Doping, resultado de la competición deportiva

Palabras como off side, corner, surfing y rafting son conocidas para todos. En los últimos tiempos, otro de ellos en el ranking de palabras recogidas en inglés (¡esto también viene de ahí!) desgraciadamente sube la palabra doping. Pero, ¿qué es el doping? ¿Cómo se dopan los deportistas? ¿Cómo se puede saber que están dopados? ¿Tiene riesgo para la salud? Respuestas a estas preguntas en las siguientes líneas.

El progreso producido por la cada vez más estrecha relación entre deporte y ciencia es innegable. Piensa en lo que se ha avanzado en herramientas, ropa y materiales para hacer deporte en pocos años. Para darse cuenta de ello basta con mirar el aspecto de los deportistas de temporada y los actuales. Recuerda las bicicletas usadas por Txomin Perurena y demás, y compara con las usadas por Abraham Olano para ver cuánto se ha avanzado en aspecto, peso, aerodinámica y confort. Fíjate en los zapatos, tiendas y ropa que llevaron en las primeras expediciones al Himalaya y mira los actuales. Todos los avances son consecuencia de la aproximación técnica e industrial al deporte.

En cuanto a la alimentación y la preparación física de los deportistas, se puede decir algo parecido. Los harrijasotzailes o aizkolaris que antes de salir a la plaza practicaban la txuleta-jana han quedado en el lugar; los deportistas que en la víspera del día de la competición realizaban grandes entrenamientos también están en el lugar. Los deportistas realizan dietas estrictas, adaptadas a sus características y al deporte que practican; realizan sesiones de entrenamiento controladas de arriba abajo, previamente planificadas con la ayuda de técnicos deportivos y médicos, realizando controles repetidos de la respuesta corporal, midiendo todo. Todo lo dicho es para deportistas profesionales, pero para los que empiezan las cosas han cambiado mucho, ya que desde pequeños se puede ir a las escuelas deportivas y prepararse paso a paso.

Sin embargo, en esta descripción del deporte desarrollado hay un punto que cuestiona el posible desarrollo, que va más allá del entrenamiento: el dopaje, que se está convirtiendo en algo habitual en las sesiones deportivas de los medios de comunicación.

El dopaje como factor de equilibrio

Según el Comité Olímpico Internacional, el doping es tomar sustancias extrañas al cuerpo para mejorar su rendimiento físico, o tomar sustancias no extrañas por métodos no convencionales. Por motivos éticos y de salud que genera, el dopaje está prohibido en el deporte. De hecho, uno de los pilares del deporte a la hora de competir es la paridad, y el doping rompe esa paridad. Por otro lado, a pesar de que de repente mejora el rendimiento del cuerpo humano, se considera que la longitud es perjudicial, ya que ciertos productos considerados tienen efectos secundarios peligrosos.

Los problemas de doping han sacudido el ciclismo.
B. Corcho

Aunque la historia del doping es antigua, su uso excesivo se ha incrementado desde 1945. Sabiendo que el dopaje rompía el equilibrio competitivo, el uso de drogas en el deporte no se prohibió hasta 1967. Se consideraba un truco, pero no estaba prohibido. Ese año el ciclista británico Tom Simpson, participaba en el Tour de France y murió al subir el puerto de Mont Ventoux. Estudios posteriores demostraron una elevada presencia de anfetamina en el cuerpo. La prohibición del doping llegó tras el eco de la muerte del británico. Los controles antidopaje se implantaron en 1972 en las Olimpiadas de Munich. Sin embargo, actualmente el doping no está prohibido en todos los deportes, por ejemplo en el tenis no hay control.

Los controles de doping se realizan una vez finalizada la sesión deportiva, tomando muestras de orina. La muestra tiene un código y un sello. Una parte de la muestra es analizada de forma inmediata y la otra se conserva, aunque sea necesario realizar un segundo análisis. En los laboratorios se analizan muestras de orina, cromatografía de gases, cromatografía líquida a alta presión y técnicas de espectrometría de masas. También se realizan análisis de sangre en el ciclismo debido a la aparición de la EPO. Estas son las vías que hasta ahora se han utilizado para realizar los análisis y que, si es necesario, deberán modificarlas de cara al futuro, ya que de esta manera no se pueden controlar todos los tipos de doping existentes.

Tipos de doping

Independientemente del tabaco y el alcohol, hasta ahora las sustancias dopantes se han dividido en 6 categorías: analgésicos narcóticos, estimulantes, beta-bloqueantes, diuréticos, hormonas polipeptídicas y esteroides anabólicos. Además de estos apartados, en la actualidad también se puede hablar de doping de sangre y también de eritropoyetina.

