Apo Pikarta, el crucero desconocido

A la vista de los libros, libros, revistas, documentales, etc. que existen en el mercado, el conocimiento básico de los vertebrados de nuestro entorno parece, en la mayoría de los casos, adquirido desde hace tiempo, y situamos en nuestra imaginación a los misteriosos animales de vida ocultos en las regiones más remotas, que no podían quedar cerca de casa.

Afortunadamente, sin embargo, todavía no se ha agotado la fuente que explota la curiosidad de los amantes de la naturaleza, y en cuanto a muchos aspectos relacionados con su forma de vida que nos son desconocidos, hoy en día hay muchísimas máquinas. Entre los anfibios europeos se encuentra el sapo moteado (Pelodytes punctatus), una de las especies más desconocidas.

El sapo pícaro (Pelodytes punctatus) es un esbelto sapito en forma de rana, de patas largas, con cabeza triangular y extremo apuntado.

El sapo moteado (Pelodutes punctatus) es un esbelto sapito en forma de rana, de patas largas, con cabeza triangular y extremo apuntado. Por su pequeño tamaño, su longitud desde el ano hasta el extremo es difícil de alcanzar a 5 cm, normalmente entre 3’5 y 4’5 cm. Las patas traseras son largas y finas, y éstas a través de la espalda del animal y estirándolas hacia la cabeza, la articulación del talón llega hasta los ojos si es macho y hasta el tímpano si es hembra.

Los dedos también son finos y casi libres, entre los que se encuentra la membrana interdigital. Sus ojos son grandes y sobresalientes en la zona dorsal, siendo uno de los rasgos característicos de la especie la presencia de una beginini vertical en el lienzo amarillo pintado de negro. Por otra parte, el tímpano es pequeño, con un diámetro que oscila entre 1/3 y 2/3 del del ojo. Detrás del ojo, y sobre el tímpano, aparece una parte glandulosa y, además, en la parte dorsal, la piel se viste de grumos y garachas pequeñas de color verde o pardo oscuro alineadas longitudinalmente.

En cuanto al color del animal, puede ser muy diferente, pero la parte dorsal suele ser gris verdosa o parda clara, decorada con numerosas manchas verdes o pardas. La parte ventral, sin embargo, es bastante blanquecina y granulosa en el vientre, siendo más amarillenta en las piernas.

Entre los anfibios europeos se encuentra el sapo moteado (Pelodytes punctatus), una de las especies más desconocidas.

Pero cuando queremos dejar de lado la descripción y explorar su forma de vida, nos damos cuenta de que es bastante desconocido. Y es que el sapo moteado es una especie extremadamente seca y solitaria de actividad nocturna, por lo que es bastante difícil conocer sus actividades. En cualquier caso, y según lo que sabemos, el sapo moteado es un gran saltador y un finísimo enlosador, lo que le confiere a menudo un comportamiento semi-natural, que sube al matorral y a la arboleda como si de una rana se tratara. Durante el día se esconde en las piedras o en los agujeros y barrenos excavados por él.

Al igual que el resto de los anfibios de nuestro entorno, el sapo moteado es un depredador que se alimenta de diferentes invertebrados y que considera como caza insectos, moluscos, lombrices, cucuruches, etc.

En cualquier caso, hacia marzo o abril llega el momento de reproducirse a este singular sapito, que abandona su tendencia seca y se ve obligado a acercarse a algún pozo o riachuelo. Como es habitual en los anuros, en el caso del sapo moteado también los machos son los primeros en botar, y a través de la boca que tienen en su interior en la garganta, comienzan a cantar para atraer a las hembras. Si se unen los dos sexos, el acoplamiento se realiza con amplexos lumbares, pero este objetivo puede provocar numerosas peleas entre los hombres competidores.

El aclopamento se produce en amplex lumbar, pero este objetivo puede provocar numerosas peleas entre los hombres competidores.

Los huevos se fecundan a medida que se van eliminando y cada hembra puede poner entre 1.000 y 1.500 huevos, que quedan adheridos a grupos de 50-100 individuos y plantas acuáticas. Los caprichos que nacen de ella aumentan enormemente, pudiendo alcanzar una longitud de 65 mm antes de la metamorfosis, superior a la del animal adulto.

El sapo pícaro es el crudo que habita en el oeste de Europa, habiéndose detectado especialmente en Bélgica, Luxemburgo, el norte de Italia, el estado francés y la península ibérica. En el caso de la península, salvo en el Cantábrico, su distribución y selección de hábitats todavía no están muy claros. De hecho, hasta hace poco había muy pocos datos sobre esta especie y hoy en día no hay mucha información.

En el País Vasco el sapo picarón se ha observado sobre todo en la zona subcantábrica y mediterránea, siendo el más abundante en el sur de Álava y Navarra. En estas zonas el campo y el matorral mediterráneo son las zonas preferidas, pero también se ha observado en quejigales y encinares, siempre cerca de pequeñas regatas y masas de agua. En cuanto al Norte, no se dispone de datos precisos, pero se encuentra ampliamente distribuido en el Estado francés, y en el Pirineo también existen datos de ambas vertientes, algunas de las cuales se ubican en lugares muy húmedos. En cualquier caso, su ecología y biogeografía siguen siendo muy desconocidas y necesitaremos más datos antes de tener una opinión clara sobre la naturaleza y el estatus del animal.

FICHA TÉCNICA

Sapo moteado

Especie: PelodypunctespacioFamilia:
pelobatOrden: anuros

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