2014/05/01
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Una mirada a los murciélagos de Euskal Herria
Texto generado por el traductor automático Elia sin revisión posterior por traductores.
Elia Elhuyar
En Euskal Herria hay murciélago Myotis nattereri. Sin embargo, hace tres años, un estudio concluyó que los murciélagos catalogados en esta especie son ejemplares de tres especies. Los estudios moleculares han puesto de manifiesto que las diferencias genéticas entre los granos son relativamente grandes para su distribución en tres especies. El propio investigador de murciélagos, Antton Alberdi, afirma que no es capaz de averiguar qué especie es cada uno de esos murciélagos, por ejemplo en las fotos de estas líneas, "porque son muy similares". Además de la dificultad de diferenciación en las fotografías, todavía no han conseguido definir las características de las tres, su ecología. A uno de ellos, además, todavía no le han dado nombre. Myotis sp1 es de momento.
Ed. Antton Alberdi
Uno de los principales objetivos de la investigación de los murciélagos es contribuir a su conservación, ya que muchos de los murciélagos conocidos se encuentran en situación de riesgo. En el catálogo vasco de especies en peligro de extinción, 21 de los 30 mamíferos catalogados son murciélagos. En Navarra hay 23 mamíferos catalogados, de los cuales 14 son murciélagos. Es decir, "salvo 3-4 especies, el resto de murciélagos se encuentran en peligro de extinción en el País Vasco", explica Alberdi.
Dependiendo del medio en el que viven, tienen algunos problemas u otros. Sus depósitos naturales son cuevas, grietas de rocas, orificios de árboles antiguos, etc. Sin embargo, muchas veces entran en el interior de las casas en busca de protección, y se ocultan en los espacios entre vigas y muros, bajo tejas y en rincones templados, como lo harían entre piedras y rocas. A los que están en las cuevas les molesta la gente que circula por el turismo, y les perjudica; los que necesitan árboles viejos para protegerse sufren la escasez de esos árboles. Y los que entran en las casas, quedan totalmente sujetos al comportamiento de los propietarios. No existe ninguna ley o norma que establezca qué hacer en estas situaciones. Sin embargo, ya han comenzado a tomar medidas y a hacer el camino para proteger a los murciélagos. Por ejemplo, "se está preparando un plan de conservación para mejorar el estado de los murciélagos de casas y cuevas, aunque todavía está a nivel de borrador", afirma Alberdi.
Las hembras en reproducción, tanto las gestantes como las que están bebiendo, necesitan lugares templados y a menudo recurren a sus hogares. El biólogo explica con un ejemplo: "Imagínate que un granjero quiere realizar trabajos de restauración en el caserío y encuentra murciélagos. Normalmente es en verano, cuando las hembras crían. En varios países europeos está bien definido lo que hay que hacer en estos casos y se fomenta que no haya ninguna intervención hasta el otoño. Porque si haces algo puedes acabar con toda una colonia. Por el contrario, si los trabajos se retrasan al otoño, los murciélagos viajarán por su cuenta, ya que normalmente tienen diferentes guaridas para verano e invierno".
Otro ejemplo es el de los parques eólicos. Si en lugar de comenzar las turbinas se pusieran en marcha con un viento de 5 m/s, con un viento de 6,5 m/s, "la mortalidad de los murciélagos disminuiría considerablemente y el nivel de energía disminuiría muy poco. Y es que con estos vientos los murciélagos no vuelan tan arriba", ha explicado. En el norte de Europa y Estados Unidos han trabajado bastante en este campo, ya que los eólicos están matando a gran cantidad de murciélagos. "Son medidas pequeñas pero pueden tener una gran influencia", ha señalado Alberdi.
Una forma de proteger a los murciélagos es conocerlos y difundir su situación para que la sociedad se conciencie. En el caso del Reino Unido, por ejemplo, han conseguido concienciar a la sociedad y han conseguido que los murciélagos en casa sean un honor y una suerte para muchas personas. Pero para ello es imprescindible hacer comprender qué son los murciélagos, cómo son y qué ventajas nos ofrecen.
Métodos de análisis
En general, en el mundo "se han definido 100 nuevas especies en los últimos diez años", ha explicado Alberdi. Por lo tanto, no se puede asegurar a los expertos el número de especies de murciélagos presentes en Euskal Herria, "hay unas 25".
Tras esta incertidumbre, el biólogo cree que hay dificultades para estudiar los murciélagos: "tenemos que andar por lugares muy difíciles, normalmente por la noche". Además, son animales huidizos y, al ser nocturnos, difícilmente observables a simple vista. Los investigadores recurren por otras vías para superar estas dificultades.
