein, de los datos históricos que tenemos hasta ahora no se puede deducir que la colaboración de Mileva tuvo un peso similar. A pesar de que estos hallazgos de documentos de juventud de Einstein han dado un poco más de luz sobre aquellos años, siguen existiendo aspectos oscuros del mito de Einstein. Stachel cree que las ideas de Walker son sólo fantasías: Los términos “nosotros” y “nosotros” fueron utilizados por Albert en la calidez del amor, pero no con la intención de expresar el autoría de su trabajo.
Algunos dicen que son sólo fuegos artificiales. Otros pueden ser un ejemplo más de las obras femeninas que la historia nos ha ocultado. Mientras tanto, ha surgido algún debate y conflicto en la comunidad científica. La ciencia también tiene sus héroes (¿masculinos?) y no admitirá con facilidad la menor fisura en esa imagen.