Atracones de Navidad

Agirre, Jabier

Medikua eta OEEko kidea

El hombre no es más que un pobre mono esclavo de sus tradiciones, como dijo el prestigioso zoólogo inglés Desmond Morris. Y esta frase, aunque parezca dura, se convertirá en una verdad redondeada en los siguientes días festivos: cada uno de nosotros gastará más de 10.000 pesetas de media en comida y bebida.

¿Cómo podemos definir uno de esos “atracones” tan habituales estos días? Los médicos atribuyen el nombre de boca compulsiva exagerada a este tipo de personas: durante un periodo de tiempo determinado, la persona se va a llevar a cabo una serie de atracones, a pesar de que muchas veces los considera anormales, y en otros casos se consideran incontrolables. Parece una broma de mal gusto comentar atracones en otros lugares del mundo cuando mucha gente está muriendo de hambre, o cuando patologías como la bulimia o la anorexia se han vuelto cada vez más comunes, pero todo apunta a que el único remedio contra estos atracones navideños es comer menos.

A lo largo de la evolución humana, el aparato digestivo ha evolucionado de forma espectacular y es capaz de soportar hasta cuatro veces más calorías de las que necesita. Por otra parte, la capacidad de dilatación o dilatación del estómago es enorme, ya que en un atracón de ellos pasa un kilo (o incluso más) de comida por el estómago.

Desde el día de Navidad hasta que pasa el Rey, son muchos los almuerzos y cenas que salen de lo normal y pasan por la frontera. ¿Y con ellos qué? Si mediamos la enfermedad, porque si no, las consecuencias van a venir ahí, a tope: mala digestión, estómago, gases e insomnio. Hipócrates decía que la salud se cocía en el aparato digestivo. Por si acaso, te damos algunos consejos que te ayudarán a cuidar tu salud y la de los tuyos y a evitar los achaques navideños:

  • Comer tranquilo, con calma, masticando bien las comidas.
  • Cena al menos un par de horas antes de acostarse.
  • Los zumos, las bebidas de frutas o el agua mineral son mejores que las bebidas dulces y alcohólicas. En caso de ingerir alcohol, mejor siempre que el estómago esté lleno.
  • Si es posible, escoger alimentos fáciles de digerir.
  • Evitar el consumo excesivo de azúcar que puede alterar la digestión y la tolerancia a otros alimentos.
  • Se recomienda evitar el consumo de carnes ahumadas, grasas, carne de cerdo, ternera y carne de buey para personas afectadas por gastritis o úlceras. Mejor comer cordero y carne de pollo. Se recomienda evitar los pescados ricos en grasa, ahumados y mariscos.
  • Para los que tengan estreñimiento, los alimentos prohibidos son: bebidas alcohólicas, arroz, té y café, pasteles, chocolate, pan blanco y comidas picantes y ácidas.
  • El ejercicio es imprescindible. Diversos estudios han demostrado que cuando el ejercicio es duro disminuye el apetito. La persona que no tiene costumbre no debería hacer excesos, puede bastar con pasear por delante de las comidas.
  • En el caso de conducir, es muy importante el sueño que aparece en la digestión tras las comidas copiosas. ¡Ojo! Noticias

Después de ver algunas notas y recomendaciones generales, vamos punto por punto; conviene tener claros algunos puntos para saber cómo se pueden evitar estos excesos que se producen en torno a las fiestas navideñas. Según el endocrinólogo Basilio Moreno del Hospital Gregorio Marañón, “se pueden comer dulces y delicias”, como no podía ser de otra manera, que no se consumen habitualmente a lo largo del año, pero “siempre con moderación”. En las cenas de esos días, según el endocrinólogo, habría que coger primero las verduras y después los peces (como los azules también los blancos, porque son digerías mucho más fáciles que las carnes).

  • En cuanto a la carne, Moreno recomienda tomar el cordero en las comidas de Navidad o Navidad para hacer la digestión más tranquila, “aunque en estas fiestas suele haber bastante tiempo por la noche para digerir los alimentos”, ya que la gente no se acuesta nada más cenar.
  • Los mariscos son alimentos llenos (ricos en proteínas y similares a los peces en vitaminas). Por eso, desde el punto de vista dietético, son alimentos sanos y racionales (otro aspecto es el precio de estos alimentos), ya que su cocción es suficientemente resistente.
  • Los diabéticos deberían tomar turrones y mazapanes en pequeñas cantidades, según Moreno, ya que son ingredientes de postre mucho mejores si se consumen con moderación que productos especiales para diabéticos.
  • Con los hipertentos, sin embargo, hay que actuar con dureza en el nacimiento, ya que al renunciar a la prohibición de la sal pueden producirse problemas cerebrovasculares con facilidad. Para ellos, por tanto, el marisco no está recomendado, y si se quiere tomar, siempre habría que consumirlo “hervido con muy poca sal”. Aunque podemos ser más generosos con los diabéticos, siempre hay que hacer un control muy exhaustivo de las calorías extraordinarias que varían de su dieta diaria (los turrones y los dulces son muy ricos en calorías).
  • Mejor menú. La nutróloga Rosa Ortega, del Instituto de Nutrición del CSCI, considera que el consumo de alimentos que le gustan no está bien o mal en días de abusos, ya que “la ciencia no es la única guía en estos casos”, siendo importante el consumo de alimentos que le gustan. El mejor menú debería tratar de compensar los excesos de Navidad con verduras y frutas.
    cuando lo tienen, pero los excesos que se pueden hacer durante unos días no deberían descartarse tan fácilmente, ya que sus consecuencias pueden llegar a ser más serio.Por lo tanto, de alguna manera, la medida de comida de esos días debería dar especial importancia a las legumbres, las verduras y las frutas; luego vendrían peces por delante de las carnes, y habría que consumir con cuidado los mariscos, los quesos fuertes, los huevos, las mantequillas y las natas. Con las bebidas alcohólicas y el tabaco, como no podía ser de otra manera, la recomendación principal es moderar su uso y evitar, si es posible, su consumo.
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