Parque Natural de Aizkorri

Con el fin de conformar la red de Parques Naturales del País Vasco, el próximo espacio natural protegido que designará el Gobierno será el formado por la Cordillera de Aizkorri y los territorios colindantes. Estas zonas, que han sido canteras de numerosos montañeros vascos, presentan interesantes valores naturalísticos conservados de forma oculta, por lo que su protección se ha considerado urgente.

Es conocido que la cordillera de Aizkorri se encuentra al sur de Gipuzkoa, limitando con Navarra y Álava. También son conocidas, sobre todo entre los montañeros, las zonas de Arantzazu, Urbia, San Adrián, Aizkorri, Aketegi, Aratz y alrededores.

Dado que la declaración de parque está pendiente de ejecución, no puede decirse con exactitud el alcance de los espacios protegidos, pero no se limitará únicamente a la sierra de Aizkorri. De hecho, incluirá los territorios, paisajes y picos más representativos de los alrededores. Por ejemplo, ocupa los territorios de Gipuzkoa y Araba con una superficie aproximada de 20.000 ha. Y es que incluirá territorios entre los collados de Arlaban y Otzaurte. En la zona de Gipuzkoa se ubicarán los siguientes municipios: Eskoriatza, Aretxabaleta, Leintz-Gatzaga, Oñati, Legazpi, Zerain y Zegama. De los alaveses, Asparrena y San Millán. Además, los terrenos del Consorcio de Gipuzkoa y Álava formarán parte del Parque.

A pesar de que, para mucha gente, el pico más alto de la CAPV es el de Aizkorri, en realidad los picos más altos son Aitxuri (1.549 m) y Aketegi (1.548 m), y no Aizkorri (1.524 m). Todas estas cumbres se encuentran en la sierra de Aizkorri-Aloña y son muy conocidas. Sin embargo, en las inmediaciones se pueden encontrar sierras menos conocidas y tan hermosas como las anteriores, como las de Elgea y Urkilla.

Al tratarse de un territorio de gran superficie, en este entorno protegido nos encontraremos con paisajes y ecosistemas muy heterogéneos, cada uno con su vegetación y fauna característicos. En general, y para explicarlo con una breve pincelada, encontraremos por un lado ecosistemas ricos asociados a ríos y zonas acuáticas. Por otro lado, en estas zonas se pueden observar interesantes comunidades forestales y, por último, tendremos ecosistemas singulares en las cumbres altas. En cuanto a la vegetación, cabe destacar por un lado los robledales de la zona de Barrendiola de Legazpi, sin olvidar los hayedos acidófilos, mucho más abundantes.

No se puede decir con exactitud de dónde va el terreno, pero incluirá los territorios, paisajes y cumbres montañosas más representativas de la zona, como Aratz de la imagen. (J. Larrañaga).

La lista de animales que habitan en los bosques, pastizales y montes de este parque es interminable, si bien cabe destacar los bravos de buitres, buitres, azores y halcones que crían en estas zonas. En los últimos años el águila real también se ha acercado a estas tierras, pero todavía no se puede saber si se está cría en ellas. En cuanto a los mamíferos, destacan las lentes, las catagueñas, los gatos monteses, los corzos y los jabalíes, que son habitantes del parque.

Está claro que el valor naturalístico de este entorno es abundante y que el que esté interesado en conocerlo tendrá, al margen de estas líneas, la oportunidad de profundizar en el tema, ya que, como suele ocurrir en todos los parques naturales, en el futuro se dispondrá de centros de interpretación y explicación.

No obstante, en este parque existen elementos que, además de los aspectos naturalísticos, no pueden ser descartados. Por ejemplo, las posibilidades culturales que ofrecen estos entornos son importantes, relacionadas a veces con el ambiente rural y otras de carácter religioso. Un ejemplo de ello es la oferta turística de los últimos años en diversas localidades de la zona, como los museos e itinerarios etnográficos guiados de Zerain, el museo de hierro de Legazpi, las salinas de Leintz-Gatzaga, etc. Estas ofertas han venido en muchos casos por detrás del impulso del agroturismo. A pesar de no ser tan nuevo, en este parque encontraremos, a su vez, numerosos elementos culturales de corte religioso. El caso de Arantzazu es quizás el más destacado, al que acuden miles de personas cada año. Sin embargo, hay varias ermitas y cruces dispersas por el parque.

Por otro lado, no hay que olvidar los vestigios vivos de una antigua profesión que ha perdurado y perdura durante siglos: sí, hablamos del pastoreo. ¿Quién no se ha acercado alguna vez a Urbia a degustar queso autóctono? Los restos megalíticos de las campas de Urbia y Degurixa son testigos de este duro y antiguo oficio. No es nuestra intención realizar en estas líneas un estudio etnográfico sobre el pastoreo y el pastoreo en estas zonas, pero en la actualidad todavía es destacable la influencia del pastoreo en la vida de estas zonas.

En el futuro, la gestión adecuada del parque será un aspecto fundamental.
J. Larrañaga

Por otro lado, el paisaje de algunas zonas, como Urbia y Degurixa, es indiscutible que el pastoreo esté condicionado y moldeado durante siglos. Por ello, en el futuro de esta actividad económica será de vital importancia la correcta gestión del parque. En todo caso, ese equilibrio sostenible que tantas veces se menciona y que nadie sabe realmente qué es, sería el objetivo principal.

También serán testigos de los diferentes debates y opiniones que surgen para comprender este equilibrio. De hecho, el parque eólico que se pretende construir en la Cordillera de Elgea ha generado en la sociedad opiniones contrapuestas, y como ya se ha mencionado anteriormente, este entorno entraría en los límites del Parque. El debate ya está en la plaza, y el tiempo mostrará hasta qué punto se puede compaginar la protección de estos entornos con el desarrollo de nuestra sociedad, si antes de que tarde estudiemos todos, dónde está ese equilibrio.

CALZADA DE SAN ADRIÁN

J. Larrañaga

Esta calzada, tan próxima a la salida de la cueva de San Adrián, es la vía histórica más importante de Gipuzkoa. A lo largo de los siglos pasaba por el principal camino que unía las tierras castellanas con Francia, Alemania o Holanda.
También por esta calzada pasaban los peregrinos que en su camino a Santiago pretendían evitar las tierras de la Sakana, ya que las tierras de la barranca eran peligrosas debido a la abundancia de bandoleros. Sin embargo, estas zonas de San Adrián no estaban libres de bandoleros y en estas zonas hay cosas curiosas relacionadas con los robos.

En la muga con Gipuzkoa y Araba, el camino se dividía en dos, uno a la izquierda, hacia Zalduondo y Araia, y el otro a la derecha hacia Galarreta. Esta
calzada ha sido considerada en numerosas ocasiones como romana, pero, según los expertos, no ha dejado de ser XI. Sería del siglo XIX, coincidiendo con la construcción de la ermita situada en el interior del túnel.

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