Investigadores de la UPV preparan una trampa de arpa para la captura de murciélagos. Ed. Antton Alberdi
Transmisor de un murciélago anillado. Ed. Antton Alberdi
Siguiendo la señal que emiten los transmisores para conocer la ubicación de los depósitos de murciélagos. Ed. Antton Alberdi
Por ejemplo, los investigadores se centran en los pulsos de barrido que emiten los murciélagos mediante un detector de ultrasonidos. Saben cómo son esos pulsos, qué es un murciélago. Los pulsos y por tanto los murciélagos se diferencian en dos características: Por un lado, en frecuencia, ya que emiten pulsos de mayor o menor grosor. Y por otro lado, los pulsos tienen diferentes características en unos y otros murciélagos: algunos son de frecuencia fija y otros de frecuencia variable, es decir, de alta frecuencia inicial y baja al final. La diferenciación de especies de un género concreto es más difícil en algunos casos, ya que pueden emitir pulsos muy similares", ha explicado Alberdi.
Antton Alberdi en trabajos de laboratorio. Ed. Antton Alberdi
La información obtenida a partir de los pulsos de barrido de murciélagos se complementa con otros trabajos. Entre otras cosas, los murciélagos son capturados a través de redes, para conocer la abundancia de una determinada especie en un lugar determinado, marcarán murciélagos, les colocan pequeños transmisores para poder hacer un seguimiento de su ubicación exacta y así conocer sus refugios, comportamientos, etc.
A partir de una muestra de patagio (membrana que forma el sur) se realizan estudios moleculares en el laboratorio. Y es que en algunos géneros, para estar seguros de que pertenece a una especie, es necesario realizar un análisis molecular. Suelen analizar el ADN mitocondrial para diferenciar entre especies. Los investigadores también conocen lo que comen los murciélagos a través del análisis del ADN.
Como complemento a las investigaciones, Alberdi saca fotografías de los murciélagos, fotógrafo aficionado. "Como mucha gente los considera animales sucios y asquerosos, las fotos permiten mostrar al público la limpieza y belleza de estos animales".
Los tres grandes oídos
Plecotus austriacus. Ed. Antton Alberdi
Plecotus macrobullaris. Ed. Antton Alberdi
Plecotus auritus. Ed. Antton Alberdi
En el País Vasco existen tres especies del género Pleco tu s: P. auritus , P. austriacus y P. macrobullaris . Las tres son morfológicamente muy similares. "Tienen una ecología diferente, pero tienen diferentes comportamientos y necesidades biológicas", explica Alberdi. P. macrobullaris, por ejemplo, sólo está en los Pirineos. P. austriacus habita en medios forestales mixtos, en un paisaje típico del País Vasco, con bosques, pastos, zonas mixtas con barreras vivas intercaladas, y P. auritus es una especie de bosque. "Aunque estas tres especies se separaron hace 3-4 millones de años, todas han conservado una morfología similar", matiza.
Estos murciélagos tienen orejas grandes, probablemente porque oyen pasivamente los sonidos que hacen las presas. Muchos de los sits que comen son timpanados y son capaces de escuchar los ultrasonidos que emiten los murciélagos. La estrategia de varias polillas consiste en hacerse pasar por el fallecido al oír un ultrasonido y dejarse caer al suelo. Otros son capaces de emitir ultrasonidos recurriendo a órganos sexuales opuestos, mezclando murciélagos. "Por lo tanto, para evitar este tipo de cosas, estos murciélagos escuchan sin apenas emitir ultrasonidos", explica Alberdi.
Además de emitir pocos ultrasonidos, los que emiten son difíciles de detectar mediante detectores. Uno de los límites de los detectores es que no perciben por igual los pulsos emitidos por todos los murciélagos. Por un lado, hay murciélagos que emiten a baja intensidad y que "aunque estén a cinco metros del detector no lo han detectado", explica Alberdi.
Pastizales pirenaicos
Ed. Antton Alberdi
Un ejemplar de Plecotus macrobullaris guardado entre piedras. Ed. Antton Alberdi
Plecotus macrobullaris fue capturado por primera vez en los Pirineos en el año 2003, en Ordesa, no habiendo más citas durante años. Antton Alberdi ha recordado que "se pensaba que era una especie muy rara en los Pirineos. Hasta que empezamos a poner las redes en los pastos. Nunca se hizo muestreo en los pastos. En algunos libros se dice que nunca se coloquen en los pastos, ya que los murciélagos no se caen. Pues es la única manera de capturar ejemplares de esta especie. Y hemos capturado cientos de ejemplares con este método. Faenan en pastizales cerca del suelo. Con los detectores de ultrasonidos es muy difícil su detección, y dado que los muestreos se realizaban en un lugar inapropiado, se pensaba que tenían una incidencia muy baja.
