La matemática Naiara Arrizabalaga ha reconocido que no es lo habitual apostar por las matemáticas a la hora de optar a los estudios universitarios. "Pero a mí siempre me han gustado las ciencias y me di cuenta de que detrás de todas las ciencias había matemáticas. Eso me llamó la atención", ha explicado. Tenía claro que no quería un trabajo que le permitiera estar ocho horas al día delante del ordenador. Además, preguntando a los matemáticos por la carrera, no daban mucha información, pero le decían que era muy diferente al resto de estudios. "Eso también me despertó curiosidad".
Empezó por curiosidad. "Y, una vez iniciada, me pilló totalmente", confiesa sonriendo. Según él, las matemáticas tienen algo muy especial: "en matemáticas, si se prueba algo, la verdad es para siempre". Esta idea seduce a Arrizabalaga.
Ha explicado que la matemática teórica le ha gustado desde siempre, especialmente el análisis: "Aprender estas asignaturas no era para mí trabajo, lo hacía a gusto. Y en el último año un profesor me propuso realizar una tesis doctoral. Y pensé, ¿por qué no? ".
Así, comenzó a realizar la tesis y la terminó en 2012. "Ese tiempo fue muy duro para mí. Después de un golpe, cuando empecé a recuperarme, recibí otro. Me resultó muy duro. Porque en otras disciplinas no siempre has conseguido el resultado deseado, pero quizá el experimento te resulte útil para ver lo que has hecho mal y de dónde puedes ir la próxima vez. Pero en matemáticas, o lo pruebas o no. Por eso, al terminar la tesis me sentí muy aliviado".
Después, ha estado investigando y haciendo sustituciones. Ahora es profesor adjunto y continúa con dos actividades: investigación y docencia. Dice que trabaja a gusto en ambos, pero desesperadamente reconoce que le cuesta no ser todo el tiempo que quiera para profundizar en el otro.
Sin embargo, son más las ventajas que las negativas. Por ejemplo, le gusta que los alumnos confirmen su interés: "Cuando ves a un alumno motivado, preguntando dudas... O cuando te digas el trabajo en equipo, y cuando los veis discutiendo, argumentando, y cuando los canchas y te enseñas a pensar de otra manera... Eso me satisface mucho".
En cuanto a la investigación, lo más satisfactorio es conseguir el resultado. "Desde el momento en que haces una pregunta, quieres saber la respuesta. Y tras meses y meses de respuesta, ese momento que entiendes es increíble [ríe]". Luego no es fácil explicarles a sus amigos lo que ha resuelto, pero con decirles que al final ha conseguido lo que buscaba durante tanto tiempo.
De cara al futuro, desearía que su situación sea más estable que la actual: "Me gustaría seguir investigando y enseñando, pero sin esa presión adicional. Ahora estoy trabajando, pero no sé si en breve tendré trabajo". A su vez, espera aprender a compaginar mejor ambos con la experiencia, uno de los quebraderos de cabeza.
Por otro lado, en ocasiones, desearía realizar estancias cortas en otras universidades. "Al finalizar la tesis estuve en la Universidad de Barcelona y ahora voy a Helsinki unas semanas para avanzar un poco en la investigación. El año que viene también me gustaría pasar unos meses en el extranjero para crecer como investigador".