Los estimulantes generan vitalidad física y psíquica, generando ventajas frente a la competencia.

Los analgésicos narcóticos se utilizan para aliviar el dolor causado por lesiones y enfermedades y aumentan el umbral de analgesia. Originan dependencia física y psíquica, por lo que son muy perjudiciales a largo plazo.

Los estimulantes se utilizan para aliviar la fatiga, mejorar la circulación sanguínea, aumentar la disponibilidad de oxígeno y fomentar la agresividad y la pasión por la competencia. Generan una vida física y psíquica que genera ventaja frente a la competencia. Tras el uso de los estimulantes ha muerto más de un deportista. En este grupo de estimulantes, las anfetaminas y sus derivados, la efedrina y sus derivados y la cafeína son las más utilizadas. Los estimulantes están muy disponibles, por ejemplo, en la composición química de varios medicamentos que se utilizan para debilitar los síntomas de la gripe. Por supuesto, los deportistas que deben someterse a controles de doping deben tenerlo en cuenta. Aunque la cafeína forma parte de este grupo, su uso habitual —en café, refrescos con cola…— no es peligroso para los deportistas, ya que para dar positivo en el control sería necesario tomar más de diez cafés. El uso excesivo de los estimulantes tiene efectos nocivos como taquicardia, hipertensión, insomnio, alucinaciones y muerte.

Los beta-bloqueantes se utilizan en medicina para combatir enfermedades cardiacas, hipertensiones y arritmias. Sobre todo, la precisión y el pulso se utilizan en deportes básicos como el billar o el tiro con arco, que ayudan a paliar el temblor, la ansiedad y el nerviosismo. El uso frecuente de beta-bloqueantes por parte de personas sin problemas cardiacos puede provocar hipotensión y fatiga. También pueden causar un infarto.

Existe en el mercado una amplia oferta de medicamentos que ayudan a aumentar la capacidad muscular.

Los diuréticos ayudan a eliminar los fluidos orgánicos. En medicina los diuréticos se utilizan para combatir la retención de líquidos, los problemas del corazón, el hígado y los riñones, y la tensión del día anterior a la menstruación, mientras que en el deporte se utilizan otras drogas para cubrir o en deportes de pesada (boxeo, judo, karate) para competir con otras más ligeras, ya que la pérdida de agua hace perder peso. Como el cuerpo tiene que acumular líquido antes, durante y después de la práctica deportiva, la pérdida excesiva de líquidos puede provocar deshidratación. Esto puede provocar vértigos, calambres musculares, náuseas y dolores de cabeza, y a la larga dañar los riñones y el corazón hasta la muerte.

Finalmente tenemos esteroides anabólicos. Las hormonas esteroides nacen espontáneamente en órganos masculinos y femeninos. Las hormonas, incluida la testosterona, son responsables del funcionamiento y crecimiento de los órganos sexuales masculinos en el cuerpo humano y del efecto masculinizador. A estos efectos se les denomina androgénicos y andrógenos a las hormonas sexuales masculinas. Se encargan del desarrollo de los tejidos musculares actuando sobre el cuerpo de forma anabólica. Hasta el momento no se han desarrollado esteroides de efecto exclusivamente anabólico, todos ellos de efecto androgénico secundario. Los esteroides anabólicos se han utilizado en medicina contra la anemia, las enfermedades óseas y algunos tipos de cáncer, así como en problemas de varones con poca hormona.

Complementados con sesiones de entrenamiento precisas y una dieta adecuada, los esteroides anabólicos provocan una mayor producción de proteínas en el cuerpo, aumentando los músculos y por tanto la fuerza. Esto permite que los deportistas entren más y con más fuerza, y que se recuperen más rápido. Se han utilizado principalmente en deportes de corta duración y alta intensidad. No obstante, al aumentar la agresividad y acelerar la síntesis de glóbulos rojos, pueden ayudar a superar mayores cargas de entrenamiento sin caer en situación de estrés. Por ello, también se han utilizado en deportes de larga duración.

El uso de esteroides anabólicos tiene muchos riesgos: hipertensión, ictericia, tumores, derrames de sangre, mal trabajo hepático, bloqueo del desarrollo óseo, paranones, esterilidad e impotencia. Pueden provocar alteraciones en los órganos sexuales y alteraciones menstruales en las mujeres. Al mismo tiempo, en las mujeres se pueden desarrollar características masculinas como el pelo en la cara, el acné y el fortalecimiento de la voz. A pesar de dejar de tomar esteroides, el proceso de estos cambios no se detiene. No se cree que generen dependencia física, pero sí psíquica.

