“Creo que la investigación debería ser una herramienta de transformación”

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Ed. Nagore Martínez Merino

Se han realizado numerosas investigaciones para conocer el impacto del deporte tanto desde el punto de vista sanitario como social. Sin embargo, hay aristas inexploradas, y Nagore Martínez Merino se fija en una de ellas en su tesis doctoral: las presas.

Martín explica que estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y siempre ha considerado que el deporte tiene un valor social y que puede ser una herramienta de transformación. “Convencidos de ello, decidimos realizar una intervención deportiva en un centro de menores, porque creíamos que el deporte podía ser beneficioso para sus relaciones, costumbres… Tras esta primera experiencia, me pareció que el deporte o la actividad física tenía una influencia diferente en la situación de libertad y en la de privación de libertad. Para profundizar en ello, decidí realizar la tesis en la cárcel y además con las mujeres, sobre las que hay muy pocas investigaciones”.

No fue fácil. El objetivo de Martínez era realizar la investigación en el interior de la cárcel, pero no consiguió la autorización. Así, realizó una revisión sistemática de la literatura y entrevistó a mujeres presas que podían salir a la calle, como las que estaban en tercer grado o las que acababan de cumplir la pena.

Sin embargo, no retrocedió por su interés en la realización de esta investigación, sobre todo desde la perspectiva de género: “Tanto el deporte como la cárcel, ambos son muy androcéntricos y tenía ganas de enfrentarse a ello”, ha afirmado Martínez.

En su investigación demostró que los practicantes del deporte percibían beneficios psicológicos, sociales y físicos. “Hemos detectado otras dos variables que nos han parecido interesantes para avanzar”, ha subrayado: “Uno es que sirve para la transformación: para llevar mejor la condena, para dejar las drogas, para tener un agarre al salir de la cárcel… Y el otro, como herramienta para la microresistencia. Como saben que el cuidado penitenciario valora positivamente la práctica deportiva, la utilizan para obtener beneficios”.

A pesar de que se ha afirmado que la práctica deportiva o la práctica de ejercicio es beneficiosa, en los centros penitenciarios no se facilita nada a las mujeres para que practiquen deporte, sino al revés. “En cualquier caso, no quiero que se rompa la influencia del deporte”, ha advertido Martínez. “La cárcel es una cárcel y el deporte no es una panacea”.

Investigador Esperado

Tras la presentación de su tesis, tenía previsto realizar un postdoctoral para profundizar en este camino con mujeres consumidoras de drogas. Sin embargo, en la UPV se le abrió la posibilidad de realizar sustituciones y ha sido profesor en la Facultad de Educación de Bilbao. Ahora se ha retomado la investigación y está muy activo. Sin embargo, reconoce que cuando empezó sus estudios no esperaba en absoluto ser investigador.

“Recuerdo que en segundo de grado teníamos la asignatura de Investigación, pero no le hice caso. Más adelante, sin embargo, al cursar el máster no tenía ganas de realizar la Formación del Profesorado de Enseñanza, y decidí realizar la Investigación en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, pero no porque pensaba que sería mi camino, sino simplemente porque era compatible con mi trabajo. Ahí me encontré con dos profesores, Oidui Usabiaga de la UPV-EHU y Daniel Martos de la Universidad de Valencia, a través de los cuales empecé a trabajar con mujeres presas en el trabajo de fin de máster. Fue un trabajo muy sencillo, pero muy interesante, que me suscitó curiosidad y ganas de seguir investigando.

Por otro lado, ha destacado que para él es fundamental contar con el apoyo y apoyo del equipo de investigación, ya que de lo contrario se hace muy duro. Afortunadamente, tiene un buen ambiente y, por su interés en el tema, tiene una firme intención de seguir. Siempre con el objetivo de que la investigación sea una herramienta de transformación.

 

Nagore Martínez Merino

Nació en Zarautz en 1990. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, máster en investigación y doctorado por la Universidad del País Vasco. Actualmente es Profesor Adjunto de la Facultad de Educación de Bilbao y miembro del Grupo de Investigación Social, Deportiva y Ejercicio Físico (GIKAFIT).

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