XVI. Desde el siglo XX, la palabra es muy citada en los textos médicos, dependiendo siempre del nivel de conocimientos de cada época. Y además, la paleopatología demuestra que las lesiones arterioscleróticas están presentes en los restos humanos desde su primera antigüedad (en una momia egipcia, la de una mujer mayor, se han encontrado restos de arteriosclerosis).
De todas formas, lo que sabían sobre la enfermedad era al principio de cierta manera; hasta el final de la Edad Media, hasta el XVI. Hasta el siglo XIX, la autopsia estaba prohibida por motivos religiosos y la mayoría de los conocimientos se basaban en la mera convicción empírica. Cuando las autopsias empezaron a hacerse de forma relativamente sistemática, se pudo conocer más y se publicaron diferentes interpretaciones sobre la enfermedad:
En la actualidad, la Arteriosclerosis es una palabra genérica utilizada para afirmar que la pared de la arteria se ha endurecido y engrosado. Dentro de esta denominación se admiten distintos tipos de lesiones, así como distintos tipos de arteriosclerosis: cerebral, senil, infantil, expansiva o difusa, periférica, etc.
El corazón envía 5-30 litros de sangre a las arterias de este pequeño motor que nos mantiene vivos cada minuto. El corazón se contrae unas 70 veces por minuto, 100.000 veces al día, 36 millones al año y en una persona de 70 años su corazón se contrae 2.500 millones de veces.
Este pequeño y terrible motor, sin embargo, necesita de responsabilidades especiales y, a pesar de que el objetivo común es el bienestar, no todo va tan bien en temas de salud, como demuestran las enfermedades cardiovasculares: aproximadamente la mitad de las muertes que se producen en los países avanzados se deben a enfermedades cardiovasculares (en Europa genera más de un millón de muertes al año).
Los seis principales consejos para prevenir las cardiopatías
Los problemas socio-económicos que plantean estas enfermedades son también muy graves, ya que a la hora de trabajar ataca a las personas que aún permanecen en sus años más temporeros. Hace 20 años, por ejemplo, era muy raro que el infarto fuera una persona menor de 50 años. En la actualidad, este límite de soledad debe reducirse a 35 años.
La arteriosclerosis, sin embargo, es más un concepto anatomopatológico (cuestión de autopsi, en otras palabras) que un concepto clínico. En el diccionario de términos cardiológicos de la OMS se define como “lesión de la pared interna de las arterias”, “con acumulaciones de grasa y proliferación de tejido fibroso”. La pared del vaso sanguíneo se engorda y endurece, pudiendo producirse en última instancia una obstrucción o una obstrucción total.
La obstricción de un importante vaso sanguíneo hará que aparezcan rasgos típicos de la enfermedad, pero mientras no se produzca la obstricción, la vida parece normal. Por ello, se puede diagnosticar radiológicamente el uteroma calcificado, hallándose accidentalmente en un estudio rutinario, sin que hasta entonces se aprecie ningún síntoma.
La “epidemia” más mortal de nuestro tiempo es la enfermedad cardiovascular. Y no se puede decir que se trata únicamente de problemas de ricos y/o ejecutivos, ya que afectan de igual manera a la mano de obra o a la garduña de la oficina. Hoy en día nadie de los factores de riesgo está libre de estos males, aunque con una vida adecuada la prevención sea posible. Entre las causas de muerte, en los países desarrollados, las principales son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. En los países no desarrollados, sin embargo, las enfermedades infecciosas todavía alcanzan el 10%. Causa de muerte Enfermedades cardiovasculares Cáncer Gripe y neumonías Accidentes Bronquitis, enfisema, asma Cirrosis hepática Enfermedades transmisibles Diabetes mellitus Nefritis y nefrosis Tuberculosis Otras causas Tasa 43,3% 16,6% 5,9% 5,2% 4,3% 2,6% 2,1% 1,2% 0,9% 15% |
La manifestación clínica más grave es la cardiopatía isquémica. La cardiopatía isquémica puede definirse como una situación patológica en la que el músculo cardíaco no recibe suficiente sangre (y en la mayoría de los casos esta situación suele deberse a la obstrucción de la arteriosclerosis).
La hipertensión es un aumento excesivo de la presión arterial. Cuando las arterias pequeñas se estrechan, la resistencia al flujo sanguíneo es cada vez mayor y el trabajo para el corazón.
Cuando estos trastornos afectan a la circulación cerebral, se produce un accidente cerebrovascular con parálisis brusca al interrumpirse la irrigación sanguínea cerebral en una zona determinada. Las causas son varias:
Los daños de la arteriosclerosis se producen principalmente en tres grupos de arterias: las arterias del corazón, las arterias cerebrales y las arterias de las extremidades inferiores, aunque la localización más normal es la coronaria (corazón). Y la manifestación más habitual de la cardiopatía arteriosclerosa es, desgraciadamente, la muerte súbita. Por tanto, en estos casos difícilmente se puede hacer prevalencia.
Sin embargo, y en general hablando, la cardiopatía coronaria abarca la angina de pecho y el infarto de miocardio. Y para una mejor comprensión, el proceso se puede dividir en dos fases: la fase preclínica o asintomática es la primera y la fase clínica la posterior.
Desde la fase preclínica (y esta fase puede ser detectada o diagnosticada por el médico en la prueba de esfuerzo por ECG), puede pasar directamente a la muerte (muerte súbita como primera manifestación clínica) o al infarto agudo de miocardio (v. Elhuyar. Ciencia y Técnica, 68. nº) o angina inestable con crisis que pueden durar días o semanas (tanto en reposo como en esfuerzos reducidos). Estos pacientes con angina inestable son más propensos a reinfartar que los que tienen infarto de miocardio antes que nada, por lo que cuando la angina es inestable es cuando se debe prestar la máxima atención (descanso, estudio continuo). Si el proceso siguiera adelante, existe una angina crónica como último peligro.
Los factores de riesgo deben preservarse. Debido a la variedad de factores, los objetivos principales son dejar de fumar, controlar la hipertensión y vigilar el colesterol manteniendo los niveles normales.
La educación alimentaria tiene especial importancia y debe aplicarse desde el principio. Recordemos, como curiosidad, que en los lactantes alimentados con biberón se han encontrado calcificaciones en las arterias ilíacas (que por supuesto pueden ser reparadas) en casos en los que la alimentación ha sido excesiva e inadecuada.
Se deberían organizar campañas sanitarias preventivas para personas con los tres principales factores de riesgo: estudio de la tensión arterial (para los hipertentos), mantenimiento del colesterol (y también de la glucosa) en la sangre en cifras normales y fomento de acciones antitabaco (para los fumadores). Y fomentar la actividad física en el tamaño adecuado y en la medida que corresponda a cada persona.
Otros factores de riesgo son mucho menores: los anticonceptivos orales (sobre todo si la mujer es fumadora), la diabetes, la obesidad, la vida sedentaria, el estrés, la gota (alto nivel de ácido úrico), la prevención o la antecedencia familiar.