Cuando nuestro cuerpo es otro

Carton Virto, Eider

Elhuyar Zientzia

Lo más común del mundo es sentir que nuestro cuerpo es nuestro. Todo bien, así lo sentimos desde que nos despertamos hasta que nos dormimos, y así sentimos también las partes del cuerpo. Parece natural que sea así, pero las alteraciones y la neurociencia nos han enseñado que no es así. Sentir que nuestro cuerpo es nuestro" es una conciencia construida que lo demuestran los llamativos experimentos dirigidos por el investigador Henrik Ehrsson en el laboratorio Brain, body & self del Instituto Karolinska.

De este modo, el equipo de Ehrsson ha hecho que los voluntarios que han participado en los experimentos tengan la sensación de estar fuera del cuerpo, haciéndoles creer, por ejemplo, que un brazo de goma era suyo propietarios de tres manos. También han conseguido hacer ver el cuerpo de muñecos de diferentes tamaños como si fuera suyo, atrapados en el cuerpo de un barbie.

Para crear esta percepción en el cerebro, el equipo de Ehrsson utiliza trucos que alteran las señales visuales y táctiles. El objetivo de la investigación no es, sin embargo, equipararse a los ilusionistas, sino comprender cómo se produce la interacción entre el cerebro, el cuerpo y el entorno. Alterando las señales sensoriales, quieren aprender cómo construye el cerebro la percepción de sentirse dentro del propio cuerpo.

A gran distancia, los investigadores representan aplicaciones que harán que las personas se sientan propietarias de cuerpos simulados. Por ejemplo, una aplicación que permite a un cirujano verse en el lugar de un microrobot para que pueda operar como si estuviera dentro del cuerpo del paciente. Sin ir más lejos, los resultados de los experimentos podrían ayudar a conocer y tratar mejor la alteración del músculo corporal. Y sin moverte de esta revista, son una buena oportunidad para ver qué sorprendente se puede alterar una sensación que consideramos segura.

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