"El herbáceo alpino es la única especie que caza y cría en Europa en medios alpinos, sobre la base de lo conocido hasta ahora. Mientras las hembras humillantes se guardan en las grietas, los machos y las hembras no humillantes se ocultan a menudo en los tramos rocosos de las gravas. Bajo casi cualquier piedra de los Pirineos puede haber un murciélago hasta 2.500 metros de altura. Hemos encontrado la especie en los Pirineos entre 1.400 y 2.800 metros, y hemos encontrado las guardas muy cerca de los neveros", explica Alberdi.
Domicilios
Grupo de murciélagos encontrados en una iglesia. Ed. Lide Jiménez
A pesar de no ser su hábitat natural, los murciélagos se han adaptado a vivir en las infraestructuras creadas por el ser humano, y en algunos casos entran en viviendas, iglesias, etc., buscando refugio, pidiendo lugar de cría adecuado, etc.
Pipistrellus kuhlii sale de la guarida un murciélago. Ed. Antton Alberdi
El experto en murciélagos Antton Alberdi recuerda una anécdota al respecto: "Fuimos a una mujer que escuchó murciélagos entre dos tabiques de su casa. Era el sexto piso de una torre de casas. La mujer, agobiada, cerró antes de que fuéramos nosotros la rejilla que los murciélagos estaban utilizando como acceso. Cuando nos fuimos, le explicamos que la colonia estaría allí como mucho hasta septiembre y que luego iban a irse, y si cerraba entonces no volverían. Pero si lo cerraba antes, le dijimos que se quedarían dentro, que al principio estarían ruidosos, que luego morirían y que al pudrirse tendría un mal olor. Abrimos de nuevo la entrada cerrada por él y los murciélagos salieron con sed y hambre. 55 Pipistrellus kuhlii salieron".
De cuevas
Hoy por hoy, la medida más eficaz para la conservación de los murciélagos es "regular el turismo de las cuevas", según el experto en murciélagos Antton Alberdi. De hecho, los investigadores conocen algunas de las cuevas claves para la conservación de murciélagos. En el País Vasco son entre 20-30, tanto por su gran cantidad de ejemplares como cualitativamente por su diversidad o por ser refugio de especies amenazadas. "Algunas cuevas son refugio estival de algunas especies y otros lugares de hibernación", afirma.
Ed. Antton Alberdi
Pues bien, viendo que el turismo de las cuevas ha crecido últimamente, y al mismo tiempo, viendo que en algunas de ellas cada vez hay menos murciélagos, han empezado a tomar medidas en la administración. Se ha prohibido el acceso a alguna cueva y se está realizando un seguimiento de la recuperación de murciélagos.
Según los investigadores, este tema debe ser tratado con mucho cuidado. "Hay gente que no ve con buenos ojos prohibir el acceso a las cuevas, pero están tomando medidas porque la situación es realmente grave", explica Alberdi. Creo que hay que llegar a un acuerdo entre investigadores, gestores naturales, turistas y espeleólogos, porque sólo con la colaboración de todos se conseguirá mantener la diversidad de murciélagos que tenemos en Euskal Herria", ha añadido.
La colocación de cierres puede convertirse en un problema para los murciélagos. Muchos de los cerramientos se han realizado pensando en las personas en lugar de en los murciélagos, es decir, con barras verticales, y dejando entre las barras una distancia máxima de 20-25 centímetros, no sólo se dificulta el paso de las personas sino también de muchos murciélagos. "Hay pequeñas especies que tienen capacidad para cerrar y pasar las alas, pero la mayoría no lo pueden hacer", explica Alberdi. Las barras que ahora se están colocando se colocan pensando en ello: si son verticales se colocan hasta los 3 metros, dejando espacio para pasar de arriba, y si no, se colocan barras horizontales.
Bosques antiguos
Myotis bechsteinii. Ed. Joxerra Aihartza
Barbastella barbastellus. Ed. Antton Alberdi
Antton Alberdi cree que son murciélagos especializados en vivir en árboles y bosques viejos, "los que están en peor estado y tienen más dificultades para su conservación". El murciélago forestal, como Barbastella barbastellus, se introduce en las grietas entre la corteza de los árboles y la corteza, que son sus guardas. La especie Myotis bechsteinii, por su parte, utiliza principalmente orificios de pájaro para la implantación de colonias de cría. "Es difícil conservar estos murciélagos, ya que las superficies de bosques antiguos que tenemos, sobre todo robles, son muy pequeñas", ha subrayado Alberdi. También son mucho más difíciles de detectar y monitorizar, ya que se modifican mucho las guardas y se transitan árboles. Lo único que se puede hacer en estos casos es mantener el hábitat, es decir, proteger los bosques en su totalidad. "Pero esto tiene otras implicaciones, se incluyen factores y medidas de otra escala", afirma.