Uno de los anabolizantes más conocidos es el Clenbuterol. El clenbuterol se ha utilizado para engordar ilegalmente a los animales y en medicina para combatir el asma. Pero también lo han utilizado para dopar porque la musculatura aumenta. A la larga no se sabe cuál puede ser su efecto, pero si se toma mucho, la taquicardia, el nerviosismo, el insomnio, la ansiedad, el aumento de la presión venosa y el dolor de cabeza son factores que provocan. Un ejemplo de afección al clenbuterol: En 1992 169 personas de Cataluña sufrieron los síntomas descritos por comer carne de ternera engordada con Clenbuterol. Por ello se juzgaron a tres ganaderos.

La utilización de hormonas polipeptídicas tiene efectos similares, ya que se fortalecen los músculos y tejidos. Uno de los más utilizados es la hormona del crecimiento. La hormona del crecimiento se produce espontáneamente en la hipofisaria, en una pequeña glándula situada bajo el cerebro. Esta glándula segrega la hormona a la sangre y la sangre la lleva a diferentes órganos, entre ellos los músculos. Esta sustancia produce el aumento de varios tejidos, mediante el traslado de los aminoácidos de la célula a la célula. Además, la hormona del crecimiento favorece el crecimiento de las proteínas y afecta al metabolismo de los carbohidratos y lípidos. La hormona del crecimiento ayuda a perder peso, pero sin influir en el número de proteínas y en el tamaño de los músculos. La hormona del crecimiento tiene también la ventaja a la hora de dopar, ya que a las 40 horas de su consumo desaparece completamente. Por lo tanto, su detección es prácticamente imposible.

Dopaje de sangre

Los controles para la detección del dopaje se realizan una vez finalizada la sesión deportiva, pero en la actualidad existen tipos de doping que no se pueden detectar en los controles habituales de doping.
R. Ropa

Los glóbulos rojos se encargan del transporte del oxígeno. En una época, antes de la competición, la sangre enriquecida en los glóbulos rojos, que durante un tiempo había salido al deportista en altura y posteriormente guardada, era introducida por las venas. En ese momento el deportista tenía más glóbulos rojos, por lo que podía llevar más oxígeno a los tejidos. Hoy en día no se hace, se utiliza el orden eritropoyetina de esta práctica.

La eritropoyetina o EPO es una hormona natural que ordena la producción de glóbulos rojos, lo que dificulta su creación artificial. La solución al gen que manda hacer EPO es mandar hacerlo en otro ser, normalmente en una bacteria, y sacarlo de él. Así se obtiene la EPO sintética.

La EPO sintética y natural no pueden diferenciarse por lo que un exceso de EPO no significa necesariamente doping. Por ejemplo, este incremento de EPO se puede conseguir entrenando en un lugar de alta altitud. El efecto del EPO sintético y natural es el mismo. El aumento de los glóbulos en la sangre aumenta la viscosidad de la sangre y como al corazón le cuesta más bombear aumenta la presión venosa. Por ello, no se permite la práctica deportiva por encima de un determinado número de glóbulos rojos. Para demostrar este tipo de doping los controles habituales de orina no son los adecuados, por lo que se ha comentado que se trata de un doping incontrolado. Para conocer el número de glóbulos rojos en el ciclismo se realizan análisis de sangre, muchas veces en condiciones poco adecuadas para los ciclistas, que despiertan a primeras horas del día. El parámetro que representa el porcentaje del volumen en sangre de los glóbulos rojos es el hematocrito. En los análisis de sangre el suero suele ser el 55% y el hematocrito el 45%. Cuando el hematocrito sube más del 50% en ciclismo, se decide que hay doping. El ciclista tiene que abandonar la carrera y no puede competir durante un mes.

El castigo es menor que el de doping convencional. De hecho, la prueba del hematocrito no es correcta, ya que, por ejemplo, entrenando en altura puede producir mucho EPO, por lo que el hematocrito puede estar alto y puede que en realidad el hematocrito sea alto. Sin embargo, un nivel inferior no significa que no se haya tomado EPO, ya que se ha encontrado una vía para evitar los estudios de sangre: introducir suero por las venas cuando se sabe que hay que hacer un examen de sangre, con lo que la sangre se diluye.

Decir que a la vista de lo visto hay un amplio mercado en manos de los deportistas no es una locura. Aunque muchas veces al hablar de doping se habla de ciertos deportes, es evidente que cada deporte y deportista tiene la posibilidad de encontrar el acompañante que mejor le venga. De repente se va a beneficiar. La longitud, evidentemente, le perjudicará. Como en otros ámbitos de esta vida, el dopaje es el resultado de la confrontación deportiva. La solución puede venir de una educación adecuada y por hacer deporte, ya que en el deporte del progreso científico se ha producido un retroceso en este problema.

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